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10 de junio de 2020

Un proyecto de expropiación del Grupo Vicentin

Ante la situación de la cerealera el Grupo Vicentin que hemos desarrollado ampliamente en nuestras páginas, el Poder Ejecutivo Nacional decidió su intervención y el envío al Congreso Nacional de un proyecto de ley de expropiación para que el Estado se haga cargo de todos los activos del Grupo, conformando un fondo fiduciario cuya gestión será encomendada a YPF Agro.

El presidente Alberto Fernández, enfatizó que “queremos rescatar (a Vicentín) en favor de la economía argentina” y particularmente para “mercado de granos y cereales que es un activo muy importante por todo lo que se exporta”.

Vicentín es la sexta compañía en el mercado de granos del país, siendo además la principal empresa en el negocio de molienda de oleaginosas del país ya que cuenta con una capacidad de 29.500 toneladas diarias, con ventas que superaron los u$s3 mil millones durante los últimos tres ejercicios, siendo el 85% proveniente de exportaciones. Cuenta también con participación accionaria en 20 empresas tanto en Argentina como en Brasil, Uruguay, Paraguay y España.

Pese a su expansión en los últimos años, desde la devaluación macrista de agosto de 2019 atraviesa una situación de crisis en sus pagos al exorbitante nivel de deudas comerciales y financieras, que alcanzan los $99.345 millones. En esas deudas, el principal acreedor bancario local es el Banco Nación con un total de $18.182 millones (u$s350 millones en créditos), pero no es el único. También mantiene deudas por $1.814 millones con el Banco Provincia de Buenos Aires, por $752 millones con el Banco Hipotecario, $652 millones con Banco Macro, $508 millones con el Banco de Entre Ríos, $372 millones con el Banco de Santa Fe, $374 millones con el Itaú, $318 millones con el Ciudad y $313 millones con el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE). En cuanto a la deuda financiera con el exterior asciende a $30.153 millones.

La decisión de la intervención es un paso importante no sólo por sus deudas con los bancos nacionales y regionales, además por el número de trabajadores y productores agropecuarios que involucraría su quiebra y la importancia del grupo en la industrialización y comercialización de los granos y productos que maneja, tanto para el mercado interno como internacional. Por lo que el presidente Fernández afirmó que “los santafecinos están muy contentos y los argentinos tenemos que estar muy contentos porque es un paso hacia la soberanía alimentaria”.