La Facultad de Ciencias Médicas de La Plata ha sido siempre una de las más importantes del país, no solo por los grandes profesionales que de ella han salido –Dr. Favaloro, por solo dar un ejemplo–, sino también por las investigaciones que ha llevado adelante. En su historia ha tenido distintas modalidades de ingreso –libre, eliminatorio, etc.–. En 1992 llegó a tener más de 13.000 estudiantes, hasta que vinieron los años del famoso “ingreso eliminatorio” que llevó la matricula a sólo 4.500 alumnos.
Hace un año la agrupación Hoja de Roble, que condujo durante 25 años los destinos de la Facultad, perdió las elecciones de decano y nuestra casa de estudios cambió su rumbo elitista. Los voceros actuales de Hoja de Roble, Dr. Julio Hijano y Dra. Marisa Cobos, han salido a atacar nuevamente con falsos argumentos, que la masividad del ingreso –irrestricto desde 2015– llevará a una mala formación de los profesionales de la salud. Además, cuestionan las reformas que se han puesto en práctica durante el último año, como es el régimen de promoción de materias.
En febrero de este año cursaron en la facultad 7.000 ingresantes en simultáneo. Los ingresos de las carreras de Medicina (4.000 inscriptos) sumado a los de las carreras de Obstetricia, Enfermería, Nutrición y Técnicas en Prácticas Cardiológicas (en total 3.000 inscriptos más) se desarrollaron sin que existiera ningún problema organizativo importante. La Facultad permaneció con cursadas desde las 8 AM hasta las 22 PM, con bandas horarias para los estudiantes que tienen hijos y trabajan. ¿Qué cuestionan de fondo las voces que pugnan por el elitismo? ¿Será que aún mantienen firmes las ideas de quien fuera decano de que “el hijo del zapatero, no puede estudiar medicina”?
Si bien es cierto que debemos pugnar por un presupuesto acorde a la nueva realidad que se presenta en nuestra facultad, que hoy es la más grande de la UNLP, como así también por los cargos docentes necesarios para recibir a los estudiantes en condiciones óptimas, debemos reflexionar, al mismo tiempo, sobre qué estrategias pedagógicas se adecuan a los tiempos actuales. La utilización de las técnicas de simulación y el acceso a materiales audiovisuales permite poner al alcance de la mano de los estudiantes, en su propio teléfono, los contenidos y materiales que antes eran impensados. Pero sepamos que aún hay profesores que auguran por una Facultad de espaldas a la realidad Argentina, de espaldas al sistema público de salud y de espaldas a la educación pública.
La medicina, las ciencias médicas y la enseñanza no son disciplinas estáticas, van evolucionando. No es igual un tratamiento de hoy que lo que se hacía hace 30 años. La Facultad deberá transitar este nuevo desafío de formar los profesionales que la salud de los argentinos necesita, en última instancia son ellos quienes sostienen la educación pública. Transformar 25 años de una Facultad elitista, restrictiva y de formación deficiente no se hace de un día para otro, seguramente habrá cosas para mejorar, pero con seguridad puedo afirmar que este camino de transformación camina al grito de “al gran pueblo argentino,salud”.
Escribe Manuel De Battista, Médico. Docente de Anatomía FCM.
Representante graduado en la Comisión de Enseñanza FCM
Hoy N° 1759 20/03/2019