La compañera Malvina Luera comienza contándonos que Apepro “Es una asociación de pequeños productores que centralmente nuclea productores hortícolas, vitícolas, de frutas. Surgimos en el 2008 -después de la gran rebelión agraria- cuando se planteó la situación de la producción de Mendoza. Empezamos a recorrer las fincas para ver cuál era la situación, los problemas. Empezamos a juntarnos y ver cómo podíamos organizarnos para ir resolviendo nuestras problemáticas. Empezamos cuatro o cinco productores. Estamos localizados en Fray Luis Beltrán en el Bº San Cayetano, ruta 20, ruta 60 pero centralmente en Bº San Cayetano y las fincas que están alrededor.
En el 2011 empezamos a encarar conseguir la personería jurídica de la Asociación. El funcionamiento es en asambleas que hemos logrado que sean una vez por mes. En las asambleas se debaten y discuten todas las ideas y propuestas. Tenemos una comisión directiva, y si bien lo central es la problemática de los pequeños productores, también tomamos la situación general de muchos trabajadores rurales”.
Situación de los pequeños productores
Sobre el presente de los pequeños productores, Luera dice que “no ha variado mucho, aunque depende del tipo de producción. Sigue siendo central la tenencia de las tierras, es un problema profundo a resolver. La mayoría de los productores que están en la asociación alquilan las tierras. También la producción ha sido últimamente crítica porque nos hemos encontrado con un clima que no ha dejado: lluvias intensas, granizadas. Muchos productores no tienen malla antigranizo, lo que impide se termine el ciclo de la producción.
“El otro gran problema es la comercialización. Básicamente venden su producción a muy bajo precio. Todo esto ha ido llevando a una baja de la producción año tras año. Estamos viendo desde al año pasado esa situación crítica: algunos a duras penas pudieron seguir manteniéndose en la finca, otros han tenido que trabajar algo afuera para mantener su chacra. Tenemos una producción que no está dejando ganancias y por tanto muchos productores están abandonando sus fincas. Eso ya ocurrió el año pasado, pero este año se ha ido agravando. Los precios han bajado, la producción ha bajado. Muchos ahora se están preguntando qué va a pasar con el ajo por la crisis con Brasil. Hay mucha incertidumbre. Hoy la lechuga no está valiendo nada y otras producciones están igual. Se está viendo si puede resolverse la siembra del próximo ciclo”.
La lucha por el tractor
La presidenta de Apepro cuenta que “Nosotros como organización venimos de 9 años y en este caminito tuvimos algunos logros que han sido fruto de la lucha la Asociación con el gobierno municipal, provincial y nacional. El último gran logro ha sido conseguir un tractor, proyecto que está evaluado en 1 millón 800 mil pesos, y contempla un tractor de 65 HP con doble tracción, con lo implementos para la producción, con lo que es rastra, cincel, retobato, etc. Y también herramientas más manuales para los productores. Es un proyecto que peleamos en las calles y discutimos mucho. También fue fundamental en este caso contar con ingenieras que pudieran avalar ese proyecto.
“El tractor nos va a servir para bajar los costos, porque la mayoría tiene que alquilarlos. La hora de alquiler, depende del tractor, sale alrededor de $600 y para preparar la tierra en una finca de dos hectáreas necesitamos no menos de siete horas, se van mucho los costos. Podemos reducir los costos a la mitad. Sacábamos cuenta que la hora de tractor a nosotros nos sale $280.
“Hemos armado una Comisión de Seguimiento de Tractor, donde se van otorgando los turnos a los productores que no tengan tractor. En principio tienen que ser miembros de la Asociación. Obviamente se paga la hora del tractor al costo que sale, pero se ha logrado bajar el costo entre el 50 y el 70%.
Nuevos proyectos y perspectivas
Malvina Luera cuenta otros proyectos concretados de Apepro, como un invernadero “que bajó los costos a través de comprar las semillas y hacer los plantines, que nos permite una mayor efectividad de las semillas a la hora de plantar. Es un proyecto que también nos ha costado como organización, no es fácil. La mayoría está acostumbrada a que cada uno resuelva sus problemas. Esto del invernadero y lo del tractor ha sido un desafío para la organización, ponernos de acuerdo más de 40 o 50 productores”.
“Además –dice Malvina- hace dos años entendimos que era importante contar con dos ingenieras agrónomas que puedan ayudar en el asesoramiento de los productores. Siempre hubo críticas en que el productor no producía en calidad, en cantidad, si era eficiente. Por eso pedimos dos técnicas que pudieran ayudar en mejorar la producción. Ellas pasan por las fincas asesorando, capacitando… pero siempre también respetando los conocimientos que tienen los productores. Desde la organización las pedimos y definimos quiénes queríamos que fuesen. Es muy interesante que podamos definir qué profesionales necesitamos. Esto ayudó mucho a consolidar la organización, desde lo productivo centralmente. Esto ha sido muy bueno y nos pone en un caminito de unidad y de confianza en la organización que, por más dificultades que haya tenido, ha sabido salir adelante. ¡Camino muy bueno!”.
Finalmente, la presidenta de Apepro nos comenta que la perspectiva de la organización “es poder avanzar en adquirir las tierras para los productores. También nos parece importante ir creciendo. Entendemos que la problemática de los productores no es sólo de 50 sino de miles y que el tema es la producción que está en crisis. Es decir que como organización nos hemos propuesto crecer y seguir luchando por bajar los costos. Pero también es importante avanzar en el tema de la comercialización, porqué a la gente, al comerciante le llega a un precio tan elevado y a nosotros nos pagan miseria. Venimos avanzando en ver lo de la comercialización y ahí el rol del Estado.