En 1999 en Centenario, una ciudad a 17 km de la capital neuquina, y como consecuencia de la profunda crisis de los gobiernos de Menem y de Sobisch, los vecinos toman tierras para construir sus viviendas.
En 1999 en Centenario, una ciudad a 17 km de la capital neuquina, y como consecuencia de la profunda crisis de los gobiernos de Menem y de Sobisch, los vecinos toman tierras para construir sus viviendas.
Tanto en la zona Sarmiento Norte donde actualmente se ubica el Barrio Trahun Hué, como en la segunda meseta en el oeste había manzanas libres, en las que grupos numerosos de familias se asientan y se denominan, en principio, Toma El Mirador. Esas manzanas habían sido adjudicadas mediante ordenanza en el año 87 a la Empresa Maronesse que años más tarde presentó quiebra. Totalmente deshabitadas, ya que la empresa no había construido las viviendas, unas 77 familias con graves problemas habitacionales se quedan en los terrenos y se proveen de agua y luz en forma precaria. Muchos años de lucha para construir una casa, y más aun de reclamos para acceder a los servicios, fueron marcando la vida de los niños y niñas, de mujeres y hombres del barrio. En el año 2004, la Dirección de Tierras les extienden Certificados de Ocupantes, en el 2012 los inscriben como contribuyentes y comienzan a recibir intimaciones de pago por deuda de agua y cloacas, servicios que al día de la fecha no tienen.
Los vecinos y vecinas del Barrio El Mirador, hartos del olvido de los funcionarios municipales, se movilizaron el miércoles 21 a la Municipalidad, dejaron un petitorio en el que solicitan se realicen los proyectos de agua y cloacas, y las copias de los proyectos de infraestructura de gas y electricidad, elaborados por Camuzzi y el EPEN que a pedido de los vecinos realizaron las empresas de servicios. Fueron recibidos por el intendente J. Bertoldi, el secretario de Obras Públicas Cristian Pieroni y la subsecretaria de Tierras y Viviendas Carolina Vidal; el intendente fotocopió una intimación de pago de los servicios que no tienen y se comprometió a resolver las obras necesarias y la situación legal de las tierras con la empresa en el lapso de un mes. Iguales notas dejaron en el Concejo Deliberante y a la Defensoría del Vecino.
En estos años los vecinos no sólo lucharon por los servicios, sino que avanzaron en organizar una comparsa que nuclea a jóvenes y niños y planean contar con un centro que pueda contenerlos con actividades socioculturales.
