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02 de octubre de 2010

Tras el anuncio del gobierno se esconde un doble mensaje. Por cinco años se compromete a comprar una vacuna al laboratorio extranjero Novartis.

¿Una vacuna de fabricación nacional?

Hoy 1293 / Ante el anuncio presidencial


El diario oficialista Página 12, el sábado 14/11 titula uno de sus artículos con la frase: “Una vacuna made in Argentina”. El artículo se refiere a que la presidenta Kirchner firmó un decreto que declara “de interés público” la fabricación en la Argentina de la vacuna contra la gripe A. La medida, dice el periodista, “responde a la propuesta presentada por el laboratorio multinacional Novartis, el laboratorio nacional Elea y uno de los propietarios del laboratorio Biogénesis-Bagó, llamado Hugo Sigman.”
El tema es importante porque, como informa el diario Clarín del mismo día, hasta ahora, sólo nueve países producen la vacuna contra la gripe A. La producción es tan escasa que sólo alcanza para cubrir la décima parte de la población mundial en riesgo. La Nación, por su parte, dice que el ministro de Salud Manzur dijo que “del Ecuador para abajo, la Argentina es el primer país que elaborará esta vacuna, e integrará el grupo reducido de países productores en todo el mundo”, entre los que figuran Estados Unidos, Suiza, Francia, Inglaterra, Italia, Japón, China e India.
Desde ya que sería importante la fabricación nacional de esta vacuna, pero es interesante averiguar si esto es así en este caso, o se trata de otro doble mensaje del matrimonio Kirchner.

En qué consiste el proyecto
Según la propuesta, la vacuna podría empezar a producirse dentro de cinco años; mientras tanto, Novartis se comprometería a proveer a la Argentina dosis de la vacuna, que ya fabrica en otros países. El Estado argentino, por su parte, comprará la que se produzca en el país, que también podría exportarse. El proyecto supone una inversión de 50 millones de dólares por las empresas, y podría generar 400 puestos de trabajo, se dice. Hay que tener en cuenta que este acuerdo requiere una licitación pública (según consta en el decreto presidencial) en la cual “los laboratorios que presentaron la propuesta tendrán una preferencia”, según el Ministerio de Salud.
Abel Di Gilio, director general del Laboratorio Elea, confirmó que “la construcción de la planta de elaboración y las certificaciones de la OMS requerirán aproximadamente cinco años”, y que “mientras tanto, nuestra alianza estratégica se comprometerá a otorgar a la Argentina prioridad para comprar vacunas, por lo menos para la población en alto riesgo”, ya que “en la alianza participa Novartis, uno de los principales productores de esta vacuna en el mundo”. El Estado argentino se compromete a que “cuando la vacuna se fabrique en el país, nos la comprará, al mismo precio que en el resto del mundo”, planteó el directivo de ELEA.

