Habíamos culminado un proceso de muchos meses de esfuerzos para armar “el frente más amplio de la izquierda” con el PTP, el MST, el PSA, la UP y organizaciones sociales como Causa y Patria Grande, que convocaba no sólo a la izquierda sino a miles de combatientes populares, a todos aquellos peronistas, socialistas, radicales, cristianos que siguen enamorados de las “grandes causas originarias” a pesar de las traiciones.
Habíamos culminado un proceso de muchos meses de esfuerzos para armar “el frente más amplio de la izquierda” con el PTP, el MST, el PSA, la UP y organizaciones sociales como Causa y Patria Grande, que convocaba no sólo a la izquierda sino a miles de combatientes populares, a todos aquellos peronistas, socialistas, radicales, cristianos que siguen enamorados de las “grandes causas originarias” a pesar de las traiciones.
Meses de unirse y luchar por la unidad, superando pequeñas ambiciones y provocaciones, hasta lograr que el esfuerzo de la campaña fuera satisfactorio para la inmensa mayoría. Para eso tuvimos que ponernos objetivos grandes y enfrentar enemigos poderosos:
A los que “hacen sangrar la provincia por las barrancas del Paraná”, a los que son la causa de que “exista una provincia inmensamente rica junto a inmensos sectores del pueblo en la pobreza y la miseria”. A los responsables de que “la droga esté más cerca de nuestros pibes que la leche”, como dijimos en la campaña.
Tuvimos que enfrentar a los monopolios y los terratenientes. Al gobierno de Cristina por su política de entrega y hambre. Y al gobierno provincial en la medida que conciliaba con ellos.
Elaboramos un programa con objetivos claros y profundos, como el cobro de ingresos brutos a los monopolios exportadores, la reforma agraria y por miles de chacras, el combate a fondo contra el narcotráfico y las adicciones, y las reivindicaciones más profundas de las mujeres, de los originarios, de los jóvenes.
Con largas giras por el interior, con el armado lugar por lugar, largas noches de pegatinas (con alguna cabeza rota por los que tratan de mantener la privatización de las paredes), una cena espectacular y recorridas por los barrios pudimos superar el bloqueo absoluto de la prensa y las semanas en que Carlos tuvo que hacer reposo y nos entusiasmó más aún, desde el Facebook y los mensajitos.
Con un PCR y una JCR que se unieron y dejaron todo por una causa grande, sin dejar una sola de las otras obligaciones revolucionarias
¡Y ganamos!
Como siempre sucede en Santa Fe, esta nota se escribe sin haberse escrutado aún, bastante más de 100.000 votos, pero ya han tenido que reconocer oficialmente que con más de 90.000 votos, Carlos del Frade y Mercedes Meier son diputados provinciales, para meter en ese “sepulcro blanqueado” que es la Legislatura, la voz, las propuestas y las luchas de los sectores populares.
Que la querida y emblemática Celeste Lepratti es concejal de la ciudad de Rosario. Y “Fito” Araujo en Villa Constitución.
Y seguimos recibiendo los resultados importantísimos en cada rincón de la provincia. En Casilda donde por pocos votos no impusimos al “Pili” Ciribeni. En Santa Fe donde se duplicó la cantidad de votos de Del Frade. En San Lorenzo, donde Carlos fue segunda fuerza en diputados, en Firmat, etc., etc., etc. El análisis más detallado lo vamos a tener que hacer, mientras vigilamos el escrutinio definitivo y desarrollamos la campaña para las PASO nacionales.
En Colonia Mascias, donde ganamos en primera vuelta, se unió el PJ, del Sel (con campos en la zona) y sobre todo Adecoagro (de Soros) en Colonia San Joaquín, pero no pudieron impedir que la compañera María Lourdes Molina asuma como vicepresidenta de la comuna con más del 40% de los votos.
En el día del cumpleaños del Che Guevara: Un gran triunfo y una gran responsabilidad. Mantener y ampliar el Frente Social y Popular como una herramienta más de la lucha de los de abajo por cambios profundos y revolucionarios.
Santa Fe de los tres gobernadores
En una elección dispersa por zonas y por categorías se necesita más tiempo para un análisis profundo.
Sí podemos anotar que después de las trompadas que recibió como castigo el socialismo tuvo que cambiar muchas cosas. A la vez la buena elección de Perotti (con el apoyo del kirchnerismo y el sciolismo) pincharon las desmedidas ambiciones de del Sel-Macri y llevaron a un triple empate con alguna ventaja para el socialismo, pero con final abierto porque las diferencias son mucho menores que los votos que falta escrutar.
En Diputados, y en Rosario (por mínima diferencia), ganó el socialismo y en Senadores ganó el peronismo.
Ahora marchamos a las elecciones nacionales que prometen ser más duras que las provinciales, pero los resultados obtenidos en un terreno difícil para nosotros como es el electoral, nos ratifican que no es buena idea someterse a la presión de la “derechización de las masas” y a la polarización electoral por derecha.
En Santa Fe hay más de 90.000 mujeres y hombres que votaron por otro camino.
Pero además, hay cientos de miles de mujeres y hombres que el 3 de junio atacaron a fondo a uno de los paradigmas más profundos de la “derecha” como es la subordinación de la mujer al hombre.
Y decenas de miles de obreros que impusieron el paro del 9 de junio.
Hay cientos de miles que se indignan de que un pibe de 12 años sea fusilado por defender a un bunker desde los techos, mientras otro pibe de 10 vendía encerrado abajo la “merca”.
Y centenas de miles de chacareros, estudiantes y jóvenes que quieren soberanía, justicia e igualdad, que son los lemas del Frente Social y Popular.