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08 de junio de 2016

Crece el drama de millones de migrantes y refugiados, y la disputa imperialista. Organizaciones kurdas y turcas se unifican para combatir al gobierno 
de Erdogan.

Turquía, los refugiados y la cuestión kurda

Guerras imperialistas y políticas fascistas

El drama de los millones de migrantes y refugiados provenientes de los países devastados por las guerras y ocupaciones imperialistas -como Irak, Siria, Afganistán o Libia que llegan a las costas europeas-, profundiza las contradicciones y pone de manifiesto la hipocresía y la verdadera esencia de las políticas de rapiña de los países imperialistas centrales.

El drama de los millones de migrantes y refugiados provenientes de los países devastados por las guerras y ocupaciones imperialistas -como Irak, Siria, Afganistán o Libia que llegan a las costas europeas-, profundiza las contradicciones y pone de manifiesto la hipocresía y la verdadera esencia de las políticas de rapiña de los países imperialistas centrales.
En un acuerdo que comenzó a regir en parte el 20 de marzo de este año, la Unión Europea deja en manos de Turquía el manejo de toda la llegada de migrantes y refugiados a cambio de un pago de 6 billones de euros hasta el año 2018. Para recibir estos fondos y la promesa -todavía no cumplida- de que los turcos que entren a la UE no necesiten visa,  y que Europa defienda a Turquía de los ataques rusos, los acuerdos reales son que Turquía debe enviar de vuelta a sus lugares de orígenes a la mayoría de los refugiados y migrantes que pongan un pie en las islas griegas. Y a los que les permitan quedarse, usarlos como reserva de mano de obra barata, enviarlos a la frontera con Rojava para cambiar la estructura demográfica en contra de los kurdos y mantenerlos en el clientelismo político.
Se le pide también hacer cambios en las Leyes antiterroristas, a lo cual el presidente turco Erdogan se niega, ya que en los últimos años ha intensificado la represión a todos los opositores a su régimen. Ha condenado a periodistas, científicos, como también le quitó la inmunidad a 138 parlamentarios opositores para enjuiciarlos por diferentes cargos: de esta manera quiere cambiar la correlación de fuerza en el Congreso, donde disminuyó sensiblemente la cantidad de representantes propios luego que la coalición HDP (kurdos, izquierda y otros) sacara más del 13% de los votos en 2015.
Alemania -y por lo tanto Merkel- es la principal impulsora de estas políticas de la UE. Apoya abiertamente al gobierno turco -a pesar de que hace unos días reconoció la existencia del genocidio armenio- en la política de crear “zonas seguras” en el lado sirio de la frontera donde se asientan campamentos de refugiados con más de 900.000 personas. Allí los kurdos sirios han establecido desde marzo una Confederación Democrática de las localidades liberadas por ellos desde 2012. El gobierno alemán busca, por supuesto, sus propios intereses imperialistas para apoderarse del petróleo y la construcción de un oleoducto y gasoducto desde Irán, Medio Oriente (incluyendo las reservas energéticas del Mediterráneo Oriental), el Caspio (Azerbaijan y Turkmenistan) hasta Europa a través de Turquía. Esta sería la única manera de independizarse de la dependencia del gas ruso.
El interés alemán también se basa en su decisión de construir una base militar propia en Incirlik -base turca donde ahora estaciona sus fuerzas pero que pasará a tener un sector totalmente alemán. La razón que declara es la lucha contra el ISIS en Iraq y Siria. Para ello ya han aprobado un presupuesto de 65 millones de euros, se estacionarán aviones, 400 soldados y una nave cisterna.
El presidente Erdogan y su partido AKP (Partido Islamista) que gobiernan Turquía desde hace 13 años eran presentados por los imperialismos al comienzo de la “primavera árabe” como ejemplo de partido islamista “moderno y democrático”. A medida que arreciaron las luchas populares masivas con las concentraciones en la plaza Taksin en Estambul, el gobierno turco endureció la represión contra el pueblo, la oposición y especialmente contra la minoría kurda. Planteó además una reforma educativa conservadora, y se conocieron envíos secretos de armas al ISIS por los servicios secretos turcos. Las cárceles siguen llenas de presos políticos y la violación a los derechos humanos es moneda común. Se fascistizó cada vez más el régimen. En abril de este año, el presidente del parlamento, también del AKP, propuso la eliminación del laicismo en una nueva constitución. Esto enardeció a la izquierda y los grupos mayoritarios laicos que fueron violentamente reprimidas por la policía. 
 
