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02 de octubre de 2010

Una marea de votos blancos, nulos y abstenciones

En la Pampa fue segunda fureza

El voto en blanco, nulo y la abstención se consolidaron como segunda fuerza en las elecciones pasadas en La Pampa. 48.860 personas se negaron a participar de una contienda en la cual sólo se elegía la continuidad de una política que no resuelve los problemas de trabajo, salud, educación, tierra y vivienda de nuestro país.
Es muy importante el crecimiento que ha tenido el voto en blanco en nuestra provincia, que pasó de 8.414 votos en 1999 a 16.399 en 2003, para trepar a 28.936 votos el fin de semana pasado. Si a esta cifra le sumamos la abstención y los votos nulos se ubica en el 20,8% del total del padrón (descontando el 15% que no vota por viajes, enfermedad o por mayoría de edad). Sólo fue superado por Cristina K que obtuvo el 30,7%.
En el caso de la elección de gobernador, el PJ se ubicó como primer fuerza con el 36,62% superando al Frepam (radicales, Fregen, PS) con el 25,15%. El voto blanco, el nulo y la abstención se plantaron como la tercer fuerza con un 16,37% del total del padrón.
Las fuerzas de la izquierda electoral, representadas por el PH y el PC, sólo obtuvieron 1.900 votos (el PH había obtenido más de 10 mil en el 2003).
El mayor porcentaje de voto en blanco y nulo, para la elección presidencial, sin contar las abstenciones, se dio en 25 de Mayo: 39,5% (2º lugar, a 99 votos de CK); Castex: 24% (2º lugar); Gral. Acha: 23,83% (2º); Parera: 22.62% (2º lugar); Victorica 21,58% (2º); Realicó: 14,62% (2º); Gral. Pico: 13,49% (3º) y en Santa Rosa: 10,6% (3º) por citar algunos de los lugares que más votos aportan al total.
Es muy importante hacer un repaso de la composición de semejante repudio a la política gobernante. Creemos que la activa campaña del Partido y de la JCR, con spot publicitarios, pintadas, carteles y volantes, abrió el camino para que gran parte de los pampeanos sintieran un respaldo a una postura política que fue bastardeada durante meses por los medios de comunicación y los candidatos del sistema. Por otro lado, entendemos, representa una lección a compañeros que, tentados por el circo electoral, lavaron sus programas y propuestas políticas olvidándose de los reclamos que nos juntaron en las calles como fueron: el pase a planta de los estatales en negro, el cese de los desalojos campesinos en el oeste pampeano, contra la entrega del petróleo y la mejora de las condiciones de vida de los que no tienen nada.