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16 de enero de 2012

Un artículo aparecido en riobravo. com. ar denuncia que en menos de un año se han producido casi 100 despidos, muchos de ellos por problemas de salud ocultados por la empresa.

Una planta “modelo” para Cristina

Hoy 1401 / Entre Ríos: despidos en la avícola Tres Arroyos

Río Bravo recuerda la visita de la presidenta de la nación al frigorífico Tres Arroyos en Concepción del Uruguay en febrero de 2008. “Allí se deshizo en elogios para el empresario Joaquín De Grazia, un enorme beneficiario de subsidios y créditos, y aseguró que se trataba de ‘una planta modelo’”. Al poco tiempo, arreciaban las denuncias por superexplotación y tercerización. “Las garras del pollo valen más que nosotros”Algunos trabajadores, entrevistados por Río Bravo, denunciaron lo que pasa en la empresa: “Desde que se armó el último quilombo (un reclamo salarial que terminó con la planta cerrada, el despido de delegados, sanciones al sindicato y un virtual estado de indefensión) las cosas están cada vez peor. A mí me echaron como un perro, después de que me han arruinado la salud, porque con la espalda arruinada y los hombros destrozados nadie me va a dar trabajo… Como dice un compañero que todavía está adentro, las garras del pollo valen más que nosotros, dice Raúl”. “Nos está matando la noria” –reclama Ezequiel, quien sigue trabajando. “Cuando viene inspección la bajan a la mitad de velocidad, y nos quedamos dormidos, acostumbrados al ritmo de todos los días”. Con el mismo número de trabajadores, Tres Arroyos afronta mayores faenas, aumentando sus ganancias y descargando el peso sobre las espaldas de sus obreros. Para colmo de males, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), que nuclea a los obreros de la planta, se encuentra muy debilitado gracias a que la empresa aprovechó las traiciones de sus dirigentes.