El Gobierno de Javier Milei sigue mostrando su cara entreguista, vuelve con la entrega de nuestro Río Paraná a manos extranjeras del comercio, el dragado y balizamiento, entrega de nuestros recursos y bienes naturales y ahora va con la derogación de la Ley de Tierras Rurales 26.737, que ponía un límite (desde el 2012 hacia adelante) a la adquisición de tierras en manos extranjeras, limitando en un 15% de la superficie de las tierras productivas de cada provincia.
Ya lo había intentado Macri con el Decreto 820/2016 para beneficiar a sus amigos entre los que se encontraba Joe Lewis[1], que fue modificado en el gobierno de Alberto Fernández nuevamente, retomando a la ley original.
La Ley 26.737 establece límites al dominio o posesión, a partir de la sanción -2012- no regula en forma retroactiva. Por lo tanto, lo que está extranjerizado quedó así (ese fue uno de los cuestionamientos sobre todo de las organizaciones que venían impulsando la misma). Los límites a la compra y venta de tierra son:
- 15% de límite a toda titularidad de dominio o posesión a nivel nacional, provincial y subprovincial,
- 30% de límite a toda titularidad de dominio o posesión de personas físicas o jurídicas de la misma nacionalidad, a nivel nacional, provincial y subprovincial.
- 1000 hectáreas en la Zona Núcleo como máximo para un mismo titular o su superficie equivalente de acuerdo al régimen de equivalencias propuesto por las provincias y aprobado por el Consejo Interministerial de Tierras Rurales.
- No se podrán adquirir tierras rurales que contengan o sean ribereñas a cuerpos de agua de envergadura o permanentes.
Antes de la sanción de esta Ley 26.737, la Federación Agraria Argentina había aportado datos sobre la existencia de más de 34 millones de hectáreas de tierras argentinas de valor productivo y paisajístico en manos extranjeras. Ello representaba casi el 20% de la superficie productiva del país.
El Registro Nacional de Tierras Rurales (Ley 26.737) hasta el año 2015 daba más de 16 millones de ha, (más del 6% total del país) en manos extranjeras, cuyo principal capital es el Estadounidense (más de 2 millones de ha). Por ejemplo: Los Esteros del Ibera tienen una superficie de 1.300.000 ha, de las cuales 205.000 ha fueron adquiridas por el cuestionado magnate norteamericano Douglas Tompkins (actualmente fallecido, la tierra sigue en manos de sus Fundaciones).
Si bien no existen datos de acceso público sobre los titulares de los dominios, sin embargo se ha podido ir conociendo a través de los accesos a los registros provinciales y a los territorios que la tierra está en manos de los terratenientes, la mayoría bajo la figura corporativa de una personería jurídica: el 89,36% correspondió a personas jurídicas y el 10,64% restante correspondió a personas físicas.
Ahora bien, Milei, primero la intentó derogar con la denominada “ley bases o ley ómnibus”, aquella que presentaron en el Congreso apenas asumieron en el 2023, conjuntamente con diversas leyes que entre otras cosas no nos permitían juntarnos más de 3 personas en la calle, como sucedió en épocas de dictadura en nuestro país.
Luego de haberse derrotado este proyecto con la movilización popular, el gobierno sacó el Decreto DNU 70/23 que lamentablemente sigue vigente en el que le permitía realizar modificaciones a las leyes sin pasar por el Congreso.
Sin embargo la reforma a la Ley de Tierras Rurales fue derrotada otra vez, a raíz de una presentación judicial del Centro de Ex combatientes de La Plata, ellos lograron que se frenara la puesta en marcha de esa derogación a la Ley de Tierras Rurales. Es decir que la compra y venta de tierras rurales en territorios estratégicos sigue siendo una cuestión nacional que debe ser regulada.
Pero el gobierno cipayo de Milei, representante del sector recalcitrante de las clases dominantes, le sigue abriendo paso a los intereses imperialistas para que se lleven los recursos que necesiten de nuestro país. Es por eso que vuelve a la carga para modificar la Ley de Tierras Rurales, conjuntamente con la Ley de manejo del fuego y la Ley de Glaciares, todas ellas que protegen un aspecto de nuestra soberanía nacional.
Las reformas entreguistas de Milei
Según el anuncio oficial, el proyecto mantendría únicamente la necesidad de autorización previa para adquisiciones realizadas por entes estatales extranjeros, pero eliminaría todas las barreras para la compra por parte de privados, fondos de inversión y corporaciones multinacionales. O sea el gobierno autorizaría a todos sus amigos a comprar tierras con el único requisito de informarlo previamente.
El proyecto también incluye la eliminación de la normativa de manejo del fuego, que establece la prohibición de cambiar la actividad productiva del campo durante 30 a 60 años tras un incendio, que busca proteger suelos afectados por incendios forestales.
