(…) Los pueblos deben estar siempre atentos a la conservación de sus intereses y derechos, y no se deben fiar sino de sí mismos. El extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a sacar cuantas ventajas puedan proporcionarse. Recibámoslo enhorabuena, aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su industria, y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a manos llenas, pero miremos sus consejos con la mayor reserva, y no incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes que se dejaron envolver en cadenas, en medio del embelesamiento que les habían producido los chiches y abalorios”.
Fragmento de un artículo de Mariano Moreno en la Gaceta de Buenos Aires
(16/9/ 1810) titulado
“A propósito de la conducta del capitán Elliot”, donde
se expone la naturaleza agresiva del colonialismo inglés.Publicado por
Eduardo Azcuy Ameghino
en La tradición democrática
y revolucionaria de Mayo.