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12 de julio de 2012

El jueves 5 de julio se conoció el fallo en una causa por la apropiación de 35 bebés durante la última dictadura militar.

Un logro de la lucha popular

Hoy 1427 / Juicio por apropiación de bebés durante la dictadura

El Tribunal Oral Federal 6 afirmó que estas apropiaciones se hicieron en “el marco de un plan general de aniquilación sobre parte de la población civil, implementando métodos del terrorismo de Estado durante los años 1976 a 1983 de la última dictadura militar”. El genocida Videla recibió una condena a 50 años, el último presidente de la dictadura, Reynaldo Bignone, 15 años, y fueron condenados otros siete represores, militares y civiles.

 

El Tribunal Oral Federal 6 afirmó que estas apropiaciones se hicieron en “el marco de un plan general de aniquilación sobre parte de la población civil, implementando métodos del terrorismo de Estado durante los años 1976 a 1983 de la última dictadura militar”. El genocida Videla recibió una condena a 50 años, el último presidente de la dictadura, Reynaldo Bignone, 15 años, y fueron condenados otros siete represores, militares y civiles.

 

Este juicio es otro logro de la larga lucha de los familiares y del conjunto del pueblo argentino por sus libertades democráticas. A la vez es una muestra del camino jurídico avalado por este gobierno, que avala la separación de causas, y juicios que se prolongan por años, permitiendo en muchos casos un “punto final biológico” para muchos represores. “Dieciséis años tuvo que esperar la denuncia que realizó Abuelas de Plaza de Mayo en diciembre de 1996, cuando estaban vigentes las leyes de impunidad, y se encontró este recurso para intentar dar un salto a la situación de impunidad que se estaba viviendo” dice un comunicado de HIJOS La Plata.

 

Entre los condenados están también algunos de los siniestros personajes más conocidos de la dictadura, como Jorge “el Tigre” Acosta, el ex almirante Oscar Antonio Vañek, y el ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros.

 

El fiscal Martín Niklison y las querellas habían pedido 50 años de prisión para Videla, Bignone y Jorge “El Tigre” Acosta por 35 casos de apropiaciones ilegales ocurridas en las maternidades clandestinas que funcionaron en los centros de detención y exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Campo de Mayo, Pozo de Banfield, La Cacha y Comisaría 5ta. de La Plata, entre otros.

 

“Este fallo no repara solamente a las víctimas, sus familiares y amigos, sino a la sociedad toda. La sentencia de hoy será un triunfo colectivo conseguido gracias a la búsqueda sostenida de justicia de los organismos de derechos humanos, las víctimas, los familiares y organizaciones sociales y políticas de todo el país”, opinó Victoria Donda, cuyo apropiador está entre los condenados.

 

 

Una tarea inconclusa

Afirma además HIJOS La Plata que “este juicio es en realidad un punto de partida de una tarea inconclusa, que si en verdad tiene un largo recorrido tras de sí, no se agota en el justo castigo de un puñado de las cabezas del mando militar policial que ejecutaron el genocidio”.

 

De los 35 casos 27 fueron nacimientos en cautiverio y, excepto Sara Méndez, su marido Mauricio Gatti y Abel Madariaga; todas las madres y padres están desaparecidos. De las apropiaciones que se juzgan, 25 ya han sido resueltas gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y esos nietos han podido recuperar su verdad y su historia…

 

“Mientras tanto, continúan apropiados, y viviendo en una red de mentiras, los hijos de las parejas María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete, de Ana Rubel y Hugo Alberto Castro, de Gabriela Carriquiriborde y Jorge Repetur, y los casos de Ana Libertad Baratti-De la Cuadra, Clara Anahí Mariani-Teruggi, Victoria Petrakos-Castellini, Martín Ogando-Montesano y Guido Carlotto.

 

“El proceso que ahora llega a su fin juzgó la responsabilidad penal estructural en el armado del Plan Sistemático de apropiación de menores…

 

Desde el caso de Paula Logares, restituida en 1984, hasta mediados de1989 las Abuelas habían encontrado 50 chicos apropiados, de los cuales la mitad habían vuelto con sus familias y sólo 5 estaban en proceso judicial.

 

A mediados de 2012, 23 años después, los niños con identidad restituida son sólo una quinta parte de los casos denunciados, siendo el último el caso N° 105: Laura Reinhold Siver, la hija de Susana Leonor Siver y Marcelo Carlos Reinhold, nacida en febrero de 1978 en el Hospital Naval.

 

Durante estos años de continuidad de las apropiaciones, y hasta llegar al juicio “Plan Sistemático” hubo varios genocidas muertos impunes…

Fueron únicamente nueve los juicios por apropiación o supresión de identidad entre marzo de 2004 y noviembre de 2011. Las penas a los 17 genocidas y algunas de sus esposas, autores de uno de los crímenes que mejor simbolizan el genocidio perpetrado en la dictadura, fueron de entre 5 y 18 años de prisión, con otorgamientos de domiciliarias incluidas…” Tras denunciar la complicidad de la jerarquía de la Iglesia Católica, jueces y médicos policiales, dice HIJOS La Plata: “En un sentido, este juicio al “Plan Sistemático” es una muestra más de la fragmentación con que estas investigaciones se llevan adelante, cosa que no causa otro efecto que dilatar los procesos de lucha contra la impunidad y restitución del derecho a la verdad, a la identidad, a la reparación efectiva, a la garantía de no repetición”. El jueves 5 de julio 
se conoció el fallo 
en una causa por la apropiación de 35 bebés durante la última dictadura militar. 
 
