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31 de agosto de 2011

En las elecciones provinciales del 28 de agosto en la provincia de Tucumán, se postularon más de 18.000 candidatos, a través de frentes, partidos políticos y acoples (más de 200 sólo en el PJ); para 347 cargos.

¿Una fiesta de la democracia?

Hoy 1384 / Elecciones del 28 de Agosto en Tucumán

Estas elecciones, donde se puso en funcionamiento el sistema de acoples, se caracterizaron por el fraude generalizado, cada vez más impune. Los acoples son decenas y decenas de agrupaciones de vida efímera -no más allá de los comicios-, engendradas en serie al calor oficial, encadenados al Frente para la Victoria. Se llegó a detectar 17 de ellos con la misma declaración de principios y -lo más insólito- con el mismo apoderado.

Estas elecciones, donde se puso en funcionamiento el sistema de acoples, se caracterizaron por el fraude generalizado, cada vez más impune. Los acoples son decenas y decenas de agrupaciones de vida efímera -no más allá de los comicios-, engendradas en serie al calor oficial, encadenados al Frente para la Victoria. Se llegó a detectar 17 de ellos con la misma declaración de principios y -lo más insólito- con el mismo apoderado.
Es así que a la distorsión que implica este sistema implementado por Alperovich, se sumaron irregularidades de grueso calibre que comenzaron con la distribución de los votos efectuados por la junta electoral, a través de una empresa privada que ya en las elecciones de 2009 fue cuestionada por serias irregularidades que favorecieron al oficialismo. La totalidad las mesas de Tafí Viejo abrieron faltando los votos de Proyecto Sur y de otras fuerzas opositoras. Lo mismo sucedió en otros lugares de la provincia y en varias localidades ni siquiera se contaba con los votos testigos al abrir las mesas.
Con inmensas cantidades de dinero, los candidatos oficialistas alquilaron todos los taxis y remises de la provincia e inclusive centenares de vehículos privados, abonando un promedio de $300 por unidad; pagaron entre 30 y 50 pesos por voto, decenas de miles de bolsones fueron distribuidos. Los fiscales se cotizaron con distintos valores, entre $250 y $300.
Para poder controlar a nivel capilar la distribución de los dineros y las prebendas inventaron dos nuevas figuras, el movilizador encargado de controlar que los punteros lleven en su totalidad a quienes tenían empadronados, y las azafatas cuya función era acompañar a quienes descendían de los vehículos en las puertas de las escuelas hasta la mesa donde votaban. A todo lo descrito se sumó el voto cadena y el robo sistemático de los votos a los partidos opositores.
Este enorme gasto de dinero público, avalado por el gobierno nacional, resulta impúdico ante la miseria, la desocupación y la superexplotación que sufren vastos sectores populares.
Ante una legislación electoral poco clara, varios presidentes de mesa operaron discrecionalmente, no dejando entrar a los fiscales a reponer votos al cuarto oscuro, impidiendo a los fiscales generales participar del escrutinio, favoreciendo claramente al oficialismo.
Es en este marco y con la intervención de más de 20 fiscales por mesa, que torna lento el escrutinio los resultados obtenidos hasta ahora son:
Alperovich 69,89%; Acuerdo Cívico y Social (radicales, socialistas, PRO, Democracia Cristiana) 14,78%; Movimiento Proyecto Sur 0,39%.
Apenas terminado el acto electoral, se puso en funcionamiento el operativo de embellecimiento de semejante jornada vergonzosa: “una fiesta de la democracia” afirmaban peronistas, radicales, socialistas, demócrata cristianos, entre otros.
El PTP-PCR, integrante del Movimiento Proyecto Sur, realizó una intensa campaña de 15 días, comenzada al día siguiente a las Primarias Abiertas del 14 de agosto. Varios pueblos y ciudades del interior conocieron nuestras opiniones sobre la situación política y la salida que proponemos a través de volantes, radiales, afiches y pintadas. La JCR desplegó un intenso trabajo principalmente en San Miguel de Tucumán, Aguilares y Alderetes, marcando con fuerza nuestra presencia en esta batalla política que libramos en inferioridad de condiciones al competir con el poderoso aparato gubernamental, financiado en gran medida por el gobierno nacional que como describimos más arriba, no conoció límites en profundizar la prebenda.
Seguiremos trabajando por el imprescindible reagrupamiento de fuerzas patrióticas democráticas y populares, necesario para avanzar en el camino de resolver definitivamente los problemas que padece la clase obrera y el pueblo. Lucharemos por reforzar y ampliar el frente que empezamos a construir y lo haremos poniendo por delante la personería del PTP como herramienta indispensable en estas batallas.