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25 de octubre de 2017

Nuestro corresponsal estuvo conversando con Norma Gómez, enfermera responsable de los Consultorios Externos del Hospital  Municipal Ramón Santamarina de Tandil.

Una lucha justa y larga, que aún no terminó

Las enfermeras y enfermeros de Tandil

—¿Por qué se desencadenó esta lucha? ¿Cuáles son los reclamos?

—¿Por qué se desencadenó esta lucha? ¿Cuáles son los reclamos?
—Esto arrancó con el pedido de un aumento salarial del 35%, para tener un sueldo mínimamente digno. Pero no es sólo el aumento, sino el pedido de reconocimiento de nuestra tarea, de respeto por nuestro trabajo que verdaderamente mantiene en pie al Hospital, muchas veces en condiciones deplorables, tanto edilicias como de recarga de horarios, de falta de insumos, de maltratos, etc. Es una lucha que ya lleva más de 3 años. Hay que tener en cuenta que este Hospital, por su alcance geográfico, es prácticamente un Hospital Interzonal, aunque no tenga ese nombre. Además es un Hospital Escuela, acá practican y estudian residentes. Por eso, para jerarquizar a las y los enfermeros, pedimos que se implemente la carrera técnica, cursos de capacitación permanentes, que se otorgue la insalubridad (que abarca prácticamente a todo el Hospital) y otros puntos.
 
—¿A cuántas compañeras y compañeros trabajadores abarcan estos reclamos?
—Las enfermeras y enfermeros involucrados en este reclamo somos 228, del Hospital Santamarina, del Hospital de Niños Blanco Villegas, de los distintos CAPS (Centros de Atención Primaria de la Salud) que hay en los Barrios y también en pueblos cercanos como Vela y Gardey.
 
—¿Y qué respuesta tuvieron? ¿Cómo se está llevando a cabo la lucha?
—Prácticamente rechazaron nuestros pedidos, tanto el intendente Lunghi como el secretario de Salud y demás autoridades. Ellos tienen otras prioridades, tapar baches, alguna mano de pintura, hacer la banquina separadora en la av. Avellaneda… Piensan sólo en las elecciones. Fijate que ya estamos llegando casi a las cinco semanas de lucha… Hicimos de todo: paros de cuatro horas por turno, paros de todo el día, marchas a la Municipalidad, llenamos el Hospital adentro y afuera de carteles con las consignas que levantamos: “Hasta el 35% no paramos!”; “Enfermeros las 24 horas y los 365 días del año al lado del paciente!”; “Reconocimiento a nuestra tarea, Enfermeros unidos”; “Todos somos potenciales pacientes, los políticos también”; “Los enfermeros se cansaron de esperar”; y muchas más. Jamás se dejó de atender y cada medida se informa a la población. Las medidas se toman en la Asamblea, el STMT (Sindicato de Trabajadores Municipales de Tandil) nos da su apoyo. 
 
—El 11 de octubre el Ministerio de Trabajo provincial les dictó la conciliación obligatoria…
—Sí, por dos semanas, qué casualidad, justo el tiempo que va de ahora hasta unos días después de las elecciones. Es, como decía mi padre, una “agachada de tero”… Pero la conciliación obligatoria no nos bajoneó, nos fortaleció. No vamos a bajar los brazos, al contrario, ya estamos pensando y conversando la medida que vamos a tomar cuando finalice.