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28 de enero de 2015

“Unir a los que venimos peleando en las calles”

La situación de la clase obrera

Buena parte de la clase obrera en vacaciones, muchos en destinos turísticos de mar, sierras o montaña; un gran sector en sus casas como la mayoría de los jubilados y desocupados con plan, que sin plus de fin de año gastaron los pocos cartuchos salariales en las Fiestas. 

Buena parte de la clase obrera en vacaciones, muchos en destinos turísticos de mar, sierras o montaña; un gran sector en sus casas como la mayoría de los jubilados y desocupados con plan, que sin plus de fin de año gastaron los pocos cartuchos salariales en las Fiestas. 
Un sector de los ocupados están con vacaciones adelantadas y con la amenaza de que cuando vuelvan haya suspensiones o despedidos. Enero es largo y la mayoría nos quedamos secos a principio de mes tratando de aguantar hasta el comienzo de febrero. La pechada de la clase obrera por un paro general por el plus de 4.000 para todos (ocupados, jubilados y desocupados), fue muy grande: asambleas, movilizaciones jornadas de lucha pusieron al gobierno en jaque. Hasta sus colaboracionistas tuvieron que exigir sobre el impuesto a los salarios; los docentes y estatales obligaron a abrir tempranamente la discusiones paritarias. 
La lucha de los trabajadores despedidos de Lear estuvo día a día. Cristina hizo todo para no ceder, siguiendo con su política de ajuste. Pero tuvo que ceder algo, no mucho, poco, pero algo al fin; y fue el fruto de la lucha. 
La posibilidad del paro de la Confederación del Transporte y de la coordinación de estatales, los desocupados y jubilados movilizados con la CCC y la CTA, empujando la coordinación para el paro, fue muy importante. Las presiones del gobierno K y de otros sectores de las clases dominantes siguiendo las presiones de los distintos grupos patronales monopólicos imperialistas, para seguir descargando la crisis sobre los trabajadores, fue brutal, empujando divisiones y con un centro político: la gobernabilidad.
 A la clase obrera no le alcanzó para vencer las presiones para ponerse en centro de la escena política con el paro nacional de 36 horas, como lo habíamos logrado en abril y en agosto. Pero se logró que cedieran algo en varios terrenos: impuesto a los salarios, pequeños aumentos en los planes sociales. La peor parte la tuvieron los jubilados y pensionados y trabajadores estatales. En algunas provincias lograron plus importantes como en La Pampa, pero el desfasaje del 10 por ciento anual de inflación comiéndose los salarios, no pudo compensarse. Muchos privados lo lograron. 
La Lucha de los bancarios fue fundamental y sigue la pelea; al igual que la UTA y los aceiteros que abren las paritarias. Es correcto el pedido del 50% pero debemos pelearlo por abajo y debe ser el centro de la pelea para sacar el paro general, en un año de elecciones políticas que van tiñendo el panorama. 
Tenemos que aprovechar este momento para seguir por televisión, diarios y dedicar tiempo para conversar, opinar y evaluar la situación política. Hemos seguido con mucha atención la asunción de Evo Morales, ungido nuevamente como supremo jefe originario en Tiwanaku. Asumió su tercer mandato presidencial, más de 1 millón y medio de hermanos bolivianos en Argentina nos exigen seguir cotidianamente la política en Bolivia, porque se necesita una segunda reforma agraria en ese país. También, el proceso electoral en Grecia, que dió el triunfo a Syriza.
 
Nisman, un caso grave
 Lo que los trabajadores vemos con mucha preocupación, es la muerte de Nisman y la denuncia que éste hizo contra Cristina y su gobierno. Preocupación en cómo sigue este hecho tan grave. Todo el mundo interroga en las conversaciones a los que suponen saben más del tema por ser militantes sindicales o políticos. 
Ni el corralito ni el corralón, en esta semana el centro de la atención ha estado sobre el suicidio o asesinato de Nisman. La mayoría opina que lo mataron y la mayoría mira al gobierno. Sin todavía acusarlos del magnicidio pero quedaron muy enredados. El pueblo se pregunta ¿cómo sigue?, ¿a dónde vamos? ¿Se va a esclarecer o quedará en la nada o crearan otro hecho más grande que nos haga poner los sentidos en otra cosa? Habrá varias hipótesis, pero el pueblo está muy preocupado. También surgen muchos temores, mucha gente piensa en otras etapas de asesinatos como el 73, 74 y 75. En un país oprimido y disputado por muchos imperialismos, con un gobierno vendido que se recuesta en China y Rusia, que firma acuerdos de militares como el de la base china en Neuquén, con guerras de servicios de inteligencia las cosas se ponen calientes. La disputa en un mundo multipolar no es con rosas, sino con armas y guerras.
 
Frente Popular 
Los clasistas estamos preparados para la lucha pero la campaña política está a full y también a todos nosotros nos exige estar activos. El Frente popular se lanzó nacionalmente y lo estamos instalando. Es un esfuerzo ciclópeo unir lo que ha peleado en la calle para que también libre la batalla en lo electoral. Exige un gran esfuerzo nuestro: muchas noches de pintadas, pegatinas de carteles, reuniones y actividades financieras de masas para organizar la propaganda en fábricas y barrios, en pueblos y ciudades. En enero y febrero la gente tiene un poquito más de tiempo para escucharnos y debemos llegar con nuestra propuesta programática y con nuestra política, escuchar y ayudar a organizar. 
 
Plenario de desocupados de la CCC
Estamos preparando el gran plenario de los Desocupados de la CCC en Cafayate Salta para el 14 y 15 de febrero, y empezamos a desplegar en medio de vacaciones la campaña por la lista Celeste y Blanca nacional en el ATE y en reuniones y preparativos para las listas de distritos. El hilo que une todas nuestras actividades es la lucha política intensa y el debate de masas para preparar las luchas y el paro, para instalar el FP y avanzar en las candidaturas en los lugares que se adelantan elecciones, para seguir de cerca los acontecimientos la CCC debe estar preparada para actuar con independencia y a la vez buscar un amplia unidad multisectorial, para no dejar a la clase obrera como mero espectador de las peleas y grescas entre las clases dominantes.