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20 de marzo de 2019

De una charla de Otto Vargas, secretario general del PCR. Parte 3 de 3

Vale la pena luchar por el comunismo

Finalizamos aquí la reproducción de la charla realizada por Otto Vargas en 2014, iniciando el Ciclo de Conferencias del Instituto Marxista Leninista Maoísta: Las enseñanzas de Mao Tsetung y su vigencia actual, en el siglo XXI, para la Argentina.

Otro gran aporte del camarada Mao al marxismo leninismo ha sido su estudio de por qué degeneró el socialismo, que había triunfado en la tercera parte de la tierra. Mao Tsetung, a diferencia de Stalin, vio esto con claridad y llevó adelante la Revolución Cultural proletaria para evitar el triunfo del revisionismo y la restauración del capitalismo en China, lucha que libró exitosamente durante diez años.

Respecto de la restauración capitalista en la URSS, Lenin, subrayando el peligro del burocratismo y la necesidad de la incorporación de las amplias masas a la labor de los órganos soviéticos, remarcó que “El bajo nivel cultural hace que los Soviets, que son por su programa órganos de gobierno a través de los trabajadores, actúen en la realidad como órganos de gobierno para los trabajadores, a través de la capa avanzada del proletariado, pero no a través de las masas laboriosas”. Esto lo dijo en 1919, en el Informe sobre el Programa del Partido, en el 8º Congreso del PC(b)R y se puede leer en el tomo 29 pág. 177, de sus Obras Completas.

Lenin dijo muchos años antes de la restauración capitalista en la URSS que: “El paso del capitalismo al comunismo lleva toda una época histórica. Mientras esta época histórica no finalice, los explotadores siguen abrigando esperanzas de restauración, esperanzas que se convierten en tentativas de restauración”. Este fue el gran error de Stalin en la Constitución soviética de 1936, donde señaló que ya no existía más lucha de clases en la URSS, entonces cuando alguien hacía una crítica, se consideraba que estaba complotando al servicio de una potencia extranjera.

Mao Tsetung comprendió a fondo la verdad de esta tesis leninista y, cuando observó que en China la agudización de la lucha de clases podía llevar a la restauración del capitalismo, lanzó la Revolución Cultural proletaria, que movilizó a centenares de millones de hombres y mujeres de toda China, que practicaron los 4 Da’: los Da-Zi-bao (libertad de hacer carteles de grandes caracteres). He contado muchas veces que los que visitamos China en esos años, cuando recorríamos fábricas, universidades y otras instituciones, nos costaba trabajo abrirnos paso entre esos carteles. Allí escribían sus opiniones, muchas veces críticas sobre la administración de la fábrica, la región o el país. Como dijo Mao, “La Revolución cultural encontró un método para movilizar a las amplias masas y expresar de manera clara, abierta, extensa y desde abajo nuestros lados oscuros”.

Los otros Da’ fueron el Da’Min: Derecho a lanzar gritos y hablar muy fuerte. Ustedes en China podían salir a la calle y gritar. “qué mala la conferencia que acabo de escuchar”. Estaba además el Da’Fong: la gran apertura y el Da´Blang: el gran debate.

Los análisis de Mao Tsetung nos ayudaron a comprender cómo la URSS llegó a convertirse en un país socialimperialista y socialfascista, lo que nos fue de mucha utilidad cuando triunfó la dictadura de Videla-Viola, ya que en ella predominaron los intereses de esa superpotencia.

Nosotros visitamos China en 1972 y adherimos al maoísmo. Pero en 1979, cuando visitamos China por última vez, me entrevisté con Hu Yaoban, al que había conocido cuando era secretario de la Juventud Comunista. Hu Yaoban atacó veladamente a Mao. Me dijo que visitando Rumania, comprendió que la URSS era chauvinista, lo que le pareció muy mal, “porque un país comunista no puede ser chauvinista”, pero en ningún momento mencionó a la Unión Soviética como un país imperialista, lo que fue más grave aun conociendo nuestra caracterización de la dictadura de Videla-Viola. Así que nosotros salimos claros de esa entrevista de que en China se había restaurado el capitalismo. Lo dijimos cuando llegamos acá. Tardamos en que nos creyeran, pero lo dijimos.

Aquella caracterización de Mao nos ayuda, también hoy, a entender lo que pasó en China, que se sigue llamando comunista y se ha transformado en la “locomotora del mundo capitalista”. Qué mejor propaganda contra el comunismo que lo que pasa hoy en China, o lo que pasa en Corea del Norte. ¿Puede haber una propaganda peor que esa para el comunismo?

Un momento de grandes virajes
Se podrían mencionar otros temas que demuestran la vigencia de las enseñanzas de Mao Tsetung para la lucha revolucionaria de la clase obrera y el pueblo argentino. Veo que Rosa Nassif va a dar una charla sobre filosofía, así que vaya como ejemplo: Las posiciones de Mao Tsetung sobre el arte y la necesidad de organizar un ejército cultural –junto al ejército revolucionario– para que triunfe la lucha de la clase obrera. O sus grandes aportes a la filosofía marxista en sus trabajos, como De dónde provienen las ideas correctas, que todos los afiliados, todos los revolucionarios, deberían leer. Hay otros temas, que se abordarán en otras charlas.

