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10 de octubre de 2012

La semana pasada cerró con el Encuentro Nacional de Mujeres en Misiones, y la nueva se abre con una gran Jornada Nacional de Protesta del movimiento obrero, campesino y popular.

Una jornada que hará historia

Hoy 1440 / La hora política

 

1. La mitad del cielo

 

1. La mitad del cielo

La semana pasada, rica en acontecimientos políticos y sociales, cerró con un nuevo y gran Encuentro Nacional de Mujeres, que este año se realizó en Posadas, Misiones (ver páginas centrales). Estos Encuentros Nacionales han demostrado ser en sus 27 años de continuidad, un instrumento fundamental para el avance de la participación política de centenares de miles de mujeres en el movimiento obrero, campesino, barrial, estudiantil, profesional y cultural y para ampliar y fortalecer el desarrollo de miles de organizaciones de mujeres por sus problemas específicos, como ya existen en todos los rincones del país. Partiendo de las Madres de Plaza de Mayo que se organizaron en distintos lugares, en la búsqueda de sus hijos detenidos desaparecidos bajo la dictadura, y que aun mantienen sus banderas, al igual que las Amas de Casa del País, que surgieron en la lucha contra la inflación y la carestía, problema que hoy vuelve a adquirir candente actualidad, por la política inflacionaria kirchnerista, para los millones de hogares argentinos.

Así, en estos 27 años, al calor de los Encuentros Nacionales, surgieron y se desarrollaron otros movimientos específicos relacionados con la lucha de las mujeres contra todas las formas en que se manifiesta su doble opresión en esta sociedad y a los que no da respuesta el gobierno kirchnerista: contra la violencia sexual y doméstica, el femicidio, la penalización del aborto, la trata y la prostitución, el paco y la droga, el gatillo fácil y la inseguridad, etc., donde también han jugado un gran papel las Casas de la Mujer y otras organizaciones semejantes.

 

2. Las luchas frente al ajuste

También la semana pasada, en el reclamo de prefectos y gendarmes (ver página 3) hizo eclosión un conflicto que se viene gestando por la política inflacionaria del gobierno y los ajustes que impone sobre los trabajadores estatales. Son millones en todo el país, y en consecuencia sus familias, que sufren la pérdida de poder adquisitivo de sus ingresos (en sus salarios, planes de trabajo o jubilaciones), por un no reconocimiento y pretensión de ocultar la inflación. También por contratos temporales y partidas “en negro”, con los que además se les reducen sus salarios diferidos, al no pagarles los aportes que corresponderían, si fueran “en blanco”, para sus obras sociales, jubilaciones, etc. A lo que se agrega el robo directo que implica el impuesto a las Ganancias, cuando con sus luchas logran compensar lo perdido por la inflación.

Esta política que aplica el gobierno kirchnerista le viene estallando en su propia cara, con la lucha de todos los trabajadores que de una u otra manera de él dependen en todo el país, no solo los desocupados y jubilados sino también los trabajadores ocupados por el propio Estado. Sea a través de sus gremios municipales, provinciales y nacionales, de maestros y de docentes secundarios y universitarios, etc., pues los salarios básicos de hambre, el trabajo precario y los pagos “en negro” llegan a todos los estamentos del Estado.

Este es el trasfondo en que se da el estallido del reclamo salarial de prefectos y gendarmes como señalamos, con la particularidad que tiene en este sector el que hayan tenido que utilizar el camino asambleario, que enfrenta la concepción oligárquica de la disciplina militar remontándonos a los orígenes de nuestra patria, al rechazo de las invasiones inglesas y la gloriosa insurrección de Mayo de 1810, cuando los cuerpos en asamblea elegían a sus oficiales. En tanto el gobierno kirchnerista si bien dice reconocer que el reclamo es justo, aplica sanciones a los voceros de las asambleas, y trata de seguir con su argumento de atribuir todos sus desaguisados al “grupo Clarín”, aun cayendo en el ridículo como hizo el ministro Alak en relación al secuestro de un testigo en el juicio por el asesinato de Mariano Ferreyra, o el vicepresidente Boudou, quien afirmó que “Clarín es el verdadero cepo para el crecimiento de la Argentina”. Así el 7D, por el 7 de diciembre, profusamente difundido en las pantallas de “Futbol para todos”, sería el día decisivo para la batalla entre “liberación o dependencia” (Ver página 16).

