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10 de abril de 2019

No confiar en ningún imperialismo

Una enseñanza de Malvinas

Con motivo del nuevo aniversario de la recuperación de nuestras islas Malvinas, San Pedro (Georgias) y Santiago (Sándwich del Sur), el 2 de abril de 1982, Infobae del 5 de abril de 2019, publica una nota de Juan Bautista “Tata” Yofre referida a las gestiones diplomáticas abiertas o encubiertas realizadas por la dictadura militar en el gobierno de la Argentina.

Para ubicar el tema, recordemos que en ese momento la dictadura era presidida por el general Leopoldo Fortunato Galtieri, tras el desplazo del sector hegemónico afín al social imperialismo soviético encabezado por los generales Videla y Viola, con aliento de los sectores afines a los imperialismos de Estados Unidos y Europa. Por eso en el texto de la conversación secreta de Galtieri con el presidente yanqui Donald Reagan en la madrugada del 2 de abril que reproduce la nota, éste le dice: “Se que ha habido dificultades entre nuestros países, mi predecesor (James Carter) no manejó bien nuestra relación con Argentina, situación que he tratado de cambiar”. Pero si se pensó que este era un guiño que indicaría “neutralidad” de parte del imperialismo estadounidense estábamos perdidos.

A primera hora de la mañana del 2 de abril, tras el anuncio oficial de la recuperación de las islas y de esa conversación con Reagan, Galtieri presidió una reunión de su gabinete e informó lo hecho ya que sus ministros –salvo el de Relaciones Exteriores, Costa Méndez- desconocían todo, incluido el de Economía, Roberto Alemán. Allí se dieron anticipos –todos fallidos– de que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respaldaría a la Argentina.
Dice Yofré que años más tarde el general Mario Benjamín Menéndez le rememoró lo hablado en esa reunión de gabinete, recordando que Costa Méndez dio un panorama optimista sobre el debate que se iba a realizar en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: “El canciller dijo que las posibilidades en la votación eran favorables a la Argentina por nueve a seis y ocho a siete en el peor de los casos. Agregó que si así no lo fuere se esperaba el veto de Rusia o China para cualquier resolución que pudiera ser desfavorable para la Argentina”.

El mismo 2 de abril, Costa Méndez partió a Nueva York para participar en la reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas del día siguiente. Viajó acompañado por los embajadores Federico Erhart del Campo y Gustavo Figueroa, más sus secretarios Julio Freyre y Roberto García Moritán. Allí, el mismo 3 de abril, se aprobó la resolución 502 que significó la primera derrota diplomática argentina.

En dicha reunión, sólo Panamá votó a favor de la Argentina. Votaron en contra acompañando a Gran Bretaña, los Estados Unidos, Francia y los demás imperialistas “occidentales” y sus dependencias políticas (como Irlanda y las ex colonias británicas Guyana y Uganda): diez votos en contra sobre los quince integrantes del Consejo (uno más del mínimo de nueve necesarios). Los imperialistas de la Unión Soviética y de China (de quienes en el gobierno esperaban el veto que favorecería a la Argentina) se abstuvieron sin ejercer su derecho a veto, lo mismo que España y Polonia. Quedó claro allí también que no se puede confiar en ningún imperialismo, aunque se manifestaran neutrales y “amigos” de la Argentina. Así se emboscó el socialimperialismo soviético durante la Guerra para recuperar con el general Bignone su hegemonía en la dictadura, tras la derrota de Malvinas, comenzando el proceso de desmalvinización que hoy profundiza el gobierno de Macri (Macri es desmalvinización a fondo, hoy N° 1760).

Hoy N° 1762 10/04/2019