¿Quiénes son los autores de la propuesta?
Se informa que se trata de un laboratorio extranjero y dos nacionales.
El laboratorio extranjero es Novartis que, según se puede ver en Internet (Wikipedia), es una empresa de capitales suizos que se dedica a la industria farmacéutica y a la biotecnología, y tiene su sede principal en la ciudad de Basilea. La compañía nace a partir de la fusión de Ciba-Geigy con Sandoz en 1996, que en su época fue la fusión más grande del mundo. En el 2005 Novartis anunció la compra de la empresa alemana de genéricos Hexal por un valor de 5.650 millones de euros. Es notable que esta empresa, Hexal, a su vez está asociada en Uruguay con la supuestamente argentina Roemers, en un emprendimiento de producción e importación de medicamentos, desde una zona franca y con dinero de fondos de inversión alemanes.
Novartis es considerada una de las cinco empresas farmacéuticas más grandes del mundo, además de ser un importante pilar de la economía de Suiza. Su facturación anual ronda los 20.000 millones de euros. El 12 de junio de 2009 anunció la creación del primer lote de  contra la gripe porcina. Además informó que no hará caso a la petición de la Organización Mundial de la Salud, de donar vacunas a los países pobres.
¿Este es el laboratorio extranjero que será parte de un proyecto nacional de producción de vacunas?
En cuanto a los dos laboratorios nacionales, se mencionan a Elea y Biogénesis-Bagó, aunque el oficialista Página 12 es más preciso y dice que uno de los propietarios de esta última empresa, Hugo Sigman (al que se pinta como un empresario nacional), es el verdadero impulsor del proyecto.
En el blog personal de Hugo Sigman, se dice que es socio del Grupo Chemo, que se dedica a la fabricación y comercialización de productos farmacéuticos y veterinarios, tanto de materias primas como productos intermedios.
Chemo es una compañía basada en Madrid, con plantas químicas para la fabricación de principios activos en España, Italia y China; fabricación de productos farma- céuticos en España, Francia, Portugal, Suiza, Polonia, Rusia, Tailandia, India, Vietnam y China, entre otros.
Además, se informa en dicho blog, que Sigman posee una participación accionaria (junto a Luis Alberto Gold y la familia Sielecki) en el laboratorio Elea. De lo que surge que el laboratorio nacional Elea (el otro participante del proyecto) es controlado por el grupo Chemo.
En la página web de este último grupo se informa que Romikin es la oficina comercial de Chemo en Argentina. También se comunica que los negocios de Chemo (controladora de Elea) tienen base en Barcelona y posee industrias químicas de principios activos (droga base) en Italia (Industriale Chimica), en España (Química Sintética) y hasta en China (Gold Pharma). También fabrica productos terminados en España (Liconsa y León Farma).
Recientemente, el diario Crítica publicó que “la multinacional (Chemo) nació en Argentina en 1940 con la fundación de los Laboratorios Sintyal, propiedad de la familia Gold, que puso un pie en España en 1977 cuando el matrimonio de la bioquímica Silvia Gold y el psiquiatra Hugo Sigman abrió una oficina comercial en Barcelona… A partir de 2006, Chemo inició un nuevo proceso de internacionalización con el nacimiento de Gold Pharma (China) y comprando participaciones en las compañías Nexchem de China y Nosch de India.” Información similar figura en la página oficial, en Internet, de Hugo Sigman.
En la página web de Chemo se informa que tiene una alianza estratégica con Bagó en la empresa de productos veterinarios Biogénesis (también mencionada en el proyecto y uno de los principales proveedores de la vacuna contra la fiebre aftosa en el país y en la región, incluyendo países como Taiwán y los Estados Unidos) y con la filial rusa de Bagó. Biogénesis es propiedad de Luis Alberto Gold, Diego Alberto Zito, Alejandro Marcelo Zito, Paula Marcela Zito y los hermanos Juan Carlos y Sebastián Bagó, según se informa en la página de Hugo Sigman.
Como dato adicional, la página de Hugo Sigman agrega que es dueño de la Editorial Capital Intelectual que edita Le Monde Diplomatic para Latinoamérica y numerosos libros de divulgación científica; y, junto con Oscar Kramer, de la productora cinematográfica (en Argentina y en el exterior) K&S Films (productora de la película “Iluminados por el fuego”).
Bagó, es otra empresa presentada como nacional y socia de Sigman en Biogénesis, también mencionada en el proyecto. Ya sabemos de su relación con Chemo y Elea. El Grupo Bagó-Montpelier dice en su página web: “Laboratorios Bagó, empresa argentina líder en Lati- noamérica y con 18 filiales en la región, concretó el lanzamiento de su filial en la Federación Rusa consolidando su creciente presencia internacional en los mercados farmacéuticos más competitivos del mundo”. La empresa cuenta con patente para fabricar en la Rusia de Putin, abrió recientemente una planta farmacéutica en Pakistán, y empezó a negociar la instalación de una planta de producción de vacunas de aftosa en ese país y otra de medicamentos oncológicos en la región conformada por Asia, Africa y Europa del Este. Bagó también prepara su llegada a Europa Occidental y evalúa la compra de una empresa en los Estados Unidos.
La participación de Bagó en la propuesta no está clara ya que Carlos Chávez del Valle, gerente de Comunicaciones Institucionales del laboratorio Bagó, aseguró que “Biogénesis-Bagó no participa en ningún proyecto para fabricar vacunas contra la gripe. En realidad, esta empresa no puede producir vacunas para seres humanos: todas las plantas de elaboración de vacunas están certificadas por ISO y aprobadas por organismos internacionales, además de la Anmat, pero exclusivamente para productos destinados a animales”. Por lo que el proyecto parece ser esencialmente de Hugo Sigman, un empresario al que el periodismo ha calificado de empresario K. El crecimiento exponencial a nivel internacional del grupo por él creado, a partir de su matrimonio, resulta por lo menos extraño. Las empresas nacionales del proyecto no parecen serlo si nos atenemos a las vinculaciones que ellas oficialmente reconocen.

La verdadera fabricación nacional
Un proyecto nacional exige la fabricación de esta vacuna en las estructuras estatales que existen y otras nuevas que se desarrollen, con el objeto de asegurar el normal abastecimiento de la población. Esto puede y debe ser realizado con la participación de las universidades, los institutos vinculados a las Fuerzas Armadas, y los distintos estamentos nacionales, provinciales y municipales, etc. Es un tema sanitario y de defensa nacional y significaría retomar la línea del Emesta, en épocas de Ramón Carrillo.
Vale la pena recordar sus palabras, en ocasión del lanzamiento de Emesta: “Deseo informar al pueblo sobre la iniciativa de la Secretaría de Salud Pública de la Nación, de lanzar al mercado farmacéutico las Especialidades Medicinales del Estado, con la sigla Emesta, creada por Decreto 25.394/46 y que lleva la firma de nuestro presidente el general Perón… Los productos Emesta son un 50% a 75% más baratos que los similares, y los del Instituto Malbrán, en calidad, son iguales o mejores que los mejores importados por lo cual los médicos y el público en general pueden confiar ampliamente en su eficacia y seriedad.”
Nada que ver con el anuncio presidencial.