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19 de octubre de 2016

Conversamos con Daniel Benítez, miembro de la Mesa Ejecutiva Nacional de la Federación Nacional Campesina quien nos cuenta cómo se preparan para la marcha de las economías regionales.

Una marcha que marcará un precedente

Marcha multisectorial a Buenos Aires

Daniel Benítez es integrante de la Federación Nacional Campesina y uno de los jóvenes dirigentes de la Unión Campesina de Chaco. Conversamos con él acerca de cómo, desde los distintos parajes del Chaco profundo, se organizan los campesinos pobres, entre quienes se cuentan a wichis, qom y criollos, para esta gigantesca marcha federal que llegará a Buenos Aires con un acto en Plaza de Mayo.
 

Daniel Benítez es integrante de la Federación Nacional Campesina y uno de los jóvenes dirigentes de la Unión Campesina de Chaco. Conversamos con él acerca de cómo, desde los distintos parajes del Chaco profundo, se organizan los campesinos pobres, entre quienes se cuentan a wichis, qom y criollos, para esta gigantesca marcha federal que llegará a Buenos Aires con un acto en Plaza de Mayo.
 
—¿Cómo son las expectativas para esta marcha federal?
—En los preparativos de la marcha venimos con muchas expectativas, mucho entusiasmo, partiendo de la necesidad de hacer una medida que marque un precedente, que podamos estar en la escena de la discusión política sobre cuál es el rumbo que está tomando la Argentina. Nosotros estamos claros de que éste no es el rumbo que nos merecemos los argentinos. 
 
—¿Con qué sectores se marcha?
—Nacionalmente, tenemos aliados que son las entidades agrarias como Federación Agraria, la CCC, ATE, Conadu Histórica, Barrios de Pie, Movimiento Evita. En la provincia de Chaco hay un abanico muy amplio que se va ampliando, donde hay entidades gremiales, de profesionales, precarizados de distintos órganos del Estado, municipales; incluso adhieren autoridades municipales y también los sindicatos de trabajadores municipales, por ejemplo en Las Palmas, Sausalito (El Impenetrable) y Pampa del Indio. También adhieren los trabajadores de SiteCh que está dentro de ATE, y UPCP, además de agrupaciones barriales.
Hay provincias que todavía están discutiendo. Falta todavía cerrar esa ronda de discusión, pero es de gran amplitud y viene grande. Es una medida que está convocada para los distintos sectores. Tratamos de que sea lo más unitario y federal, multisectorial. Pero también tendrá mucho que ver con cómo se juegue en Buenos Aires en recibirnos. Nuestra propuesta es para el 26 de octubre –con una confluencia en distintas provincias, las columnas del NEA, NOA, Patagonia, para finalizar con un acto en Plaza de Mayo– pero los compañeros de otras organizaciones están pidiendo un par de días de postergación, y entonces probablemente sea para la primera semana de noviembre. Para el 19 de octubre, se está convocando a una conferencia de prensa en CABA donde se difundirá la fecha, el temario de reclamos y la modalidad.
 
—¿Cómo es la discusión para esa unidad multisectorial?
—La discusión se ha hecho con todos los sectores para dar justamente ese carácter realmente multisectorial. Son sectores de trabajadores y organizaciones sociales, agrupaciones políticas, de distintas capas sociales están siendo convocadas. Por parte de esas organizaciones hay una aceptación muy grande por el carácter que tiene y el documento que es el llamamiento. Cuando vamos y discutimos no hay objeciones a lo que se plantea porque realmente es una medida necesaria, federal y multisectorial que necesita este país para que se empiece a mirar más hacia los argentinos en lugar de otros intereses. 
Es muy bueno esto: hasta los municipios del interior, los que más padecen esta política de centralismo y de abandono a las economías regionales adhieren a la marcha sin ninguna discusión. Incluso municipios que ganaron para el gobierno de Cambiemos han adherido al documento de la marcha. Así en todos los lugares.
Por lo tanto, los días que quedan son días claves para que podamos salir la mayor cantidad posible, que sea masivo y que cada uno de los sectores puedan hacer suya la movida. 
Es una medida muy costosa, la primera de la historia que vamos a hacer los campesinos pobres. Lo más pobre de los más pobres. Los campesinos pobres, originarios. Por lo tanto el tema del traslado es una dificultad por lo económico, y por lo que implica marchar hacia la Capital Federal. 
Nosotros estamos haciendo un trabajo grande para solventar el viaje, para que pueda ir la mayoría. Los municipios están en rojo pero están haciendo lo imposible porque si esta lucha triunfa también los municipios se benefician. Son los órganos representativos de las comunidades que están abandonadas en el olvido y que sin lugar a dudas están haciendo su aporte, su granito de arena. Y desde ya el sector gremial, rascando de todos lados para poder llegar, ya que hay mucha predisposición de viajar pero a la hora de la marcha va a ser determinante los transportes que consigamos.
Desde ya que tenemos una base muy importante de gente que quiere marchar y en varios lugares conseguimos los recursos para hacerlo pero no en todos tenemos las mismas posibilidades. 
 
—¿Cuáles son los debates que llevan a cada paraje?
—Cuando vamos y discutimos en los parajes y municipios vamos con la situación concreta. Primero analizando la situación de que ha habido recambio de autoridades provinciales y nacionales. 
Vemos que esas expectativas que muchas veces tiene el pobre, el olvidado, de que algo se reactive en lo laboral, en los emprendimientos rurales, en asistencias oficiales para la puesta en producción de la pequeña parcela, eso nunca llega con los recambios políticos. Entonces, desde ahí se discute y surgen los argumentos de la necesidad de salir a luchar. Porque es la única forma de hacerse ver porque, como dicen, no estamos dispuestos en seguir esperando, ver pasar otro gobierno y que nosotros sigamos inmersos en la profundidad, el abandono y el olvido de la crisis que nos está haciendo desaparecer del campo a centenares. 
Yo estoy en una provincia que es netamente agraria, la discusión parte desde el acceso a la tierra, la puesta en producción de las pequeñas parcelas, con insumos, maquinarias, y además en materia de salud, educación. Todos temas vinculados entre sí, temas que surgen de la discusión. En otras provincias hay énfasis en otras problemáticas. En nuestro caso, en nuestra provincia, abarca el tema de derechos humanos, donde los luchadores sociales originarios son los más procesados por la luchar por la dignidad de sus pueblos, por el agua, y les han abierto causas judiciales. Por lo tanto, los derechos humanos es un tema muy importante que atraviesa las discusiones cuando se hacen las reuniones en las comunidades. 
 
—¿Cómo es la participación de los jóvenes del campo?
—La juventud, hoy por hoy, tiene una predisposición muy grande y muy activa. Pero si hay algo que la juventud hoy ya tiene calada es la incertidumbre de ese futuro de ser un joven agrario, de independizarse. Está claro que con la política de los sucesivos gobiernos, del saliente como del actual, es imposible aspirar a un futuro digno, a independizarse, a ser un joven agrario o aspirar a mejores posibilidades. Por lo tanto es muy importante el rol que está cumpliendo hoy la juventud porque ha transformado en uno de los bastiones principales en el caso de nuestra zona porque se han tomado iniciativas en esta discusión, la están llevando adelante con serenidad pero con el espíritu que tiene cualquier joven. No es una juventud que se llama a repliegue, ni mucho menos a silencio, sino que quiere estar y aportar un granito de arena en las discusiones que se están generando.
Va a ser una gran marcha y un gran acto. No se van a traer todas las respuestas al hombro pero por lo menos marcará un precedente, porque el rumbo de esta Argentina no es el que merecemos los argentinos.