La más brutal crisis económica de la historia del capitalismo sacude al país, y la política kirchnerista la descarga sobre el pueblo. Cuando recién comienza a llegar el tsunami de la crisis, el hambre golpea duro en los barrios y las zonas agrarias populares, en los desocupados y sus familias. Hay oleadas de despidos, suspensiones y rebajas de salarios. Cuatro millones setecientos mil jubilados cobran la mitad de la canasta de pobreza. La epidemia de dengue se extiende sin parar. Cae la producción industrial sometida a la competencia con las importaciones chinas y brasileñas. La seca, la crisis y la política de venganza kirchnerista empujan a la quiebra a la producción chacarera.
Diarios, radios y la TV del sistema, ocultan que una gran oleada de luchas recorre a la Argentina en respuesta a la crisis y a la política kirchnerista: petroleros, automotrices, trabajadores del acero, de la agroindustria, de la alimentación, estatales, docentes, entre otros. El que no lucha pierde. Sigue, desde abajo, la lucha agraria y federal. Se movilizan contingentes estudiantiles. Fue un gran triunfo político conquistar la libertad de Ramón Bogado, dirigente de la comisión interna de Terrabusi-Kraft, enfrentando un juicio farsa. Y el 2 de Abril hubo grandes actos patrióticos en todo el país por Malvinas.
La clase trabajadora se puso en el centro del combate y la unidad del pueblo. Las fuerzas obreras y populares, patrióticas y democráticas, avanzan en su unidad. Crece la democracia grande reconstruyendo y recuperando los cuerpos de delegados en los lugares de trabajo, las asambleas populares y multisectoriales, que coordinan las luchas y acuerdan sus reclamos. Sobre esas bases, es posible crear las condiciones para concretar un paro nacional activo obrero, chacarero, estudiantil y popular para derrotar la política kirchnerista. Esto llena de temor al gobierno y al conjunto de las clases dominantes.
Elecciones tramposas y fraudulentas
El gobierno, crecientemente debilitado por las luchas, adelantó las elecciones a junio: la "caja K" no llegaba a octubre. También por su debilidad, lanzó candidaturas testimoniales de gobernadores e intendentes que no asumirán, tratando de frenar la fuga de los que saltan el cerco hacia la oposición. Así, las elecciones serán una farsa en la que los votados no van a asumir, los que van a asumir recién lo harán en diciembre, y hasta fin de año habrá un Congreso en funciones deslegitimado por la elección, y otro electo que no funcionará. Además, el desastre de los padrones, la manipulación de las mesas de votación y sus autoridades, y el control kirchnerista del sistema de cómputos, preanuncian que continuará el fraude escandaloso que se vio en elecciones anteriores. Son hechos que muestran que se marcha a una gran trampa electoral.
Todos los grupos de las clases dominantes tratan de impedir que las luchas populares en las calles los desborden. Para ese objetivo, usan a las fuerzas políticas y sindicales que se les subordinan para dividir lo que se va uniendo en la lucha. Tratan de arrastrar todos los reclamos hacia el terreno electoral y parlamentario, usando su control de los medios de comunicación del sistema, y las "cajas" para campañas millonarias. El hambre, los despidos, el dengue, la crisis agraria, etc., no esperan a diciembre. Mienten que el Congreso frenó las retenciones de la 125, cuando fueron más de 4 meses de rebelión agraria y federal, con cientos y a veces más de mil cortes de ruta, los que forzaron al Congreso a rechazar el proyecto de ley del gobierno. Ninguno de los problemas que provoca la crisis se va a resolver con estas elecciones, manejadas por el aparato político y judicial del sistema.
Las fuerzas obreras, campesinas y populares en lucha no pudieron constituir un frente programático. No hay elecciones libres de la mano de los Kirchner y los de arriba. Fue el 17 de Octubre de 1945 el que abrió el camino al triunfo de Perón en 1946. Hubo un Caracazo antes de que pudiera ser electo Chávez, y varias insurrecciones antes de las elecciones en las que se impuso Evo Morales. Primero tiene que tronar el escarmiento popular contra los malos gobiernos para que pueda conquistarse cierta libertad en el voto. Y las elecciones serán verdaderamente libres cuando sea el pueblo el que las convoca y las controla.
El gobierno miente y paga la deuda
Los Kirchner se presentan como un gobierno "nacional y popular", pero han pagado 210.000 millones de pesos de deuda, a costa del hambre y los sufrimientos del pueblo, y la siguen pagando con los fondos de los trabajadores que le roban al Anses, con los que además hacen su campaña electoral. Moyano aportó a esa campaña con el acto de la CGT, ensuciando la convocatoria por el 1° de Mayo. No habló de la crisis, y agradeció al gobierno leyes que son las menemistas "perfumadas", que crearon los "contratos basura" con los que están despidiendo a miles de trabajadores. Moyano ocultó, también, que la CGT pactó con las patronales y el gobierno el congelamiento de las paritarias, a cambio de aumentos miserables, pese a la inflación acumulada del 48% desde que se firmaron los convenios el año pasado.
