Al cierre de esta edición crecía el debate en la gran empresa constructora de barcos en Ensenada alrededor de la necesidad de convocar a una asamblea general para rechazar la intervención en el Astillero.
La Celeste, en un volante entregado el 8/5, afirmaba: “A la política del gobierno de comprar buques en Israel y España por un lado, y de cerrar empresas estratégicas como Fanazul y Río Turbio por otro, ahora tenemos que sumarle que desplazaron a Gabriel Curto y lo trajeron a Capdevila a la presidencia del ARS. Viene de trabajar como CEO en Siderar y en el Ministerio de Modernización del Estado. Ayer, acompañado por la Prefectura y una flota de cinco autos llena de asesores, echó en 15 minutos a 11 gerentes cambiándolos por sus interventores”.
Previo a este desplazamiento, el compañero Jorge E. Smith, perteneciente a la Lista Celeste de la CCC del ARS, nos contaba algunas de las situaciones por las que pasan los trabajadores y denuncia un ahogo presupuestario. ¿A qué se refiere este término? Hace cinco años que el Astillero Río Santiago dejó de manejar sus propias cuentas y pasó a depender de Economía de la provincia de Buenos Aires. “Con el gobierno de Macri y Vidal esto se agudizó. Hoy la empresa está en jaque”, puntualizó Smith.
Este astillero, emblema y orgullo de la Argentina durante tantos años, fue el lugar donde se construyó –entre otros tantos navíos– la Fragata Libertad. Los trabajadores, alrededor de 3.500 personas, salieron a la calle a concientizar sobre la importancia del funcionamiento del Astillero. “El gobierno cambió la lógica de funcionamiento y ahora compra todo lo que antes se fabricaba. Incluso los barcos, esto nos pega a nosotros y a una gran cantidad de gente en Ensenada y en Buenos Aires en general”, explicó Smith.
Edelap, la empresa que brinda servicios eléctricos al Astillero, tenía en funcionamiento dos transformadores, que aseguraban el trabajo del ARS durante ambos turnos de trabajo. Uno fue dado de baja y el otro reparado con partes del desactivado. De esta manera, explican desde la empresa, no se garantiza el funcionamiento pleno del Astillero Río Santiago y, en caso de fallas, se lo deja sin funcionamiento durante varios días.
La situación de los trabajadores
Jorge Smith explicó que “no ha habido despidos masivos, por la gran lucha que dimos en 2017, pero hay una política de no invertir en el Astillero”. En este sentido, explicó que uno de los puntos arduos de negociación ha sido la paritaria; muchos trabajadores están cobrando sueldos por debajo de la canasta familiar. “La semana pasada tuvimos una reunión y estamos a la espera de que nos llamen de nuevo, para trabajar la paritaria y poder avanzar. Vamos a pedir un 24% de aumento”, sostuvo Smith.
La búsqueda de soluciones
Los trabajadores del ARS señalan que uno de los posibles paliativos sería que la empresa deje de pagar el impuesto al cheque. De esta manera no se solucionarían todos los problemas, pero mejoraría un poco la situación. “Se ha pedido que el Estado no le pague al Estado. Actualmente el ARS desembolsa cerca de 25 millones de pesos en impuestos al cheque”, destacó Smith.
Por otro lado, desde la Lista Celeste de la CCC reclaman que el gobierno deje de ponerle trabas al desarrollo y crecimiento de la empresa. “Los contratos que teníamos con los venezolanos los renegociamos, pero la provincia ha puesto una serie de trabas que impiden comprar los insumos que van en los barcos”, señaló Smith. También destacó que, en relación a esta falta de insumos, “es una decisión política del gobierno. Si no se pueden entregar los barcos, no es un problema de Venezuela, sino totalmente nuestro. Hay ciertos sectores que no están trabajando”.
Estos contratos de los que habla Smith se refieren a la Construcción 79. “Es el barco petrolero ‘Eva Perón’ que está en la etapa de alistamiento en el muelle. Y su gemelo, la Construcción 80, está en la grada armándose el casco del barco. Ambos son para Venezuela, para la empresa Pdvsa”.
El Astillero Río Santiago, fundado en 1953, llegó a tener 8.500 trabajadores en su momento de plenitud. En 2014, la empresa firmó un contrato con Pdvsa por la construcción de dos navíos. Esta crisis por la que avanza el Astillero, pone en riesgo incluso el desarrollo de los propios contratos firmados. El desarrollo de este conflicto es de vital importancia para un sector que supo ser orgullo del país.
Hoy N° 1716 09/05/2018
