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29 de enero de 2014

Reproducido de Protagonismo Popular Nº 620 (22/1/2014)

Un nuevo proyecto de provincia para una solución popular

PTP-PCR de San Juan

Los cortes en el suministro de energía eléctrica domiciliaria ya no son una novedad, se suceden a diario en la provincia y sigue haciendo calor; la gente necesita el acondicionador de aire o refrescarse para poder descansar y seguir trabajando. El pueblo sufre por los cortes, pierde equipos y mercaderías, y los responsables son siempre los mismos: la empresa que no invierte y el estado que no controla. Y todo esto en diez años de gobierno liberal kirchnerista-giojista: consecuencias de ‘toda una década ganada’, ¿o perdida?

Los cortes en el suministro de energía eléctrica domiciliaria ya no son una novedad, se suceden a diario en la provincia y sigue haciendo calor; la gente necesita el acondicionador de aire o refrescarse para poder descansar y seguir trabajando. El pueblo sufre por los cortes, pierde equipos y mercaderías, y los responsables son siempre los mismos: la empresa que no invierte y el estado que no controla. Y todo esto en diez años de gobierno liberal kirchnerista-giojista: consecuencias de ‘toda una década ganada’, ¿o perdida?
Los vecinos de siete barrios de Chimbas (Calandrias, Transito de Oro y otros más),  construidos con el Plan Federal cerca del Parque Industrial, y que son abastecidos de agua potable por la Unión Vecinal Chimbas Norte, tienen problemas con el suministro de agua desde hace 15 días. Esta situación se repite desde el año pasado, pero nunca hasta hora con tan grave magnitud. Mientras tanto sigue el peloteo de responsabilidades entre el municipio, la unión vecinal y el gobierno provincial. Por eso los vecinos decidieron hacer una protesta pública, tomando cartas en el asunto, no queda otra.
Esta situación que se repite en distintos lugares de la provincia es parte del colapso del proyecto giojista. En estos 10 años de trabajo de los sanjuaninos, las ganancias de las grandes empresas del proyecto agro-minero-turístico no se reinvirtieron en mejoras para la gente, sino que esas grandes empresas se llenaron los bolsillos, como las mineras Barrick, Yamana y otras de la minería del oro, las exportadoras de productos agrícolas y las que se benefician con las grandes obras públicas, las fastuosas y faraónicas fiestas realizadas con empresarios ‘amigos’ del gobierno. El estado con las políticas del giojismo ayudó a esa situación, estimuló el proyecto minero, pero no direccionó sus ganancias a nuevas economías. Es decir no programó un plan ‘B’.
El colapso de la minería y las heladas tardías, con las secuelas de desocupación y quiebra de empresas no se siente todavía en toda su magnitud en la provincia, porque todavía hay plata de las indemnizaciones, de los sueldos de trabajadores que están “stand by”, los plus salariales de fin de año para los estatales y el actual trabajo en la temporada en el campo. Pero si no se revierte la tendencia económica para marzo-abril, las cosas se van a poner muy feas.
La inflación se va comiendo los salarios, por eso es esencial que las paritarias logren aumentos que superen los topes inflacionarios, torciéndole el brazo a las políticas inflacionarias del gobierno, abatir la inflación es la consigna, para terminar con esta política canalla. Si los trabajadores pierden esta carrera, el gobierno gana porque con la inflación recauda más y el presupuesto de sus gastos queda fijo y se devalúa, mientras que los salarios pierden poder adquisitivo. El gobierno y las grandes empresas apuestan a eso y a seguir precarizando el trabajo privado y estatal para bajar costos, como hace Lima con los contratados del ECO, o Expofrut con las cuadrillas en negro.
 
Un proyecto colapsado
De este gobierno giojista, ni de ninguna variante continuadora de su proyecto, van a surgir soluciones. El gobierno giojista tiene un gabinete escobarista, de tradición liberal, es decir que adhiere a estas políticas, por las cuales el Estado sólo interviene para garantizar las ganancias de los inversionistas, en los capitales foráneos, extranjeros en su gran mayoría. Y, para compensar las desigualdades o amortiguar los problemas sociales que estas políticas saqueadoras conllevan, tienen una cara social que intenta ocultar esa política de pobreza, miseria, de magros salarios y de baja rentabilidad para los productores. Ahí aparece el rol de ‘papá Noel´ del Ministerio de Desarrollo Humano y el de la Producción, repartiendo planes, tarjetas, bolsones y otras dádivas y miserables subsidios a los pequeños productores damnificados por alguna catástrofe natural. Y todo esto con dineros que les envía la Nación a través los respectivos Ministerios, previo haberse hincado frente a sus responsables.
Para amenizar la representación circense, de vez en cuando el gobierno presenta a algún productor o emprendedor exitoso con la mayor pompa, en todos los medios de comunicación, para hacernos creer que vamos por la senda correcta. Pero el pueblo ‘no mastica vidrio’, ha aprendido, a través de amargas experiencias de luchas, que este es un proyecto nefasto, y observa cómo se derrumba la producción de ajo, de cebolla y de la agricultura en general, etc. Comienza a tomar conciencia de que debe buscar una nueva solución, con la dirección de un partido político que lo acompañe y lo guíe en esa búsqueda y que no sea un mero recolector de votos para conquistar candidaturas, como varios en la provincia ya se postulan para el 2015.
 
La crisis
La situación a nivel general del país se va a ir empeorando, la inflación y la crisis económica se acelerará. Las políticas de gobierno va a seguir siendo descargarlas sobre el pueblo, mientras busca dólares para pagar la deuda externa ilegítima, como la que tenemos con el Club de París. Hoy, desde el Ministerio de Economía apuestan a tener una cosecha de dólares con la venta de la soja u otros productos de exportación, para poder renegociar las deudas y patearla para adelante, y así alivianar las cuentas del Estado, pero eso no va cambiar las cosas de fondo. Sólo quieren pasar el chubasco, mientras se preparan para el supuesto regreso de las inversiones mineras –por lo menos en San Juan–, en el 2015, de la mano de nuevas “Barrick” con dueños canadienses, chinos o lo que sea, para que nos sigan saqueando y algunos vivos del gobierno ganando. No es imposible que eso pase, porque el metal puede volver a subir su precio pero será en nuevas condiciones, más desfavorables para la provincia y el pueblo, con más flexibilización, más prebendas, etc.
 
Objetivos
La solución es cambiar la ecuación económica que hoy tiene la provincia con un nuevo plan. Las fuerzas populares como el PTP-PCR están proponiendo un gran debate provincial, amplio, en el que los dirigentes y fuerzas de la oposición, antes de discutir sobre candidatos para el 2015, discutan un nuevo proyecto que incluya un programa que saque a la provincia adelante con un nuevo tipo de minería con intervención estatal, con más acento en los no metales que tiene la provincia vinculadas con el desarrollo de industrias y la presencia fuerte en la minería de los metales para garantizar que las ganancias queden en la provincia y se garantice el cuidado ambiental. Con gran desarrollo agrícola y nuevas industrias con base agrícola para el abastecimiento de alimentos a la población local, con tierras y tecnología para los que quieran trabajarla, y la dirección de un plan estatal que garantice rentabilidad y reinversión de las riquezas que se producen en la provincia.