Lo que el gobierno quiere con estas elecciones, es un respaldo político para imponer, a partir de julio, un brutal ajuste, que negocia en las capitales imperialistas, con acuerdos de más pagos de la deuda. Muchos candidatos de la oposición proponen planes distintos de los del gobierno, pero que igualmente descargan la crisis sobre el pueblo: una devaluación que hacharía los salarios, "libre mercado" cuando el comercio exterior está dominado por un puñado de monopolios imperialistas, y la vuelta a los controles del FMI. Por eso, hay dos políticas de derecha: la del gobierno y la que se embosca en la oposición.
El gobierno –y muchos candidatos de la oposición– quieren seguir pagando la deuda pública, que entre el 2009 y el 2011suma 200.000 millones de pesos. No hay salida a la crisis con esta política de pagar esa deuda ilícita, fraudulenta, usuraria y odiosa. La situación exige volcar todos los recursos del país para dar respuesta a la crisis, haciéndosela pagar a los imperialistas, los monopolios y los terratenientes que se llenaron los bolsillos a costa del pueblo. Islandia, Polonia, Ucrania, Hungría, Ecuador y otros países, dejaron de pagar sus deudas. Billones de dólares de deudas de bancos y empresas de Estados Unidos, Europa, China y Japón, fueron "comprados" por los Estados de los países imperialistas. Es hora de que carguen también con los negociados que sus bancos hicieron con la dictadura argentina, y con las "renegociaciones" y "blindajes" de Cavallo con Menem y De la Rúa. Las investigaciones de Alejandro Olmos y el juez Ballestero demostraron que esas deudas eran estafas.
Hay una salida popular frente a la crisis
El gobierno chantajea con que en junio gana o viene "el caos". Pero es su política la que provoca el caos, con su sordera a los reclamos populares. ¿Por qué va a ser "destituyente" repudiar a un mal gobierno? Al contrario: es profundamente democrático que se exprese la bronca y el malestar que crece en todo el país, en la calle y en las urnas. Todos los poderosos, ante la posibilidad de que el gobierno sea derrotado o quede muy débil, tratan de impedir que el pueblo sea protagonista de lo que probablemente vendrá después de las elecciones: el desemboque de la crisis política que se arrastra, con avances y retrocesos, desde el 2001. Ya se negocian planes para esa situación, con gobiernos "de transición" que serían simples recambios. No quieren que el pueblo juegue con fuerza en esa situación, como el 25 de Mayo de 1810, el 17 de Octubre de 1945, el Cordobazo y las puebladas de los 70, el 20 y 21 de diciembre de 2001, o en la rebelión agraria.
En octubre de 2001, cuando el gobierno desprestigiado de la Alianza descargaba brutalmente otra crisis sobre el pueblo, igual que ahora los Kirchner, una marea de millones de votos bronca lo aplastó, abriendo el camino al Argentinazo. Así se pudo imponer el no pago de la deuda externa, y medidas como los dos millones de planes sociales, la reducción de las deudas de los chacareros, etc., que beneficiaron al pueblo. No se pudo imponer un nuevo gobierno. Pero las brasas del Argentinazo siguieron ardiendo, la gigantesca rebelión agraria y federal abrió nuevas perspectivas, la clase obrera está en el centro de la lucha popular, y las multisectoriales crean condiciones para establecer un centro coordinador que resuelva la tarea inconclusa del 2001: ¡Qué se vayan todos!
Es posible avanzar por el camino de que paguen la crisis los que se llenaron los bolsillos a costa del pueblo. Impulsando las luchas y su confluencia en multisectoriales, recuperando para el clasismo a las organizaciones obreras, y realizando una gran campaña por un masivo voto bronca. Así, los trabajadores y el pueblo serán protagonistas, con su propio programa, en el desemboque de la crisis política que se prefigura con el resultado electoral. Creando las condiciones, por el camino del Argentinazo y la rebelión agraria y federal, para imponer un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, basado en las multisectoriales, asambleas populares, cuerpos de delegados y coordinadoras gremiales. Un gobierno que resuelva las urgencias y necesidades del pueblo y de la patria, aplicando un programa como los 10 puntos que proponemos para el debate de masas, y abra el camino a una revolución democrático popular, agraria y antiimperialista, que se profundice hasta acabar con toda forma de explotación y opresión social.
Partido Comunista Revolucionario
Comité Central, 4 de mayo de 2009