Corazón de Corrientes, histórico reinado de grandes terratenientes extranjeros y argentinos que todavía hacen flamear sus banderas en algunos ranchos, en las movidas y en las contiendas electorales. Para ser más precisos, entre el latifundio de Tompkins y el de la Universidad de Harvard, está el pueblito de San Miguel y su zona rural.
Corazón de Corrientes, histórico reinado de grandes terratenientes extranjeros y argentinos que todavía hacen flamear sus banderas en algunos ranchos, en las movidas y en las contiendas electorales. Para ser más precisos, entre el latifundio de Tompkins y el de la Universidad de Harvard, está el pueblito de San Miguel y su zona rural.
Es día de celebración, de esas que los campesinos pobres, semiproletarios y obreros rurales no vieron ni oyeron nunca, el festejo por la entrega de 127 títulos de propiedad de la tierra que ocupan sumando 1.500 hectáreas fiscales y por ocupación veinteañal más de 100, que sumarían 1.000 a 1500 has, todas ya mensuradas.
La Escuela del Paraje el Caimán, sobre la ruta es la primera escala donde febrilmente van y vienen hombres, mujeres, jóvenes y niños en la organización del asado y locro, con las donaciones. Alrededor del fuego una nube de campesinos de sombrero, gorras y boinas, con alpargatas, algunos con bombachas y rastras y las mujeres trabajan sin pausa cada uno atendiendo el sector de preparación del menú que espera a unos 300 parroquianos.
La caravana que sale de ahí, haciendo flamear unas treinta banderas argentinas marcha hacia esos dos latifundios extranjeros. Se recorrerá unos diez kilómetros en tractor con acoplado, que también fue uno de los triunfos de esta lucha. Va cargado al tope, camionetas, motos, autos y colectivos.
El acto, las palabras, el canto sentido y oportuno en su letra de Joselo Schuap, fueron el marco para la clavada de las banderas argentinas iniciada por un excombatiente de Malvinas en ese suelo arenoso. Todos comentaron que sintieron un estremecimiento y una gran emoción al hacerlo.
A la vuelta, las mesas estaban armadas, eran pocas, ante la presencia desbordante de más de 500 personas. Mientras se organizaba lo que faltaba, se continuó con el acto iniciado frente a los latifundios extranjeros. Se sucedieron las palabras emocionadas y comenzó la gran actuación de Joselo, mezclados con músicos del lugar.
Teniendo en cuenta que la política kirchnerista agroexportadora sojera, forestal, minera y petrolera de megaproyectos, se demostró antagónica con la presencia de la población rural en el campo, principalmente de campesinos pobres, medios y originarios en un éxodo imparable, que los proyectos de Agricultura Familiar son insignificantes para esas masas y se usan para dividir los movimientos y cooptar dirigentes y que en la tierra y el territorio concentran una de sus principales disputas, la jornada conmovedora me hizo pensar tres cosas:
1. Lograr con larga lucha el título de las tierras que históricamente ocupaban los campesinos pobres, era un hecho inédit. Todo había sido producto de la permanente y consecuente lucha en el reino de los terratenientes, usando todas las contradicciones con independencia y sin deberle nada a nadie.
2. La presencia de compañeros qom de la CCC y de la Unión Campesina del Chaco, era la expresión de la unidad de criollos y aborígenes, correntinos y chaqueños, nada frecuente, que se había iniciado hacía más de diez años cuando con Mártires López y Julio Kaplan habían intercambiado experiencias en la organización de los campesinos pobres. En ese camino en que se fueron encontrando los primeros organizadores correntinos en solidaridad con la Unión Campesina del Chaco, ésta se comprometió a aportar semillas de algodón conseguidas con la lucha en las primeras épocas del kirchnerismo que las quería usar para cooptar a los dirigentes.
3. La gran cantidad de compañeros del PCR, que hace 45 años fueron dirigentes estudiantiles en las históricas luchas de la FUNE y levantaron las banderas de la unidad obrera, campesina, estudiantil y popular, de la Tierra para el que la trabaja y de la reforma agraria, tenían un significado muy importante. Los ausentes, Rafael Gigli y el Vasco Paillole, también estaban presentes.
La consecuencia y persistencia de la adhesión a una línea política, a una ideología que guíe la acción, a pesar de tantos años, de las restauraciones capitalistas, de la dictadura y del revisionismo, se veía en concreto en esa celebración, donde en la unidad que expresaba Julio con esos campesinos pobres orgullosos y de pie, era la integración de la línea del Partido a la realidad de una provincia muy compleja.
Esta experiencia ha prendido una pequeña fogata en un inmenso campo reseco. Aumentarán las presiones, como aumentará la demanda de miles de campesinos pobres para organizarse y avanzar en ese camino, en un gran desafío para nuestras fuerzas, sacudiendo cualquier escepticismo.
Para que la unilateralidad del análisis no relativice esta gran experiencia, es necesario decir que los principales dirigentes campesinos forman parte de la Junta Promotora del PTP que hace unos meses lanzaron públicamente la campaña de afiliación para tener una herramienta política de unidad, que se pueda expresar en las luchas y en las elecciones. El cartel del PTP estuvo en el acto y en la celebración, junto a los que decían No a los grandes terratenientes, Sí a miles de chacras, por una reforma agraria integral.