Cuando el 28 de agosto de 2013 miles de neuquinos nos movilizamos a la Legislatura contra la aprobación de este contrato por 35 años, tuvimos que enfrentar una represión de 7 horas y un herido de bala de plomo que se salvó de milagro.
Cuando el 28 de agosto de 2013 miles de neuquinos nos movilizamos a la Legislatura contra la aprobación de este contrato por 35 años, tuvimos que enfrentar una represión de 7 horas y un herido de bala de plomo que se salvó de milagro.
En ese momento, sin conocer detalles de lo que se pretendía firmar gran parte del pueblo había calado el carácter entreguista de este pacto que impulsó el gobierno de Cristina Kirchner con el apoyo del gobierno de Neuquén.
Las cláusulas secretas que contenía el acuerdo se ocultaron sistemáticamente primero por el gobierno K, y luego por el gobierno de Macri cuando asumió la presidencia.
Ahora y después de casi un año en que la Justicia ordenó que se hagan públicas, por la presentación del diputado socialista Giustiniani, salen a la luz los secretos de este pacto.
El contrato de concesión entre YPF y Chevron se firmó para explotar los yacimientos de Vaca Muerta, y la operación se dio a través de una serie de compañías off shore radicadas en paraísos fiscales.
¿Qué se desprende del contrato?
De los primeros análisis del contrato que recién se conoce, surgen los siguientes elementos.
1 – Se realizó una ingeniería de contrato con un complejo entramado de compañías of shore con el objetivo de diluir cualquier responsabilidad de Chevron, que pudiera comprometer a la compañía la firma del contrato.
2 – No se firmó un contrato de inversión, por el cual Chevron invertía a riesgo en Vaca Muerta. Es un contrato de préstamo, por el cual Chevron entrega sumas de dinero, con una tasa del 7% de interés, y el establecimiento de eventuales punitorios, e YPF compromete a entregar el 50% de lo que produce el yacimiento, durante los 35 años de duración del contrato.
3 – Ante cualquier litigio, el mismo será sometido a la legislación de los Estados Unidos, y a la jurisdicción de los tribunales de París.
4 – Se renuncia expresamente a cualquier derecho de inmunidad a los que pudiere tener la empresa YPF SA en razón de su mayoría accionaria estatal.
5 – Los contratantes son YPF Oil Investement con sede en el estado de Delaware (paraíso fiscal) y Chevron Oil, con sede en las Bermudas (otro paraíso fiscal).
6 – Hay cláusulas que permiten eludir el pago de los tributos que correspondan a este tipo de negocios.
7 – Existen otros contratos derivados de éste que no se han dado a conocer todavía.
8 – El contrato está redactado en idioma inglés.
¿Cómo se llegó a este pacto?
Luego de la expropiación de las acciones de Repsol y de que el Estado pasara a controlar el 51 % de las acciones de YPF SA, el gobierno K pone a Galuccio y su grupo del monopolio norteamericano Schlumberger en presidencia de la compañía. Elaboran el plan de explotación de Vaca Muerta donde Schlumberger va a tener un papel fundamental en las operaciones de fractura hidráulica, y encaran el acuerdo de inversiones con Chevron.
Chevron tenía en ese momento un embargo por 19.000 millones de dólares por parte de Ecuador, por daño ambiental en zona del Amazonas ecuatoriano. Para permitir que este acuerdo se firmara, la procuradora Gils Carbó pidió a la Corte Suprema que se levante el embargo, con el argumento infantil de que Chevron Argentina no tenía vínculos con Chevron Internacional, que eran dos empresas diferentes. Con ese pedido se allanó el camino a este pacto entre Chevron e YPF SA que contenía clausulas secretas que recién ahora se conocen.
Cuando la Legislatura de Neuquén aprobó ese acuerdo, Chevron dejó de perforar, dejó de invertir en el yacimiento El Trapial, el principal yacimiento de la provincia en aquel momento, del cual es el operador y concesionario. Este producía 3.000 m3 de petróleo diario. Hicieron una restructuración para trasformar este yacimiento en la financiera de ese acuerdo, de ese plan piloto.
El pacto permitió a Chevron instalarse sobre Vaca Muerta por 35 años, sin traer ni un dólar de afuera. Este contrato viene a confirmar lo que siempre dijimos, que el pueblo y la producción nacional iban a pagar las inversiones en Vaca Muerta a través de YPF SA., que fue la que puso lo fundamental de las inversiones en perforación, infraestructura y el costo de la curva de aprendizaje.
Así confesó Kicillof la política petrolera de su gobierno, en su reciente visita a Neuquén, cuando en un acto público planteó: “Nosotros pensamos que YPF era una empresa central para mantener la actividad y la inversión, particularmente la actividad vinculada a la exploración petrolera… y lo voy a revelar acá, fue algo que me dijo el secretario de Energía de Estados Unidos en ese momento David Poneman, que me dijo que la gran inversión en el petróleo no convencional de Estados Unidos la hizo el Estado. Después probablemente venga la inversión privada”.
Como se ve, el contrato entre Chevron e YPF SA es una verdadera estafa, y debe ser rescindido. El gobierno macrista también pretendía ocultar los términos de este pacto, porque de la mano de Aranguren, ex gerente y personero de Shell, pretenden imponer una política que profundiza la entrega de nuestros recursos.
Es necesario anular este contrato e iniciar un camino que termine con las concesiones a las operadoras de área, y se reestatice la operación de todos los yacimientos, en manos de una YPF 100% estatal y federal.