La cuestión kurda 
La nación kurda habita desde tiempos inmemoriales la región de la Mesopotamia. Son en la actualidad entre 55 y 60 millones de kurdos. Durante la primera guerra mundial, en 1916, los gobiernos imperialistas de Inglaterra y Francia empujaron el reparto de los despojos del imperio otomano, codiciando el petróleo de la zona. De ese acuerdo, ahora centenario, surgieron cuatro estados nacionales: Líbano, Siria, Irak y Jordania. Años después, con el fin de la segunda guerra, surgiría el Estado de Israel. Los kurdos quedaron repartidos: el 45% en Turquía y el resto entre Irak, Irán y Siria.
Conculcados todos sus derechos a hablar su lengua, tener sus representantes, elegir sus autoridades, prohibida su cultura, fueron reprimidos y contra ellos se lanzaron campañas de exterminio. Lucharon de diversas formas en los distintos países hasta que en algunos como Irak, alcanzaron un estatus de mayor autonomía.
En Turquía, sin embargo, el Estado y sus clases dominantes niegan incluso que exista un pueblo kurdo y siguen su política de represión.
 
Milicias kurdas
En 2012, en la región siria kurda (Rojava) se crearon cantones democráticos, con organización autónoma, que fueron sitiados por el ISIS en 2014. Para hacer frente al ataque se formaron las milicias kurdas-sirias Unidades de Protección del Pueblo (UPP) que fueron las primeras en derrotar a los yihadistas en Kobane. Desde entonces han avanzado en la liberación de localidades y controlan las dos terceras partes de la frontera turca-siria de 800 km. 
Estos cantones eligieron representantes de las diferentes etnias y religiones de los lugares y sobre todo, empujan la participación y el protagonismo de las mujeres al mismo nivel que los hombres. Se formaron las milicias de mujeres y Unidades Femeninas de Protección Popular que luchan a la par de los varones, tienen puestos de comando en igualdad de condiciones y tuvieron una actuación destacada en la lucha contra el ISIS durante el sitio de Kobane.
El gobierno turco reprime violentamente los derechos de los kurdos, hasta se los encarcela si hablan en la calle su idioma. El máximo líder político de los kurdos es Abdullah Ochalan -presidente del Partido Kurdo de los Trabajadores (PKK), quien fuera condenado a cadena perpetua, que cumple en solitario en la isla turca de Imrali desde 1999. Erdogan teme la creación de un “cinturón kurdo” en el límite con Siria y sostiene una política dual: por un lado cede a Estados Unidos, aliado con los kurdos/sirios en la lucha contra el ejército islámico, bases para el bombardeo del ISIS y por otro bombardea constantemente con su artillería a las Unidades de Protección del Pueblo (UPP) y los territorios liberados por ellas, lo que favorece al ISIS.
Turquía sostiene que no cejará en su bombardeo contra las UPP si no detienen su avance en el norte de Alepo y se retiran de las poblaciones conquistadas a principios de este año. Los kurdos a su vez aprovechan el bombardeo ruso/sirio para avanzar. Los turcos consideran a los kurdos/sirios como terroristas ya que dicen que son una extensión del PKK que ha librado y libra en Turquía la lucha armada contra el Estado desde hace unos años. El PKK es considerado como grupo terrorista por Estados Unidos y la UE, pese a que ahora desde esos países coordinan con las UPP acciones de lucha contra ISIS.
 
Surge el Movimiento Popular Unido por la Revolución
Los kurdos-sirios declararon en un Congreso en 2016 un estado federado en los cantones de Afrin, Kobane y Cizire. Han liberado más zonas y decidieron unificarlas en una sola entidad que gestionara asuntos económicos, de seguridad y defensa. El objetivo no es crear un Estado nacional kurdo sino una entidad que represente a todos los grupos étnicos y sociales que habitan el Norte de Siria. En el Congreso realizado hubo delegados alawitas, asirios, turcomanos, yazidíes, etc., además de kurdos. Estados Unidos sostuvo que no reconocerá una entidad autónoma si ésta no es apoyada por todos los ciudadanos sirios. En febrero de 2016 inauguraron una representación en Moscú. La segunda después de la del kurdistan iraquí.
En marzo de 2016, en Qandil, nueve organizaciones y partidos revolucionarios que luchan en Turquía y Kurdistán anunciaron la fundación del Movimiento Popular Unido por la Revolución. A su vez llamaron a otros grupos revolucionarios a participar en la lucha revolucionaria conjunta. En su declaración política sostienen que “decirle ¡Alto! al fascismo del AKP y derrotarlos se ha convertido en la tarea más importante, primera y determinante para todo el pueblo turco y las fuerzas democráticas/ revolucionarias”, y que esta tarea “creará una Turquía libre y democrática y abrirá el camino para la revolución en el Medio Oriente”.