Como un primer efecto del paro triguero, durante la realización del mismo, muchos productores recibieron la oferta de comprarles el producto a 1.028 pesos por tonelada. Es decir lo que se llama precio pleno o FAS teórico: el precio internacional, menos las retenciones (23%) y los gastos de comercialización, acopio y flete, que se le descuentan al productor.
Como un primer efecto del paro triguero, durante la realización del mismo, muchos productores recibieron la oferta de comprarles el producto a 1.028 pesos por tonelada. Es decir lo que se llama precio pleno o FAS teórico: el precio internacional, menos las retenciones (23%) y los gastos de comercialización, acopio y flete, que se le descuentan al productor.
Esto contrasta con lo que venían pagando, antes del paro, los grandes exportadores y molineros, con el llamado “precio pisado” por el acuerdo del gobierno kirchnerista con los monopolios imperialistas que manejan el mercado: 724 pesos por tonelada –es decir 304 pesos menos de lo que hubiera correspondido–, que hoy no alcanzan para cubrir todos los costos de producción, desde la siembra (incluyendo además de la maquinaria y mano de obra, semillas, fertilizantes, agroquímicos, etc., a precio de monopolio) a la cosecha. Así venían haciendo “su negocio” los monopolios harineros o exportadores que después cobraban la harina o exportaban como si hubiesen pagado el trigo al productor a 1.028 pesos y no a 720 como realmente lo pagaban. Encima, los monopolios harineros recibían un subsidio por el precio de la harina, aduciendo que habían pagado el precio FAS teórico, como lo reconoció el propio ministro Dominguez (ver hoy, número 1352).
El resultado de toda esta política del gobierno en acuerdo con los monopolios imperialistas, de ninguna manera ha sido un beneficio para el pueblo consumidor, como se puede apreciar por el precio del pan. De hecho, cuando la tonelada de trigo se pagaba 600 pesos en 2006, el pan costaba 2,50 pesos el kilo; ahora, pagándose 720 pesos, el pan no se consigue a menos de 6 pesos el kilo.