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15 de mayo de 2019

Poema de una compañera de Paraguay

Un recuerdo de Otto Vargas

Este poema fue escrito después que Otto Vargas participara en la segunda Larga Marcha de la Federación Nacional Campesina del Paraguay.

Conocer gente maravillosa tan sabia que no necesita demostrar lo que sabe, ni necesita que otro lo sepa para relacionarse.
Tan experimentada que no necesita recordar ni hacer valer su trayectoria.
Tan inmensa en su grandeza que todo en su persona se ha tornado en sencillez.
Que sabe estar en sí misma, en serena paz y equilibrada calma.
Que se conoce tanto y a tal punto que no necesita hablar de sí misma y tiene el alma libre entonces para escuchar con total atención a los demás.
Que sabe asombrarse, se interesa genuinamente por todo y aprende constantemente.
Tan consciente de su valía, que puede reconocer y admirar la valía de los demás.
Tan importante que sabe valorar la importancia de los demás.
Tan fuerte que ya no necesita armadura.
Tan humilde que sabe agradecer con sinceridad.
Tan sencilla que no necesita de pompa y todo lo ve con humor chispeante y genuino.
Tan veloz que conoce la importancia de avanzar despacio.
Tan recia que se ha vuelto flexible.
Tan si misma que se alegra y se halla a gusto en todo lugar.
He tenido la alegría de conocer una persona así, y qué cosa linda me ha sucedido.
Ver expresado en otro ser humano lo más elevado de la humanidad.
Cuando una se encuentra con gente así, la vida se transforma.

Carla
Paraguay. Febrero 2015

Hoy N° 1766 15/05/2019