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02 de octubre de 2010

La compañera fue una de las organizadoras del 3° Encuentro de naciones y pueblos originarios. Relata los distintos momentos que atravesó su organización, la lucha por la unidad y por sus tierras ancestrales.

Unidad para recuperar nuestras tierras

Hoy 1293 / Estela Silos, de Jujuy, en el Encuentro de Originarios

Nosotros hemos hecho un proceso. Primero empezamos como una organización, y en el trayecto se nos fueron presentando situaciones y debates que nos hicieron discutir y tomar decisiones diferentes, más comprometidas o entenderlas más desde la política de Estado y lo nuestro, la política que queríamos o buscamos nosotros.
Hubo grandes debates en los primeros momentos de la organización, hemos sido rebeldes. Una rebeldía a lo que te impone el Estado, porque hasta para decirse indio, y que pertenecías a un pueblo originario, tenías que pasar por ciertos condicionamientos que te imponía el Estado.
En algo que nosotros nunca nos equivocamos es que queremos tener las tierras de vuelta, recuperarlas. Pero recuperar nuestras tierras no es tan sólo decirlo, también nos generaba debates, porque en el trayecto el Estado tampoco se quedó estanco, sino que avanzó. Cuando vio que todos empezábamos a hablar el tema tierras, ellos pusieron una traba legal que era la personería jurídica. Entonces, ahí también estaba nuestra rebeldía: ¿Por qué para tener tierras, siendo yo reconocida y que me asumo, tengo que tener un papel? Nosotros lo asumíamos como una cárcel: el preso tal, tiene el número tal. Era como que nos pedían de vuelta a nosotros un número para estar legalizado frente al Estado y recién empezar a poder hablar del tema de las tierras. Eso nos llevó mucho tiempo desde que surgimos.

Tenemos la urgencia de tierras para vivir
Nuestra organización ya tiene 8 años. Durante este tiempo, lo hemos debatido muchas veces en asambleas. Y no lográbamos avanzar, no había acuerdos, no había consenso, no resolvíamos. Hemos tomado tierras en estos últimos años, por la urgencia por tener un lugar donde vivir. Hemos tomado tierras a orillas del río y en un ferrocarril también. La primera vez nos corrió una organización social. Para evitar enfrentamiento de pobres contra pobres, nos tuvimos que levantar. Decidimos tomar otras que estaban pleno centro, también una organización nos desalojó.
Nosotros estábamos preparados para enfrentarnos con la cana, no con una organización social. Por eso, esos hechos nos han hecho rediscutir el tema de la personería jurídica. Y hemos logrado avanzar el año pasado. Pero nos llevó todo un año redactar, cumplir con los requisitos, concretar en asamblea, porque para todo hay requisitos, hay compromisos.
Y los indios rebeldes dejamos de ser rebeldes y aceptamos la personería, para poder conformar una comunidad, que la comunidad se llamaría Tahuasuyu, que significa cuatro regiones. Esa es nuestra comunidad, ya está presentada, ya tiene número de registro.
Nosotros estamos en San Salvador de Jujuy, después fuimos construyendo en La Quiaca con comunidades como Santa Catalina, Casira, Hornadita en Humahuaca, Tilcara. En todos lados tenemos nuestras raíces, porque los que vivimos en la urbanidad venimos de esos lugares.
Las organizaciones o comunidades organizadas que adhieren con lo nuestro, son la guaraní y la coya. Como nuestra política es la unidad para recuperar nuestras tierras, y primero tenemos que genererar unidad en nuestros pueblos que están dentro de la provincia de Jujuy, hemos tenido una política de debate y por eso lo nuestro es más amplio que los coyas. Están los guaraníes también, que están en Yuto y en puente Lavayén, y ahora agrupaciones de jóvenes de San Pedro.
En la ciudad nosotros estamos habitando a las orillas del Río Grande. En uno de los barrios hemos logrado autogestionar la compra de una casita destinada a ser comunitaria. Ahí tenemos un comedor que hoy día da de comer a 130 chicos. Y también funciona allí la capacitación para recuperar nuestra cultura, desde la cocina regional, la panadería, la artesanía, porque la mayoría de esos niños que van a comer o los padres vienen migrando de la propia provincia, son originarios, pero no reconocidos. Pero nosotros dentro de la organización no usamos la imposición, porque entendemos que primero tiene que ser el reconocimiento de uno. Ayudamos al proceso, pero la decisión la tiene que tomar el niño.

La organización del Encuentro
Este encuentro, cuando estaba lejano, me acuerdo que todo nos parecía posible. Cuando ha llegado la mitad del tiempo, cuando ya se estaba acercando hemos resuelto lo más general, pero vimos que lo que creíamos posible en un principio se nos fue complicando y modificando. Porque si tuviéramos finanzas para organizar y recibir… Pero dependemos de una política de Estado. Y recibimos la solidaridad de muchas instituciones, así hemos logrado avanzar.
Logramos que el Encuentro se declare de interés local, legislativo y provincial, y para tener una ayuda para afrontar el Encuentro. Pero desgraciadamente la política nunca juega a favor nuestro, y recién un día antes nos entregaron la declaración provincial. Por eso tenemos deudas y tendremos que ir a ver al gobierno para reducir esas deudas.

Debatimos todo en asambleas
Desde las comunidades te marginan si vos estás en una organización social porque no acuerdan con el bolsón y tampoco con el plan. Ellos no quieren ser subsidiados sino que quieren las tierras para producir y trabajar. Nosotros adherimos a eso, porque estamos convencidos de que tiene que ser así. Pero lo que debatimos en las asambleas es que para lograr eso, tenés que vivir el día. No somos ricos para sostener una consigna y llevar a futuro una política.
Tenemos que autosostenernos y autoalimentarnos para poder gritar, para poder pelear. Entonces, si vos no conseguís trabajo genuino, sos una desocupada, tenés que aceptar lo que hoy día te da el gobierno pero no conformarte. Por eso fue una discusión en asamblea, y hemos avanzando diciendo, somos originarios hoy desocupados. Porque dentro de nuestra organización hay también originarios ocupados que son capacitadores, maestros idóneos que trabajan con las comunidades. Y sabemos que la mayoría de los originarios son campesinos.