Este 1° de Mayo, la clase obrera y el pueblo uruguayos enfrentamos un nuevo gobierno continuista del oportunismo, al servicio de la gran burguesía intermediaria, los grandes latifundistas y banqueros, el imperialismo y sus voraces monopolios, y a la mayoría oportunista y conciliadora que predomina en la dirección del Pit-Cnt que lo apoya, frenando, desviando y dividiendo las luchas.
Este 1° de Mayo, la clase obrera y el pueblo uruguayos enfrentamos un nuevo gobierno continuista del oportunismo, al servicio de la gran burguesía intermediaria, los grandes latifundistas y banqueros, el imperialismo y sus voraces monopolios, y a la mayoría oportunista y conciliadora que predomina en la dirección del Pit-Cnt que lo apoya, frenando, desviando y dividiendo las luchas.
¡Que la crisis la paguen los grandes capitalistas y terratenientes!
La crisis económica internacional iniciada el 2007 en los centros imperialistas persiste y golpea cada día más en la región y el país. Viene en caída este “crecimiento económico” basado en una división internacional del trabajo impuesta por el sistema imperialista-capitalista y no en las necesidades de la mayoría de nuestro pueblo.
El ciclo de altos precios de las materias primas y los grandes flujos de capitales hacia la región posibilitó un crecimiento económico relativo, que durante una década ha enriquecido como nunca a los grandes capitales, a través de la superexplotación de los trabajadores y la depredación de los recursos naturales del país.
Este “crecimiento” ha dejado migajas a los trabajadores quienes sólo a través de duras y sacrificadas luchas sindicales, y no por gracia del gobierno seudoprogresista del FA, hemos recuperado, aunque tardíamente, lo perdido en la crisis de 1998-2002, cuando ya enfrentamos otra crisis, con sus consecuencias de cierres de empresas, despidos y caída de las horas trabajadas.
La mayoría de los salarios y jubilaciones hoy no pasan los $15.000, cuando la Canasta Familiar anda por los $60.000, se ha multiplicado la deuda externa, la extranjerización y concentración de la tierra es histórica y se ha desarrollado una agricultura sin trabajadores que ha expulsado 14.000 pequeños campesinos y productores del campo en una década. La industria manufacturera está nuevamente en crisis y retroceso.
La salud, la educación pública están en crisis y sin recursos suficientes, al igual que la vivienda popular, siempre postergada.
Ante esta situación, las clases dominantes y el gobierno oportunista, como siempre, intentan hacerle pagar la crisis a los trabajadores y al pueblo. Esto ya está en curso con el ajuste fiscal iniciado con el tarifazo, de UTE, OSE y la pobre rebaja de los combustibles, de enero y vienen por más en el presupuesto quinquenal y en los consejos de salarios.
Al mismo tiempo el gobierno negocia el TISA, impulsa las PPP, nuevos endeudamientos y más entrega y dependencia del imperialismo.
La necesidad de una nueva organización, la Corriente Sindical Clasista!
Creemos firmemente en la capacidad de lucha de la clase obrera y el pueblo uruguayos y en que, sobre la base de la lucha consecuente, podremos defender nuestras conquistas y lograr nuevas reivindicaciones. No es inevitable que las clases dominantes y el oportunismo impongan sus planes reaccionarios.
Es por eso que estamos planteando impulsar un paro general de 24 horas, en solidaridad con los conflictos obreros, contra el ajuste fiscal y la carestía, por un salario mínimo nacional de media canasta ($30.000) y un aumento general de salarios con recuperación real, y por un presupuesto al servicio de la salud, la educación y la vivienda popular y no al servicio del pago de los intereses de la deuda externa y los subsidios al gran capital.
Que este paro plantee con firmeza la solidaridad internacionalista con el pueblo y el gobierno de Venezuela, y con los pueblos oprimidos del mundo que por todos los medios luchan contra el imperialismo capitalista.
Para lograr estos objetivos la clase obrera tiene que fortalecer sus herramientas sindicales, desarrollar la lucha lo más unificadamente posible y multiplicar su combatividad. La Corriente Sindical Clasista puede aportar mucho en ese sentido, así como para romper el cerco de desinformación que utilizan los oportunistas para desorganizar, para coordinar como ir a más en cada paro y movilización, y para impulsar acciones que nucleen al conjunto del clasismo, hoy disperso, que permitan dar un combate serio a la mayoría oportunista que predomina hoy en la mayoría de las direcciones sindicales.
Para impulsar con la mayor energía esta tarea y darle una perspectiva revolucionaria hacia los cambios profundos imprescindibles en nuestra sociedad, es necesaria una mayor organización, y agrupamiento de quienes día a día luchamos juntos, desde las agrupaciones clasistas del movimiento sindical, la inmensa mayoría de los cuales militamos en el seno del Pit-Cnt, donde se agrupan naturalmente cientos de miles de trabajadores sindicalizados en nuestro país, y desde las agrupaciones combativas de jubilados, estudiantes y de lucha por la tierra y el medioambiente. ¡Arriba los que luchan!
Carlos Sosa de Ffose, Jorge Pérez de Suinau, Luis Pérez de Afasse, Alcides Garbarini de AFFUR, Carlos Laino de Ajupen, Alicia Fernández de ADES, Milton Rodríguez de Suinau, Alfredo Baldomir de Adeom (siguen firmas).