 El Tribunal Oral Federal 6 afirmó que estas apropiaciones se hicieron en “el marco de un plan general de aniquilación sobre parte de la población civil, implementando métodos del terrorismo de Estado durante los años 1976 a 1983 de la última dictadura militar”. El genocida Videla recibió una condena a 50 años, el último presidente de la dictadura, Reynaldo Bignone, 15 años, y fueron condenados otros siete represores, militares y civiles.
Este juicio es otro logro de la larga lucha de los familiares y del conjunto del pueblo argentino por sus libertades democráticas. A la vez es una muestra del camino jurídico avalado por este gobierno, que avala la separación de causas, y juicios que se prolongan por años, permitiendo en muchos casos un “punto final biológico” para muchos represores. “Dieciséis años tuvo que esperar la denuncia que realizó Abuelas de Plaza de Mayo en diciembre de 1996, cuando estaban vigentes las leyes de impunidad, y se encontró este recurso para intentar dar un salto a la situación de impunidad que se estaba viviendo” dice un comunicado de HIJOS La Plata. 
Entre los condenados están también algunos de los siniestros personajes más conocidos de la dictadura, como Jorge “el Tigre” Acosta, el ex almirante Oscar Antonio Vañek, y el ex comandante de Institutos Militares, Santiago Omar Riveros.
El fiscal Martín Niklison y las querellas habían pedido 50 años de prisión para Videla, Bignone y Jorge “El Tigre” Acosta por 35 casos de apropiaciones ilegales ocurridas en las maternidades clandestinas que funcionaron en los centros de detención y exterminio de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), Campo de Mayo, Pozo de Banfield, La Cacha y Comisaría 5ta. de La Plata, entre otros.
“Este fallo no repara solamente a las víctimas, sus familiares y amigos, sino a la sociedad toda. La sentencia de hoy será un triunfo colectivo conseguido gracias a la búsqueda sostenida de justicia de los organismos de derechos humanos, las víctimas, los familiares y organizaciones sociales y políticas de todo el país”, opinó Victoria Donda, cuyo apropiador está entre los condenados.
 
Una tarea inconclusa
Afirma además HIJOS La Plata que “este juicio es en realidad un punto de partida de una tarea inconclusa, que si en verdad tiene un largo recorrido tras de sí, no se agota en el justo castigo de un puñado de las cabezas del mando militar policial que ejecutaron el genocidio”.
De los 35 casos 27 fueron nacimientos en cautiverio y, excepto Sara Méndez, su marido Mauricio Gatti y Abel Madariaga; todas las madres y padres están desaparecidos. De las apropiaciones que se juzgan, 25 ya han sido resueltas gracias a la lucha de Abuelas de Plaza de Mayo y esos nietos han podido recuperar su verdad y su historia…
“Mientras tanto, continúan apropiados, y viviendo en una red de mentiras, los hijos de las parejas María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete, de Ana Rubel y Hugo Alberto Castro, de Gabriela Carriquiriborde y Jorge Repetur, y los casos de Ana Libertad Baratti-De la Cuadra, Clara Anahí Mariani-Teruggi, Victoria Petrakos-Castellini, Martín Ogando-Montesano y Guido Carlotto. 
“El proceso que ahora llega a su fin juzgó la responsabilidad penal estructural en el armado del Plan Sistemático de apropiación de menores…
Desde el caso de Paula Logares, restituida en 1984, hasta mediados de1989 las Abuelas habían encontrado 50 chicos apropiados, de los cuales la mitad habían vuelto con sus familias y sólo 5 estaban en proceso judicial. 
A mediados de 2012, 23 años después, los niños con identidad restituida son sólo una quinta parte de los casos denunciados, siendo el último el caso N° 105: Laura Reinhold Siver, la hija de Susana Leonor Siver y Marcelo Carlos Reinhold, nacida en febrero de 1978 en el Hospital Naval. 
Durante estos años de continuidad de las apropiaciones, y hasta llegar al juicio “Plan Sistemático” hubo varios genocidas muertos impunes…
Fueron únicamente nueve los juicios por apropiación o supresión de identidad entre marzo de 2004 y noviembre de 2011. Las penas a los 17 genocidas y algunas de sus esposas, autores de uno de los crímenes que mejor simbolizan el genocidio perpetrado en la dictadura, fueron de entre 5 y 18 años de prisión, con otorgamientos de domiciliarias incluidas…” Tras denunciar la complicidad de la jerarquía de la Iglesia Católica, jueces y médicos policiales, dice HIJOS La Plata: “En un sentido, este juicio al “Plan Sistemático” es una muestra más de la fragmentación con que estas investigaciones se llevan adelante, cosa que no causa otro efecto que dilatar los procesos de lucha contra la impunidad y restitución del derecho a la verdad, a la identidad, a la reparación efectiva, a la garantía de no repetición”. n