Esta combinación de medidas abre la puerta a un escenario alarmante: la posibilidad de provocar incendios intencionales para adquirir tierras a bajo precio y posteriormente cambiar su uso productivo hacia desarrollos inmobiliarios, mineros o de cualquier otra índole, sin los períodos de recuperación que actualmente establece la legislación.
Defender la Soberanía Nacional es defender los ríos y la tierra
La entrega del patrimonio nacional a manos extranjeras nos deja en una total defensión como pueblo.
Los territorios en Argentina, ricos en recursos minerales, hídricos, alimenticios, están ubicados en zona de frontera y ocupados por las comunidades originarias.- En el año 2022, la Argentina produjo 33 mil toneladas de litio, el 5% de la producción mundial, y se ubicó como el cuarto productor mundial después de Australia, Chile y China. Hay 38 proyectos mineros, ubicados sobre los territorios de frontera. A su vez, en relación a otro recurso como el petróleo según los datos que la misma empresa YPF publica: Vaca Muerta tiene un enorme potencial para la obtención de gas (308 TCF) y cuenta con importantísimos recursos de petróleo que alcanzan los 16,2 mil millones de barriles, según el último informe del EIA 2013, lo que significa multiplicar por diez las actuales reservas de la Argentina. Como se sabe estas empresas extranjeras se disputan el territorio de las comunidades originarias, donde se ubica el yacimiento de Vaca Muerta. El Acuífero Guaraní es la tercera reserva más grande de agua dulce en el mundo, con 30.000 km cúbicos de agua, ubicada en territorio de comunidades originarias y campesinas criollas.
Por lo que, la alianza estratégica entre el gobierno de Milei, los terratenientes y la burguesía imperialista, permite avanzar sobre el factor interno de la dependencia: el control de la tierra. Así la derogación de Ley que regula la compra de tierras por parte de extranjeros, enviada nuevamente por el presidente Milei, (sustentado en la supuesta libertad de las personas a adquirir propiedades) y a su vez, que la actual Vicepresidenta de la Nación ( V. Villarruel) ya había presentado siendo Diputada un proyecto de ley para derogar la Ley 26.160 (de relevamiento territorial de comunidades indígenas) tiene estricta relación en los intereses de los capitales extranjeros en estos territorios.
La Argentina se encuentra entre los territorios más productivos y con recursos naturales, del mundo.
El factor interno (terratenientes y burguesía imperialista) ha sido clave para esta alianza, pero a su vez como toda alianza se da en un momento determinado y bajo condiciones específicas. Hoy la alianza con el factor interno está moviéndose a paso acelerado, es por eso que debemos frenarlos.
A su vez, la decisión de qué producir, cómo producirlo y qué consumir es lo que definimos como Soberanía Alimentaria, sin soberanía nacional sobre nuestras tierras y ríos no hay Soberanía Alimentaria, es justo que habiendo miles de campesinos sin tierra, miles de jóvenes que anhelan tener un pedazo de tierra donde vivir y producir, miles que se han capacitado en las cientos de escuelas agro-técnicas y en las universidades así como los miles que han aprendido junto a sus padres el trabajar la tierra, hoy no puedan acceder ni a una maceta de tierra, sin embargo el gobierno cipayo de Milei libera la compra a extranjeros dándoles todas la facilidades para que centralmente se queden con nuestros recursos.
En un mundo, donde se agudiza las disputas interimperialistas, con una creciente oleada fascista y belicista donde el acceso a los minerales, tierras raras, a los alimentos y al agua dulce se va a ir encrudeciendo, y mucho más en territorios estratégicos como lo es nuestro país, donde puedan controlar y ganar la guerra.
Como lo logramos muchas veces, hay que frenarlos en la calle. No Pasarán!
Comisión Agraria Nacional
[1]El caso del magnate británico Joe Lewis ejemplifica los riesgos concretos de la liberalización sin controles. Lewis compró en 1996 unas 11.000 hectáreas ubicadas entre El Bolsón y Bariloche de forma irregular, violando la ley 15.385 conocida como zona de seguridad de fronteras. En esas tierras, el empresario británico construyó un aeropuerto privado de casi dos mil metros de largo que no cuenta con radares. Entre 8.000 y 10.000 soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel llegan cada año a pasar dos semanas en las propiedades de Lewis, según confirmaron investigaciones periodísticas. Lewis además impide sistemáticamente el acceso público al Lago Escondido, que según la Constitución Nacional es de dominio público. Durante el gobierno de Mauricio Macri, el magnate británico recibió beneficios extraordinarios, incluyendo la autorización de una central hidroeléctrica con precios preferenciales.
