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03 de abril de 2019

Baja de la edad de imputabilidad

Un proyecto de ley que busca culpabilizar a los menores

El proyecto de ley de Macri no resuelve el problema de la inseguridad, y de fondo, busca dividir más a la sociedad, teniendo como enemigo interno a los pibes.

Macri viene impulsando la baja de la edad de imputabilidad de menores de 16 a 14 años. El problema que tiene este proyecto es que es el peor comienzo posible que puede tener.

El problema de la delincuencia juvenil no se resuelve con una respuesta penal de entrada. Ahora, vamos al meollo de la cuestión. Esto tiene dos caras políticas: por un lado, la ineficacia y la nocividad de la medida en tanto que pone a los jóvenes que estén en conflicto con la ley, como sujetos pasivos de la mayor violencia estatal de la que ya son objeto. Por otro, utilizar la baja de la edad de imputabilidad como la reforma del Código Penal como herramienta de campaña del gobierno de Macri.

Un tercer aspecto es que sigue con su lógica de identificar enemigos internos, en lugar de identificar soluciones. Tenemos varios ejemplos de ello: en el conflicto por la tierra, los enemigos son los pueblos originarios, los desocupados, los campesinos. Siempre se elige un enemigo, donde poner toda la presión mediática y la violencia estatal. Es una práctica política que lleva adelante el gobierno de ir generando enemigos internos para cada tema, como forma de dividir al pueblo, porque sabe que el mayor problema que tiene para hacer pasar su política es la unidad del pueblo. Entonces, busca continuamente dividir particularizando a cada sector que está luchando, cada sector que no es afín a su política.

Particularmente ahora es con los jóvenes. Si uno lee cualquier encuesta, entre los jóvenes, Macri no tiene ninguna tendencia. Mucho menos en los jóvenes pobres, por lo cual es un voto que él lo considera perdido, y lo demoniza a efectos de consolidar su posición y luchar por dividir al pueblo, sobre la base de que la delincuencia y la inseguridad crecen en los barrios, que el narcotráfico utiliza cada vez más a chicos menores.

Así, en lugar de encarar una respuesta integral que por un lado proteja a esos chicos, con toda la fuerza del Estado, dando presupuesto, apoyando a las organizaciones sociales que tienen trabajo en los barrios, con deporte, salud y educación, y por sobre todas las cosas, con un proyecto de país que los contenga –porque eso es lo que falta de fondo en el proyecto macrista: un país donde los chicos tengan lugar protagónico, porque son la Argentina del futuro–, y por otro lado un programa de seguridad que ataque a las grandes mafias, a los grandes grupos concentrados de criminalidad, a la corrupción policial, a la corrupción política, a los servicios de inteligencia –algo que no va a suceder, porque son su base de sustentación y las herramientas que tiene este gobierno para reprimir al pueblo para hacer pasar su política–, Macri toma siempre las medidas más reaccionarias y además, las más ineficaces para resolver los problemas que los argentinos tenemos.

La realidad es que tenemos un problema de inseguridad gravísimo. Pero como vemos, la baja de la edad de imputabilidad pone el foco en la culpabilidad de los chicos, no en la responsabilidad del Estado de haberlos abandonado. Sobre esa base, la única idea que se le ocurre al gobierno es criminalizarlos aún más, poniéndoles más violencia encima. La baja de la edad de imputabilidad en ningún lugar del mundo bajó la delincuencia juvenil. La pueden bajar cinco años de edad que va a seguir ocurriendo lo mismo y el problema va a ser cada vez peor.

Por lo tanto, la solución solo la puede dar un gobierno que tenga sensibilidad social, que le importe su pueblo. Como vemos, el gobierno de Macri lejos está de importarle su pueblo. Macri es lo que es, y va a seguir impulsando medidas como sacar a los militares a la calle para garantizar la seguridad interior, bajar la edad de imputabilidad, darle más poder a la policía para que dispare a discreción por la espalda. Todo es parte de lo mismo, no son hechos aislados. Todo es parte de la misma política que lo que busca, en el fondo, es dividir al pueblo.

Si vamos a una discusión de tinte más técnico-jurídico, la baja de la edad de imputabilidad podría ser parte de una política integral de seguridad –no en el sentido que lo marca Macri– si diera más derechos a los chicos que son objeto de intervenciones estatales. Porque para la ley argentina, uno es responsable de los actos delictivos desde los 10 años. Con lo cual es falso de que un chico de 14 años, que comete un delito, no puede ser penalizado. Eso es mentira porque están llenos los reformatorios con chicos con problemas de adicciones que los llevan a cometer hechos ilícitos de bajo nivel de violencia. No es que la policía no puede hacer nada con un menor de 14 años. Además, siempre se agarran de casos más resonantes que son el 0,01%, de homicidio o lesión grave. Hoy los mayores de 10 años son los sujetos más criminalizados y más violentados del sistema institucional.

Entonces, si uno con la baja de la edad de imputabilidad quiere decir: terminar con los reformatorios, es darle un derecho a un abogado, darle derecho a un debido proceso para que se pueda defender, y que la resolución de esos casos –en el caso de que el menor sea responsable– sea una acción estatal para sacarlo de esa situación, para recuperarlo, y no para condenarlo a una vida de delito metiéndolo en una prisión, es otra cosa. Pero el espíritu del proyecto macrista es el encierro de los pibes. Lo único que va a conseguir la baja de la edad, es darle el proceso penal que hoy se aplica a los mayores a los menores.

Escribe Nicolás Tauber

Hoy N° 1761 03/04/2019