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20 de noviembre de 2013

Marcos Ana es un poeta español que estuvo preso en las cárceles del régimen fascista de Franco durante 23 años. Ingresó en 1939, y salió en 1961, más precisamente el 17 de noviembre.

“Vale la pena luchar”

Marcos Ana, poeta español, 93 años, el preso más antiguo del franquismo

A pocos días  de cumplirse otro aniversario de la fecha de su liberación, Fernando Macarro Castillo, que tomó su seudónimo de los nombres de sus padres, Marcos y Ana, a los 93 años, acaba de publicar un manifiesto dirigido a los jóvenes: “Vale la pena luchar”, donde reafirma sus convicciones comunistas. Vinculado al PC de España, del que incluso fue candidato a diputado en la década del 70, Marcos Ana afirma que hay que “seguir calentando las calles y las plazas porque en la calle está la fuerza”, y subraya “El individualismo nos pierde. Nos resta fuerza… Siempre he pensado que vivir para los demás ha sido la mejor manera de vivir para mí mismo”, escribe en el libro. Y añade: “No es un sacrificio; es compartir la felicidad. La felicidad no consiste en que sobre la comida, tengas un coche, un buen estatus social, ganes dinero o compres cosas. La felicidad consiste en que no te falte un proyecto en la vida y puedas compartirlo con los demás”.
Marcos Ana se alistó con sus jóvenes 16 años, en 1936, en el batallón de milicias “Libertad” de las Juventudes Socialistas Unificadas; tuvo que dejar el campo de batalla por ser menor de edad. A los 18, ya afiliado al PC, se incorporó al ejército republicano. Derrotada la República por la coalición entre Franco y los fascistas alemanes e italianos, fue apresado por la División Littorio (italiana). Escapó del campo de con- centración de Albatera, y pocos días después fue nuevamente detenido, en Madrid, tras ser delatado por un confidente de la policía. Le fueron conmutadas tres condenas a muerte, y sufrió incontables vejámenes y torturas.
Estuvo en las prisiones de Porlier, Alcalá de Henares, y Burgos, donde estuvo entre 1946 y 1961. En la cárcel comenzó a escribir poesías, que fueron sacadas por distintos medios. Sobre esto recuerda el poeta que, además de sobornar a guardias, o contar con quienes “tenían ideas proclives a las nuestras”, algunos compañeros que salían en libertad memorizaban los poemas para luego transcribirlos. “Pero a más de uno se le olvidó un verso y lo ponía de su cosecha”. Daba igual porque el objetivo era “reflejar nuestro calvario”.
Además de escribir poemas, Marcos Ana organizó revistas clandestinas en la cárcel, así como veladas a distintos escritores, como la llamada “Homenaje a voz ahogada”, dedicada a Rafael Alberti y María Teresa León. Organizó también una amplia biblioteca clandestina, camuflando libros entrados a la prisión en los autorizados por la dirección del penal.
La pelea por la libertad de Marcos Ana fue tomada por las principales personalidades de la época como Picasso, Neruda, Rafael Alberti, Yves Montand, Michel Piccoli, Jean Paul Sartre, entre muchísimos otros. El 17 de noviembre de 1961 fue liberado gracias a un decreto que establecía la amnistía para “todos los presos con más de 20 años ininterrumpidos de cárcel”. Marcos Ana era el único en esa condición.
Su libro de memorias, de 2007, lleva por título “Decidme cómo es un árbol”, toda una definición de las condiciones de encierro del franquismo. Allí cuenta, en primera persona, sus experiencias en la cárcel y los primeros días en libertad.
Tras su liberación, Marcos Ana continuó vinculado al PC de España, en particular al sector de Santiago Carrillo. Si bien no compartimos muchas de sus definiciones de los últimos años, valoramos el testimonio de lucha de sus palabras de hoy, así como de sus poemas escritos en la cárcel. 
Marcos Ana, comunista y poeta, que afirmó “Ni un muerto, ni mil muertos, ni todos los muertos del mundo me pueden devolver a mí estos trozos de mi vida que yo he dejado en los patios y en las celdas de las cárceles. Lo único que me podría recompensar un poco la vida es ver triunfantes los ideales por los cuales yo he luchado, por los cuales ha luchado toda una generación”.