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04 de julio de 2012

Un grupo de trabajadores despedidos de RBI (ex Bosch), luego de mucha lucha, se decidieron a organizarse en cooperativa para recuperar su fuente de trabajo.
 

Una nueva recuperada: Mecanizados progreso

Hoy 1426 / Ex Bosch - RBI de San Martín, Gran Buenos Aires

Una fábrica cerrada por la patronal. Trabajadores que se largan a la patriada de recuperarla. Máquinas silenciosas que esperan las manos que las pongan a andar nuevamente. No, no es una escena de la Argentina del 2001. Así vimos el viernes 29/6 la planta autopartista que supo ser del monopolio alemán Bosch en la localidad de San Martín, al noroeste del Gran Buenos Aires.

Una fábrica cerrada por la patronal. Trabajadores que se largan a la patriada de recuperarla. Máquinas silenciosas que esperan las manos que las pongan a andar nuevamente. No, no es una escena de la Argentina del 2001. Así vimos el viernes 29/6 la planta autopartista que supo ser del monopolio alemán Bosch en la localidad de San Martín, al noroeste del Gran Buenos Aires.


Allí entrevistamos a Hernán, otro compañero del mismo nombre, y Alejandro, obreros que han conformado el 16 de junio la Cooperativa Mecanizados Progreso Limitada, para que nos cuenten cómo fue el proceso de lucha hasta llegar a esta etapa, y los objetivos que tienen. Estaban acompañados de Gerardo Robbiano, ex integrante de la Comisión Interna de Bosch, despedido en el 2009.


En el arranque, Hernán nos dice: “Esta es una empresa autopartista en la que se realizaba mecanizado de aluminio: tapas de alternadores, cubre impulsores, protecciones para herramientas eléctricas, todo para Bosch. Se enviaba a Brasil, y ahí se ensamblaba. Trabajaban cerca de 150 operarios, y con RBI quedamos 80. Es un trabajo especializado, con muchos compañeros técnicos mecánicos y electrónicos. Es una fábrica muy moderna, que se instaló en la Argentina en el 95, y el mecanizado se hace con máquinas CNC (control numérico computarizado) que tornean y moldean la pieza de acuerdo a lo que uno programe en la computadora.


“En el 2009 nos despidieron a todos. Con la lucha nos retomaron en la nueva empresa, RBI, con muchos problemas. En dos años se vino abajo la empresa. Tenían planeado fundirla, como hicieron con Argelite, otra fábrica del grupo. Tuvimos problemas para cobrar las quincenas, ahí empezamos con los paros. En noviembre del 2010 se agravó la decadencia, y no sabíamos qué iba a pasar con nosotros. Hicimos denuncias en el Ministerio de Trabajo, y muchas movilizaciones. Ahí apareció un supuesto tercer interesado, que supuestamente se iba a hacer cargo de los sueldos caídos, una deuda por los días sábados, más de cinco mil pesos por compañero, y venía para reactivar el trabajo. Esta persona firmó en el Ministerio que se iba a hacer cargo…


Acota Alejando: “RBI nos había despedido unas semanas antes de Navidad”. Y recuerda el otro Hernán: “En estos dos años hicieron un vaciamiento de una parte de las máquinas, nosotros notábamos que no reponían cosas básicas para el trabajo”. Hernán, retomando el hilo, prosigue: “Había distintas ideas y confusión entre los compañeros. Ofrecían seguir con el trabajo en Argelite, y una parte acordó, pero fue todo un engaño, porque Argelite está parada, ya no tienen ni luz. Ya a fines del año pasado quedamos paradas. Trabajamos dos semanas en enero y después no arrancó más. Desde ese momento establecimos guardias para quedarnos en la empresa, de día y de noche, para que no se lleven las máquinas”.

