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21 de marzo de 2012

El sábado 17 de marzo la Agrupación Telefónica Bordó, integrante de la CCC, junto a los telefónicos de la CTA y el MST realizaron una choriceada en conmemoración del día del Trabajador Telefónico e hizo pública la declaración que reproducimos.

Un camino para los telefónicos

Hoy 1411 / 18 de marzo, Día del Trabajador Telefónico

El 18 de marzo de 1948 el gobierno de Perón nacionalizó los teléfonos. Aprovechó un momento internacional favorable para la Argentina, para cortar las ataduras con las potencias imperialistas, y promover el desarrollo independiente del país.

El 18 de marzo de 1948 el gobierno de Perón nacionalizó los teléfonos. Aprovechó un momento internacional favorable para la Argentina, para cortar las ataduras con las potencias imperialistas, y promover el desarrollo independiente del país.
Hoy en cambio, a pesar que nuevamente asistimos a un momento internacional favorable, por los altos precios de los productos que exportamos (soja, trigo, maíz), la política del gobierno profundizó la dependencia y el atraso propio de un país agroexportador. Es cierto que en estos años, comparando con el 2001-2002, creció el empleo, mejoraron los salarios y el consumo interno. Pero esas son las migajas de lo que se llevaron los monopolios imperialistas, la burguesía intermediaria y los terratenientes.
Telefónica y Telecom, que en los 90 se apropiaron por monedas de nuestras telecomunicaciones, son una de las vías de saqueo imperialista del país.
En 1989, antes de la privatización menemista, había cerca de 3 millones de líneas telefónicas instaladas, actualmente hay 8 millones y más de 50 millones de teléfonos celulares.
El desarrollo tecnológico produjo un explosivo aumento de telefonía celular y la masificación del uso de Internet, lo que significo fabulosas ganancias para Telefónica y Telecom.
Estos monopolios aplicaron desde el inicio una política de superexplotación de los trabajadores, redujeron personal, aumentaron la jornada laboral e introdujeron las contratistas para hacer, por la mitad del salario, los trabajos que siempre habíamos realizado los telefónicos.
En base a esa superexplotación de efectivos y tercerizados, el boom que produjeron las nuevas tecnologías y tarifas que están entre las más altas del mundo, estos monopolios pasaron a estar en el ranking de las diez empresas que más facturan en el país y sus ganancias, las declaradas y las ocultas, son giradas a sus casas matrices en el exterior, convirtiéndose en uno de los caminos por los que los recursos producidos en el país van a parar a las metrópolis imperialistas.
El gobierno, con un discurso contra el neoliberalismo y la entrega de los 90, en el terreno de las comunicaciones, como en el del petróleo y la minería, mantuvo la política del menemismo.
Los monopolios que recibieron las concesiones de los yacimientos de petróleo saquearon las reservas exportando todo lo que pudieron, sin invertir en explorar nuevos yacimientos, y hoy estamos obligados a importar gas y petróleo para cubrir la demanda interna. La evitable tragedia de Once muestra que tampoco se ha invertido en mejorar la infraestructura del país. No se reactivó la industria ferroviaria, ni la naval, ni la aeronáutica.

 

¿Qué hacen frente a esto los dirigentes de Foetra?
Los dirigentes de Foetra, defensores del gobierno K, “olvidaron” la lucha por la recuperación de las telecomunicaciones. Abandonaron a los trabajadores de las tercerizadas a su suerte, a punto tal, que estos debieron armar su propio sindicato con el apoyo de la CTA. Maniobran para justificar los salarios y las condiciones de trabajo que imponen las empresas para aumentar sus ganancias, hoy especialmente exigidos por la crisis en sus países de origen.
Esa política de los dirigentes de Foetra nos obliga a los telefónicos a tomar en nuestras propias manos la lucha por:
• Salarios dignos, acorde al costo de la canasta familiar, hoy de $7.000 y ajustable de acuerdo a la inflación real.
• Eliminación del tope para las asignaciones familiares y el impuesto a las ganancias para los asalariados.
• Incorporación de todos los trabajadores tercerizados y de la telefonía celular al convenio de Foetra, que garantice igual salario por igual trabajo y fortalezca nuestro gremio en la lucha contra estos monopolios.
• Terminar con la dependencia de los países imperialistas para promover el desarrollo independiente del país, y que las riquezas y el trabajo de los argentinos vayan para resolver las necesidades del pueblo. Recuperar las comunicaciones, los ferrocarriles, la energía, los recursos estratégicos y demás palancas claves de nuestra economía.