Quiero referirme a este momento. Un momento de grandes virajes en la historia de la humanidad. Un momento en el que cambios estremecedores conmueven al mundo. El derrumbe del sistema esclavista en occidente fue un proceso en el que se sucedieron grandes rebeliones de esclavos, como la que lideró Espartaco, a fines del siglo uno antes de Cristo, contra Roma. Durante siglos se sucedieron sublevaciones, guerras civiles, invasiones extranjeras, hasta la caída del imperio.

Lo mismo sucedió en la lucha contra el feudalismo, con grandes rebeliones y guerras campesinas, hasta que triunfaron las revoluciones burguesas. No le fue fácil a la burguesía mantener su poder, sufrió repetidas restauraciones monárquicas. Y siglos también le llevó a la burguesía imponer su dictadura de clase.

Lo mismo ha sucedido en la lucha contra el capitalismo, con las revoluciones proletarias con sus triunfos y derrotas.
Por eso, en la lucha por el socialismo, cobra gran importancia el nuevo y superior desarrollo teórico del marxismo: la teoría de la continuación de la revolución en las condiciones de la dictadura del proletariado, de Mao Tsetung. Y la práctica que inspiró y de la que a su vez se nutrió esa teoría, la Revolución Cultural proletaria, que dio respuesta a qué hacer cuando la clase obrera toma el poder para que no degenere el socialismo y se restaure el capitalismo.
El revisionismo del marxismo– leninismo, que coronó su trabajo de zapa en el 20 Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, generó una capa burocrática que utilizó sus privilegios políticos para generar privilegios económicos y sociales. Hoy Rusia está gobernada por 110 grandes millonarios. La mayoría de ellos son viejos burócratas de la época anterior.

Las dos preguntas que se formuló Mao Tsetung fueron: ¿Podía suceder en China lo que sucedió en la URSS? Y ¿Existían en el PC de China seguidores del camino capitalista como los que hubo en el Comité Central del PCUS? La respuesta fue sí. El problema era que estaba desatada una lucha por el poder entre los verdaderos comunistas y los seguidores del camino capitalista.

Con la derrota de la Revolución Cultural en 1978, después de más de 10 años de lucha y luego de la muerte de Mao, se cerró una etapa del desarrollo del movimiento revolucionario del proletariado mundial.
Una etapa en la que en un momento la clase obrera tomó el poder y tuvo “la sartén por el mango” en la tercera parte de la tierra. Hoy China, como dijimos, se ha convertido en “la locomotora del sistema capitalista mundial”, así la llaman. Se demuestra, así, que el tránsito al comunismo con su dialéctica de luchar, fracasar; volver a luchar, volver a fracasar; hasta triunfar, cubrirá toda una etapa histórica.

Conocimos el comunismo triunfante en la tercera parte de la tierra. También tuvimos la suerte de conocer Cuba en 1959, cuando triunfó la Revolución Cubana, la primera revolución “hablada en castellano”, antes que degenerara al igual que los otros países que fueron socialistas.

Nosotros fuimos contemporáneos y conocimos al Che. Conocimos la China de la Revolución Cultural y conocimos todos esos países, cuando se restauraba en ellos el capitalismo.

Un mensaje a los revolucionarios
¿Qué mensaje podemos dejar hoy a los revolucionarios, especialmente a los jóvenes, cuando una profunda oleada anticomunista invade al mundo y provoca escepticismo? Un profundo escepticismo.
Cuando se quiere transformar al trotskismo en doctrina legítima para el triunfo de la revolución. Tienen página permanente en Clarín y otros medios.

Cuando en Google, buscando imágenes de Hitler y Mussolini, te ponen juntos a Hitler, Mussolini y Stalin. A Stalin, que cometió tremendos errores, no voy a decir que no. ¡Pero Stalin dirigió al ejército que aplastó al nazifascismo en la Segunda Guerra Mundial!

San Martín venció en Maipú. Aníbal cruzó los Pirineos y ganó las Guerras Púnicas. César cruzó el Rubicón, Napoleón ganó grandes batallas ¿y el ejército que ganó la guerra más grande de la historia, en la que murieron 20 millones de soviéticos, no lo dirigió nadie? Como dijo el tonto de Jrushchov, que Stalin dirigió esa guerra con un globo terráqueo. Stalin, dirigiendo el Ejército Rojo, fue el que derrotó al fascismo. No se puede poner su foto al lado de la Hitler y Mussolini, cuando Stalin fue quien los derrotó, para suerte de todos nosotros. Imagínense como sería el mundo si el fascismo hubiera triunfado a escala mundial. Pero nos bombardean mañana, tarde y noche.

¿Qué mensaje les podemos dejar a los revolucionarios, en particular a los jóvenes? Que estudien el marxismo-leninismo-maoísmo, como ciencia de la revolución y para aprender también la posición y el método que adoptaban los fundadores de nuestra doctrina para examinar y resolver los problemas. Además, estudiar nuestro patrimonio histórico, para integrar esa teoría a la realidad nacional, con sus características propias y de acuerdo a cada momento político.

Porque no hay recetas para copiar. Tenemos que seguir construyendo un Partido capaz de dirigir la revolución que nuestro país necesita.

Hoy, si nos preguntan si vale la pena luchar por el comunismo, les decimos –con la misma fuerza y convicción con la que comenzamos esta lucha hace muchos años– que sí, que no hay otro camino para lograr la liberación de los explotados y oprimidos por el capitalismo, que la lucha por el comunismo. Lucha que será muy larga y dura, pero que triunfará.

(Publicado en Conferencias 2014, Ediciones del Instituto Marxista Leninista Maoísta de la Argentina, Buenos Aires 2014).

Hoy N° 1759 20/03/2019