 

Nace la cooperativa
El mismo Hernán nos dice que “En la cooperativa arrancamos con 15 compañeros, y se van sumando más. Había dos grupos, los que queríamos armar la cooperativa, y los que querían que se haga cargo esta persona que supuestamente iba a dar trabajo. Nosotros nos dábamos cuenta que era todo un engaño, y nos pusimos firmes con el tema de la cooperativa. Empezamos a hacer asambleas, y ahí se resolvió armar la cooperativa. Hicimos todos los trámites necesarios. Le pusimos de nombre Mecanizados progreso. Queremos poner la fábrica a trabajar, abriéndola a cualquier trabajo que podamos tomar. Podemos trabajar en la parte automotriz, eléctrica, plástica, es muy amplio. Logramos conservar la mayor cantidad de las máquinas.


Robbiano aclara, sobre el recorrido de lucha, que “Hubo un sector que, con consignas de izquierda, tuvo expectativas en la patronal, esperando que cumplieran las promesas que sabíamos que no iba a cumplir. Hay varios pasos para armar la cooperativa: hacer un curso, inscribirse en un ente de la provincia de Buenos Aires, lo que se hizo y los compañeros ya tienen la matrícula provisoria. Además se está trabajando un proyecto de expropiación en la Legislatura de la provincia de Buenos Aires, que ya está firmado por todos los bloques, y vamos a pedir la quiebra de la empresa. Tuvimos una entrevista con el secretario de industrias de la municipalidad de San Martín, en la que dijeron que nos van a ayudar, podría ser con créditos, pero hay que ver”.


Sobre lo mismo, agrega Alejando: “Nosotros para poder arrancar primero necesitamos que nos pongan la luz, para lo cual estamos peleando en Edenor, para que no hagan cargo a la cooperativa de la deuda de RBI. Luego necesitamos poner a punto las máquinas. Queremos contar con un permiso provisorio para arrancar, lo que está contemplado en la nueva ley de quiebras”. Y completa Hernán: “A medida que se difundió el tema de la cooperativa se fueron arrimando más compañeros. Hasta el día de hoy seguimos recuperando gente, incluso algunos que quedaron fuera de RBI, y que eran de Bosch. Los compañeros que están especializados en la programación y el seguimiento de las máquinas se comprometieron a dar una mano sin pedir nada a cambio”.

 

Otra oleada de la crisis
Mientras recorremos las instalaciones, donde los compañeros van mostrando, con una mezcla de orgullo y tristeza las máquinas, el material especializado y sofisticado, los CNC, y el producto de su trabajo, Gerardo Robbiano completa el cuadro de situación: “Nosotros empezamos a enfrentar la crisis en el 2008. Bosch, junto con otros empresarios, planificaron vaciar la fábrica, y cerrarla. Le dejó el trabajo sucio a RBI, y se llevó la producción a Brasil. Durante el 2009 tuvimos una cantidad de luchas que culminaron con la toma de la planta por diez días a fines de ese año, con un acuerdo firmado de reincorporar a todos, que RBI no cumplió. Esto es la consecuencia de la segunda oleada de la crisis, que ha dejado paradas RBI, Argelite, Lucas Indiel, y hay otras autopartistas que están sufriendo el parate de la industria automotriz, con suspensiones en Renault y Fiat, Peugeot no renovó contratos y trabajan 6 horas.


Los compañeros siguieron dando la pelea todo el 2010 y el 2011, por recuperar los salarios, y la jornada laboral que tenían en Bosch, lo que logaron. Ante los despidos volvieron a pelear y ponerle el pecho a la crisis. Hubo que descubrir que las propuestas que se hacían eran falsas promesas, para que este grupo de compañeros se pusiera al frente de la cooperativa. Esto ha provocado entusiasmo entre los compañeros, por tener un objetivo como es recuperar el trabajo, incluso de una parte importante de compañeros que si bien no están en la cooperativa, apoyan este emprendimiento, y vienen a dar una mano, a ponerse a disposición para que la fábrica arranque. Esto es fruto del compañerismo de los compañeros de la ex Bosch. Y hay que destacar por último la solidaridad recibida de parte de muchos sectores: la CGT de San Martín, la CTA, comisiones internas, los compañeros de INTI, otras recuperadas, la mayoría de las fuerzas políticas de San Martín”.