Seguimos comentando el trabajo “El movimiento obrero en Argentina. Una contribución a su historia”, escrito por Félix Weil, heredero de una gran empresa alemana exportadora de granos fundada por su padre en la Argentina, quien en 1920 retorna a su Argentina natal convertido en militante comunista y como enviado de la Internacional Comunista o Comintern.
Este trabajo es importante porque nos permite tener una visión de conjunto del movimiento obrero, y sus corrientes políticas y sindicales, realizada por un contemporáneo. Hemos dicho ya que la obra de Weil está teñida de la visión predominante entre los socialdemócratas europeos con respecto a la Argentina, con un sesgo profundamente reformista, que era “oficial” en la dirección del Partido Socialista, y de hecho entre la mayoría de los dirigentes del Partido Comunista.
Hablando de este último, Weil historia su fundación, y la ruptura con la dirección del PSA en 1918, detallando los debates alrededor de la caracterización de la “guerra grande”, es decir la primera guerra mundial, que duró de 1914 a 1918. Caracteriza como “minoría marxista revolucionaria en el PSA” al núcleo que impulsa la escisión, y afirma que el PS Internacional que “en diciembre [de 1920] se unió a la Internacional Comunista y cambió, conforme a ello, su nombre en Partido Comunista Argentino”, tenía un programa que “concordaba con el de los partidos revolucionarios de Europa” y que en sus estatutos estableció que “ningún diputado podía ser miembro del comité ejecutivo”, por la experiencia de los socialistas. Aclaremos que “El PC de la Argentina fue reconocido oficialmente como sección de la IC en una reunión del Comité Ejecutivo de la Internacional, luego del III Congreso de ésta, a mediados de 1921”, como establece Otto Vargas en el tomo 2 de su El marxismo y la revolución argentina.
Weil, que publica su folleto en Alemania en 1923, dice que “De momento el Partido Comunista cuenta con 90 distritos con alrededor de 3.500 miembros”, que “El órgano partidario, La Internacional, aparece con una tirada diaria de 5.000 ejemplares” y que en las elecciones nacionales de 1922 sacó 4.200 votos en Buenos Aires y 8.000 en todo el país. Luego analiza que “La influencia del Partido Comunista en los sindicatos es significativa en relación a su debilidad numérica”, y que “El último congreso de unidad de los sindicatos, en el que surgió la USA [Unión Sindical Argentina], se llevó a cabo predominantemente a consecuencia de la agitación de los comunistas”.
Hoy N° 1730 15/08/2018
