7. Las potencias imperialistas y sus monopolios disputan por el reparto del mundo. Los yanquis se han empantanado en Irak, Afganistán y Medio Oriente.
Empujados por tratar de resolver su crisis económica, y por garantizarse el abastecimiento de petróleo y ocupar zonas de importancia estratégica, los yanquis y sus aliados invadieron Afganistán e Irak. Pero la heroica resistencia del pueblo iraquí ha impedido que pudiera cumplir con los objetivos de la invasión, apoyado por un poderoso movimiento mundial por la paz y la solidaridad.
Este empantanamiento está ahora apareciendo como una derrota del imperialismo yanqui y sus aliados en Irak.
El objetivo norteamericano de apoderarse del petróleo de Irak para después apoderarse del petróleo de Irán, del Cáucaso y de Asia Central, garantizarse el control monopólico del abastecimiento de petróleo hasta el año 2050 y terminar de cercar militarmente a Rusia y a China, y con eso garantizar su dominio en el mundo durante el siglo XXI, ha fracasado.
En Afganistán, las tropas de EEUU y la OTAN encuentran una resistencia creciente. El gobierno de Bush empujó también la agresión israelí a Gaza y al Líbano. También aquí sufrió una derrota. Esto influyó en la derrota electoral de George W. Bush.
Sin embargo, la experiencia histórica nos enseña que las potencias imperialistas pueden seguir desarrollando su política agresiva aún cuando están golpeadas.
El imperialismo norteamericano es actualmente la única superpotencia militar, económica y política. Pero el mundo es multipolar y otras potencias imperialistas disputan activamente.
El imperialismo norteamericano penetra en Africa intentando desplazar la influencia tradicional de Francia en ese continente. China se encuentra activa en la inversión económica en Africa.
Con el envío de tropas a la intervención de la ONU en el Líbano y a Afganistán, el imperialismo alemán continúa el cambio reaccionario en su política exterior.
8. La agresividad yanqui, que ha cercado con misiles y tropas a Rusia, Irán y China, facilitó que se vaya conformando un eje económico, político y militar de estos tres países. Rusia abastece armas, gas y petróleo a China y ésta proporciona a Rusia su influencia financiera y bienes manufacturados, por lo que sus economías se van complementando. Irán tiene una ubicación geoestratégica que da al grupo una fuerza muy grande. El llamado “Grupo de Shanghai”, integrado por China, Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Tayikistán y Kirguizistán, vacilante y contradictoriamente, va apareciendo como un agrupamiento crítico de la política expansionista yanqui.
9. La decisión de Estados Unidos a través de la OTAN de ubicar un escudo antimisilístico con bases en Polonia y República Checa ha intensificado las contradicciones interimperialistas entre EEUU y Rusia.
Rusia, después del colapso soviético de 1991, después de que la Unión Soviética socialimperialista sufriera una importante derrota por la resistencia del pueblo de Afganistán y la pérdida de su imperio, después de años de disolución de la Unión Soviética, ha comenzado a recuperarse. Está aprovechando el alto precio del petróleo, el oro, los diamantes y otras materias primas. Han probado nuevos misiles y han perfeccionado otros. Rusia, a pesar de su debilidad económica mantiene su fuerza militar.
10. El No en Francia y Holanda al proyecto de constitución de la Unión Europea, y el gran rechazo de ese proyecto en Luxemburgo, implicó un golpe importante al proceso de unificación, y a las mayores medidas en lo interno contra las conquistas obreras y contra los inmigrantes. La Unión Europea se ha fortalecido económicamente. En su interior las diferencias entre los antiguos y nuevos miembros siguen siendo importantes.
11. EEUU y la Unión Europea han impulsado y aplican las llamadas leyes “antiterroristas”, y tratan y están logrando de que sean dictadas también en otros países. Estas leyes no son otra cosa que nuevas medidas de represión a los pueblos y al movimiento revolucionario de la clase obrera y a la lucha antiimperialista de los pueblos.
12. En América Latina, Cuba mantiene su enfrentamiento con el imperialismo yanqui. Se han instalado gobiernos como el de Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia que enfrentan los planes del imperialismo norteamericano y realizan una política de defensa de la soberanía nacional y de medidas a favor de las masas populares. En Bolivia el imperialismo y la oligarquía empujan la división del país, lo que puede generar una situación de guerra civil.
A pesar de la presencia de otros imperialismos, incluida la creciente penetración China, los yanquis son hegemónicos y por lo tanto el enemigo estratégico de América Latina.
13. Sabemos que no hay revolución sin la destrucción del viejo Estado de las clases dominantes. La experiencia de la lucha de nuestros pueblos demuestra que, hoy como ayer, la cuestión del poder no puede resolverse por la vía pacífica o electoral, sino que requiere derrotar la violencia reaccionaria ejercida por el aparato del Estado de las clases dominantes mediante la lucha armada revolucionaria de las masas. Esta cuestión esencial divide aguas entre los marxista-leninistas y los revisionistas y reformistas.