Todo esto acompañado de burdas maniobras en el Consejo de la Magistratura para excluir a un juez y lograr así la designación de su candidata a jueza en la “causa Clarín” y lo mismo en la Auditoria General de la Nación, para desplazar a su titular, por las investigaciones que éste ha impulsado sobre la corrupción y los funcionarios responsables de la tragedia ferroviaria de Once.

 

3. Una jornada que hará historia

Tras el exitoso 27 Encuentro Nacional de Mujeres y una semana caracterizada por la lucha de los petroleros y de los trabajadores estatales, particularmente las encabezadas por distintos destacamentos de ATE y el “inesperado” reclamo de prefectos y gendarmes, la nueva semana se asoma a una gran jornada nacional de unidad de los que luchan, hoy miércoles 10 de octubre, con la jornada nacional de protesta convocada por la CTA, la CCC, Barrios de Pie, MST Teresa Vive, FAA, FUA, Pueblos Originarios en Lucha y la Federación Nacional Campesina. Jornada a la que han adherido y comprometido su movilización gremios como Camioneros y seccionales como el Cuerpo de Delegados del Ferrocarril Sarmiento.

De esta manera, la clase obrera se vuelve a poner en el centro del amplio movimiento nacional de protesta que se viene desarrollando contra la política kirchnerista. Política que oprime al pueblo y ahoga a las provincias y las economías regionales, al descargar la crisis sobre el conjunto de los trabajadores y la pequeña y mediana producción agraria e industrial, a través de la inflación y los recortes (ajustes) que impone con salarios y jubilaciones mínimas de hambre, el trabajo “en negro”, la precarización laboral y la criminalización, cuando no la represión abierta, a los que resisten. A lo que se agrega un sistema impositivo regresivo que se descarga más sobre el consumo del pueblo y la pequeña y mediana producción agraria e industrial, sin afectar la renta terrateniente y las ganancias extraordinarias de los monopolios imperialistas intermediarios en el campo, la industria y el comercio interno y externo, cuando no eximiéndolos de impuestos como en la gran minería, las transacciones financieras y el juego.

Por esto son tan importantes los puntos del programa de las organizaciones convocantes a esta Jornada Nacional de Protesta, unidas en el “reclamo de una justa Distribución de la Riqueza; Soberanía sobre nuestros Bienes Naturales; Democracia Participativa; Reforma Impositiva para que paguen más los que más tienen; Gravamen a las Rentas Extraordinarias; Nueva Ley de Entidades Financieras; no pago de la Deuda Externa ilegítima e ilegal; Comercio Exterior soberano con control popular; defensa y promoción de la Educación y Salud públicas. No consentimos políticas devaluacionistas y propiciamos el debate de otro Modelo Productivo que interpele a este régimen extractivista, agroexportador y concentrador, que favorece el monocultivo sojero, o sea, expoliador, colonial y no sustentable que conspira contra el bienestar de nuestro pueblo.

“Frente a la sordera y soberbia del Gobierno en atender nuestras justas reivindicaciones; al despojo de las naciones y pueblos originarios; al proceso inflacionario en curso que pulveriza el poder adquisitivo de los ingresos y el ninguneo del poder que se regodea acumulando ganancias fabulosas mientras millones de compatriotas padecen hambre y pobreza, formulamos una amplia convocatoria a participar de esta jornada convencidos de que la unidad en la acción se construye con todos los que están comprometidos en recobrar la justicia social en nuestro país”.