El proyecto presentado por Trump y Netanyahu es una reafirmación de la política genocida hacia los palestinos. Detrás de un supuesto “reconocimiento” de ambos estados, legaliza la anexión de partes de Cisjordania al Estado de Israel, que vienen siendo crecientemente ocupadas por “colonos” israelíes apoyados por el ejército de ocupación en estos legítimos territorios palestinos.
El otro punto abiertamente rechazado por el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, es la pretensión de que toda la ciudad de Jerusalén pase a ser la capital del Estado de Israel. Abás hizo estas declaraciones, afirmando que el acuerdo al que llamó “conspiración del siglo” “no pasará”, tras una reunión con dirigentes de todas “las facciones y grupos de Resistencia palestinos, entre ellos el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamas), para decidir la posición que van a adoptar respecto a la iniciativa de Trump”, informó la Embajada del Estado de Palestina en nuestro país. En el mismo sentido se vienen pronunciando algunos países árabes.
Los actuales gobernantes del Estado de Israel, con el fascista Netanyahu al frente, vienen desarrollando un verdadero genocidio en la franja de Gaza, bloqueando hasta la ayuda humanitaria que trata de llegar de distintas partes del mundo. Sus tropas atacan a mansalva personas y lugares civiles, y niegan los más elementales derechos a la población palestina.
A la vez, en Cisjordania, al oeste israelí, el gobierno impulsa una llamada “colonización” israelí que expulsa permanentemente a los palestinos de sus tierras para ir asentando a nuevos colonos, que ya se calculan en 400 mil. “El plan de la Casa Blanca le daría a Israel soberanía sobre el Valle del Jordán, una gran área estratégica de la Cisjordania ocupada desde 1967 donde el ejército israelí acaba de fortalecer su presencia, y que se convertiría en la frontera oriental de Israel”, agrega la Embajada palestina.
Miles de palestinos salieron a las calles de la Franja de Gaza y varias localidades cisjordanas para mostrar su repudio al plan presentado por Trump, que reconoce la ocupación israelí de los territorios palestinos, contrariamente a las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas.
Amnistía Internacional se pronunció sobre el plan de Trump y declaró que viola el derecho internacional y busca perpetuar la situación en que los palestinos están privados de los derechos básicos. El director del Programa de Amnistía Internacional para Oriente Medio y Norte de África, Philip Luther agregó: “Cientos de miles de refugiados palestinos están atrapados en campamentos, más de 70 años después de que ellos, sus padres o abuelos fueron obligados a abandonar sus hogares. Esta propuesta ignora los derechos de los refugiados bajo el derecho internacional y las décadas de sufrimiento”.
Por el contrario, los fascistas israelíes celebran la iniciativa, como el ministro de Defensa Naftali Bennett, quien afirmó: “La historia ha tocado a nuestra puerta anoche y nos ha dado la oportunidad única de aplicar la ley israelí en todas las colonias en Judea y Samaria (así llama el gobierno israelí a Cisjordania) y en el Valle del Jordán”.
Al día siguiente del anuncio en la Casa Blanca, Netanyahu corrió presuroso a Moscú para entrevistarse con el mandamás de esta potencia, Vladimir Putin. La razón de fondo del viaje fue lograr el acuerdo de Putin en esta iniciativa lanzada junto a Trump, en la línea de darle entidad a Moscú en el reparto de Medio Oriente (ver hoy N° 1800). Netanyahu volvió a agitar el fantasma del antisemitismo en su prédica para que Rusia no apoye a los palestinos, a cambio de reconocerle su derecho a intervenir en Siria, Irak e incluso Libia. El premier israelí también pretende que su otro amigo, Putin, lo apoye en la ONU para defender la presencia de los miles de colonos en los territorios usurpados a los palestinos.
Dentro del propio Israel surgen voces contrarias a la iniciativa de Trump y Netanyahu, como sectores de la izquierda sionista que la califican de “una maniobra destructiva, principalmente por ser imposible de llevar a cabo, y por lo cual su único objetivo es servir a ambos líderes”, dice el partido Meretz. Esto último viene a cuento porque Trump enfrenta un “impeachment” (juicio político) y pelea su reelección este 2020. Netanyahu por su parte, fue acusado por el fiscal general de Israel por corrupción, en tres casos separados que incluyen “soborno, fraude y abuso de confianza” y también busca ser reelecto en elecciones que se realizarán en el mes de marzo.
Más allá de las especulaciones del uso que pueden hacer ambos matones de la grave situación en Oriente Medio en su provecho personal, está claro que estamos ante una nueva escalada del atropello imperialista y colonialista contra los legítimos derechos del pueblo y la Nación palestina a su libertad y autodeterminación.
Hoy N° 1801 5/02/2020