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02 de marzo de 2011

La enorme zona geográfica que abarca todo el norte de África desde el Atlántico hasta el Mar Rojo, y los países del Oriente Medio y la península arábiga, siguen siendo barridos por una inmensa ola de furia popular y democrática.

Una oleada que crece

Hoy 1358 / Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Turquía, Irak, Jordania, Djibuti, Bahrein, Yemen

Egipto
Con los sucesos de Libia, la prensa proimperialista echó rápidamente tierra sobre el proceso egipcio. Tras el derrocamiento de la dictadura de Mubarak, prácticamente todos los días distintos sectores de la clase obrera se movilizan, ya sea enfrentando los lastres del régimen en las empresas o reclamando mejores condiciones salariales y laborales.

Egipto
Con los sucesos de Libia, la prensa proimperialista echó rápidamente tierra sobre el proceso egipcio. Tras el derrocamiento de la dictadura de Mubarak, prácticamente todos los días distintos sectores de la clase obrera se movilizan, ya sea enfrentando los lastres del régimen en las empresas o reclamando mejores condiciones salariales y laborales.
Trabajadores de la educación y de la salud reclamaron el miércoles 23 frente a la gobernación de Asiut la renuncia del gobernador. El jueves, trabajadores de la Compañía Egipcia de Productos Farmacéuticos Shubra marcharon contra la supresión de los incentivos salariales y exigiendo la investigación de hechos de corrupción de la empresa.
En Ciudad Nasr, los trabajadores hicieron una sentada frente a la empresa exigiendo la reincorporación de compañeros despedidos arbitrariamente. Obreros de la compañía petrolera Petrotrade hicieron otra sentada ante el Ministerio de Petróleo reclamando un aumento salarial. También están en lucha trabajadores ferroviarios. El viernes 25, nuevamente, centenares de miles se manifestaron reclamando que se hagan efectivos los cambios exigidos junto a la caída de Mubarak.

 

Irak
A impulso de las puebladas de Túnez y Egipto, miles de iraquíes marcharon el jueves 24 en las principales ciudades del país, en lo que llamaron el “Día de la ira” contra la corrupción, el aumento de los precios, la desocupación y la falta de servicios básicos como electricidad y atención sanitaria. Las fuerzas represivas del gobierno -un gobierno títere bajo ocupación de 50.000 soldados yanquis- asesinaron a siete manifestantes en las ciudades norteñas de Mosul y Hawiya.
En la capital Bagdad, cientos de personas con banderas iraquíes y carteles convergieron en la plaza Tahrir, frente al río Tigris y cerca de la Zona Verde donde están los edificios de gobierno y la embajada norteamericana, cercados con alambre por la policía. Allí se defendieron a pedradas de los hidrantes y disparos de gases.
Catorce personas fueron asesinadas en la represión a las marchas. Irak sigue ocupado. Los yanquis son responsables de la muerte de un millón de iraquíes y del “desplazamiento” de otros cuatro millones. Son el sostén del régimen títere del primer ministro Al Maliki. “No a la desocupación!”, “No al mentiroso de Maliki!”, coreó la gente.
En las últimas semanas Irak está siendo sacudido por una ola de protestas. Fuerzas populares y patrióticas manifestaron en Basora, Kut, Kirkuk, Tikrit, Ramadi, Samarra, Suleimanía y otras ciudades. En Kut los manifestantes -unos 2.000- incendiaron tres edificios de gobierno.

 

Jordania
En la sexta semana de protestas, más de 5.000 jordanos salieron a las calles de Ammán tras los rezos del viernes 25 para exigir reformas políticas, incluyendo la disolución de la Cámara baja del Parlamento. Los manifestantes gritaron consignas y levantaron pancartas en apoyo del levantamiento libio.
Aquí los reclamos enfilan principalmente contra el sistema monárquico y exigen reformas políticas para cambiar la ley electoral y garantizar un sistema de representación proporcional.

 

Djibuti
Treinta mil personas marcharon el viernes 18 de febrero en la capital de este pequeño país del Cuerno de África, estratégico por su ubicación sobre el estrecho que une el Golfo de Adén con el Mar Rojo. Los manifestantes exigían la renuncia del presidente Ismael Gueleh. Dos personas murieron por la represión policial con balas, bastones y gases.
Djibuti fue colonia francesa, y aún mantiene estrechos lazos económicos con Francia. Pero, convertido en una avanzada regional de lo que los imperialistas llaman “guerra contra el terrorismo”, alberga la única base yanqui conocida en el continente africano, y es por lo tanto una posición estratégica de Washington para sus ambiciones de dominio del Cuerno de África, el Golfo de Aden y la península arábiga. La importancia de la base yanqui, perteneciente al Africom (el comando norteamericano en África), radica no sólo en su capacidad de control sobre la vasta región petrolera norafricana y del Medio Oriente, sino en su proximidad a las áreas del continente en las que está produciéndose la vertiginosa penetración del imperialismo chino.
La alianza conformada por varias fuerzas de la oposición burguesa convocó a nuevas movilizaciones por democracia y contra la “sucesión dinástica” orquestada por el actual presidente, en el gobierno desde 1999 y que cambió la Constitución incluyendo la reelección indefinida.
También volvió a haber manifestaciones en Túnez –obligando a la renuncia del gobierno interino que sucedió al derrocado dictador Ben Ali–. En Yemen se movilizaron cientos de miles de personas en varias ciudades. En Bahrein, 10.000 personas volvieron a exigir la renuncia del gobierno.