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02 de octubre de 2010

«Ustedes fueron mi oxígeno»

Hoy 1330 / Los yanquis tuvieron que sacar a Gerardo Hernándezdel “pozo”

 Tras 13 días de aislamiento en una celda de castigo (conocida como “el pozo”) y en medio de una intensa campaña del gobierno cubano y de infinidad de organizaciones populares de todo el mundo, las autoridades de Estados Unidos debieron volver a Gerardo Hernández al régimen de prisión “normal”.
Gerardo es uno de “Los Cinco” luchadores cubanos que desde hace 12 años permanecen encarcelados por los imperialistas yanquis por haberse infiltrado en la “gusanera”, es decir en los grupos de contrarrevolucionarios cubanos que, desde el triunfo de la Revolución antiimperialista y agraria de 1959, apañados y financiados por la CIA organizan desde territorio norteamericano todo tipo de atentados y provocaciones contra la soberanía cubana.
“En un clima de más de 40 grados, el aire era tan sofocante que Gerardo estaba tumbado en el suelo inhalando el aire que corría por debajo de la puerta de acero”, describió Leonard Weinglass, uno de los abogados de Gerardo, al referirse a las condiciones que le impusieron sus carceleros. “No podía tomar el medicamento para la presión arterial que le recetó el médico debido al intenso calor. No podía usar la ducha porque era agua hirviendo. La ropa de cama que le dieron estaba sucia, y tuvo que lavarla en el lavabo”, denunció.
Los capomafia yanquis ejercen todas las presiones imaginables para doblegar a “los Cinco” y forzarlos a renegar de su patria. Entre las últimas, la secretaria de Estado Hillary Clinton volvió a negarles las visas a las esposas de Gerardo Hernández y René Labañino, quienes no han podido verlos por más de una década.
Según una declaración de la Asamblea Nacional de Cuba: “En vísperas de cada decisión importante nuestros compañeros fueron aislados en ‘el hueco’ para hacer imposible toda comunicación con sus abogados defensores. La historia se repite ahora cuando Gerardo ha presentado una demanda de habeas corpus, último recurso legal que le queda en el sistema norteamericano que lo condenó injustamente y le impuso la bárbara sentencia de dos cadenas perpetuas más 15 años de prisión”.