El sistema de jubilación en Uruguay es un sistema mixto. Todos los trabajadores aportan a la caja estatal de jubilación (BPS, que es el organismo encargado de pagar pensiones a la vejez, invalidez, asignaciones familiares, entre otros). Algunos trabajadores, ya sea por el monto de su sueldo o su edad, están obligados a aportar a una AFAP (Administradora de Fondos de Ahorro Previsional), que es un sistema de capitalización privado. Con lo que algunos trabajadores reciben, además de la jubilación “estatal”, otra jubilación correspondiente a estos aportes. Esto es ilusorio, pues muchas de estas administradoras privadas quebraron durante las crisis cíclicas del capitalismo, llevándose todos los ahorros depositados por los trabajadores. Las administradoras cobran cada mes su porcentaje del aporte por administrarlos, y no responden ante pérdidas en las inversiones que realicen. Un negocio usurero redondo para ellas.
En marzo entró a la comisión de Diputados de Uruguay el proyecto de ley que plantea aumentar los años de trabajo necesarios para jubilarse (actualmente 30), así como bajar la tasa de reemplazo y hacer obligatorio afiliarse a una AFAP a todo el universo de trabajadores. Esta reforma agravará aún más la situación de la mujer en Uruguay, ya que hoy en día sólo el 50% de las mujeres trabajadoras logra acceder a una jubilación, pues el resto trabaja en negro o porque no llegan a completar los 30 años de trabajo exigidos en la actualidad. Entre los hombres, el 76% de los trabajadores logra llegar a la jubilación.
En Uruguay se está intentando impulsar un plebiscito en contra de esta reforma jubilatoria. Y el tema de la mujer pasa a ser un punto principal para poder juntar firmas.
Rodolfo Saldain, uno de los principales impulsores de esta reforma, dijo que no correspondía pagarles la pensión a la viudez vitalicia a las mujeres, y que hay que cambiar eso porque la mujer hoy en la era moderna tiene mejor inserción laboral. La realidad muestra que eso no es así: en Uruguay, la desocupación en jóvenes llega a un tercio de la población total: en varones jóvenes alcanza el 30% y en las mujeres jóvenes lo supera, llegando al 34%. También hay que tener en cuenta que muchos de los trabajos a los que acceden mujeres, son precarios y con salarios muy bajos. En este proyecto existen argumentos que burlan al pueblo: se puso que las mujeres viven hasta ¡130 años!, para argumentar con respecto cuanto tiempo se podría ahorrar dentro del fondo de jubilación privada.
Con respecto a la pensión a la vejez, también perjudica al pueblo aumentando la edad necesaria para acceder a ella de 70 a 71 años.
El PCR-U plantea que esta reforma va a empeorar las condiciones de vida del pueblo, y por lo tanto hay que juntar a la clase trabajadora para dar la lucha en la calle, impulsar el plebiscito y el proyecto alternativo elaborado por los trabajadores de ATSS (Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social) y el MONDESS (Movimiento Nacional en Defensa de la Seguridad Social). Y agrega que si bien el PIT-CNT (central de trabajadores) no mostró mucha iniciativa en la lucha, durante marzo armó una carpa en frente al palacio Legislativo, y el MONDESS estuvo presente. Y lo estará en todas las movilizaciones populares que se realicen para poder impulsar la lucha y participación de masas, para lograr el triunfo de un plebiscito de reforma constitucional que derogue esta ley injusta que va en contra de los intereses de la clase trabajadora.
Hoy N° 1957 12/04/2023