Noticias

30 de enero de 2013

Conversamos con Gerardo Robbiano, quien fuera integrante de la Comisión Interna de Bosch de San Martín en el Gran Buenos Aires (luego comprada por RBI), y hoy miembro de la Cooperativa Mecanizados Progreso, quienes recuperaron la fábrica.

«Vamos a defender la fuente de trabajo»

Ponen trabas a la Cooperativa Mecanizados Progreso

Robbiano nos cuenta que “La última novedad es que el 7 de enero Scioli vetó la ley de expropiación aprobada por las dos cámaras de la Legislatura de la provincia, votada en el Senado por unanimidad el 29 de noviembre. Sabíamos que el Ministerio de la Producción tenía esa idea, porque en una reunión con funcionarios de ese ministerio nos plantearon que las cooperativas tienen dificultades, que la industria automotriz está mal,  argumentan también que la empresa no quebró, y agregan la falta de presupuesto de la provincia.
“Nosotros lo que le dijimos es que si existía una mínima posibilidad de que la fábrica vuelva a funcionar, es que la cooperativa esté al frente de la producción. De otra manera, a la fábrica la iban a vaciar y desmantelar, como ocurrió con Argelite, también de San Martín, donde se han llevado todo y está parada. El Ministerio de Trabajo de la provincia también recomendó el veto, con el argumento de que la fábrica, si bien está en crisis no presentó la quiebra, y que el tercer interesado Marcelo Lenarduzzi –que, según declaraciones de Pablo Rojo, el presidente del Grupo Río Bravo, dueño de RBI y Argelite, sería socio de éste- habría presentado un plan de trabajo en Nación. Este plan no lo conoce ningún trabajador de RBI. Nosotros conocemos que este señor Lenarduzzi ha dicho que RBI es “inviable”.
“Está claro que hay una intención de Rojo y Lenarduzzi de vaciar la planta, como hicieron con Argelite. Eso es parte del acuerdo que hicieron en su momento con Bosch, que era mantener un tiempo la planta, y luego cerrarla, porque estos tipos son vaciadores con antecedentes de sobra. Nunca quisieron producir seriamente en San Martín”.

—¿Qué plantean los trabajadores ante esta situación?
—Hemos discutido ayer en una asamblea de socios de la Cooperativa, y ya veníamos haciendo una campaña de firmas previa al veto, para que Scioli no vetara esta ley. Ahora pensamos redoblar la campaña, y sacar el conflicto afuera. Vamos a una jornada el viernes 1 de febrero en la plaza San Martín, y vamos a invitar a todos aquellos que nos acompañaron en esta lucha que vengan. Vamos a estar entre las 16 y las 20 hs. para poner en conocimiento de los vecinos de San Martín la situación de la fábrica. Nos preparamos para enfrentar una ofensiva judicial por parte del grupo de Rojo, y la disposición de la asamblea es defender la fuente de trabajo para volver a recuperar la producción.

—¿Cómo está la fábrica?
—Hasta ahora sigue parada, porque no hemos logrado recuperar la energía eléctrica. Yo entiendo que hay un problema con el encuadramiento que el gobierno le da a las cooperativas en el marco de la ley de quiebras. Hemos tenido una discusión con la gente del Inaes (Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social), que nos exige la quiebra para darnos la matrícula nacional, desconociendo que las dos cámaras de la Legislatura bonaerense son las que tomaron la iniciativa de expropiar la fábrica y dársela a la cooperativa. La misma argumentación nos dieron en el Ministerio de la Producción, la Ley de Quiebras. Una ley que introduce ínfimas mejoras con respecto a la anterior, como la autorización del juez para dar continuidad a la producción, pero pone una serie de requisitos imposibles de cumplir, como que estén en la cooperativa el 80% de los trabajadores de la fábrica que le dio origen. Esto, y con los tiempos que se manejan, es desconocer la necesidad de los trabajadores de ganarse el mango, la gente tiene que vivir. Por eso hay compañeros que se han buscado otro trabajo. La nueva ley dice que tenés que tener el visto bueno del sindicato. El secretario de la UOM de San Martín se opuso a una ordenanza municipal que eximía, a las 13 cooperativas que hay en San Martín, de pagar el impuesto municipal. El que tiene que defender a los trabajadores metalúrgicos le está dando la espalda a muchos compañeros, acá en San Martín, que han formado con gran sacrificio cooperativas para mantener sus fuentes de trabajo. Como se ve, te hacen las cosas bastante difíciles.
Hay que decir que hubo, desde el Municipio, por primera vez, una actitud positiva hacia las empresas recuperadas, como esta ordenanza, implementar un registro de las recuperadas, y darles un espacio en la exposición industrial del municipio el año pasado.

—¿Cuál es la razón del veto del gobernador de la provincia?
—Desde el punto de vista político, es muy poco lo que se ha ayudado a las empresas recuperadas, salvo algún subsidio al salario. No hubo una política para desarrollar el potencial que pueden tener las recuperadas, y aprovechar la capacidad de los trabajadores. En las recuperadas hay una parte de obreros con mucha experiencia laboral, y no hay una política para desarrollar esto, ni para recuperar parte de la producción nacional, que es el gran problema que tenemos en la Argentina ¿porqué es deficitaria la industria automotriz? Porque acá armamos vehículos, no fabricamos nada.
¿Hay una política real de sustitución de importaciones, o hay una política para evitar la fuga de dólares? No se desarrollan productos nacionales. En el INTI están verificando la calidad del jabón en polvo que produce un monopolio extranjero, cuando tendría que estar apoyando el desarrollo de la pequeña y mediana producción para fortalecer la industria nacional.
No hay intención de fortalecer a las empresas recuperadas, que han sido uno de los bastiones de la lucha frente a la crisis, junto a los desocupados. Las recuperadas alumbraron experiencias como Renacer, que son valiosísimas. El problema es político. Te dicen que en muchas recuperadas no se respetan los derechos de los trabajadores, porque trabajan a fasón. Pero eso pasa porque no tienen el título de propiedad. Y si de no respetar los derechos laborales, en RBI podemos hacer una lista larga, y contar las innumerables luchas que tuvieron que hacer los trabajadores durante los dos años que RBI manejó la planta, con denuncias al Ministerio de Trabajo, huelgas, ocupaciones, etc.
No aparece en las actas del Ministerio de Trabajo preocupación por los derechos de estos trabajadores que quedaron a la deriva. Esto lo denunció también personal jerárquico de la planta.
Hoy los compañeros de la cooperativa no reciben ningún subsidio. ¿Por qué, entonces, el señor Lenarduzzi le agradece al Ministerio de la Producción la ayuda dada a través del Banco Provincia? ¿Qué le financiaron? Porque con RBI se trabajó dos semanas y no hubo más trabajo. Argelite está desmantelada ¿qué le financiaron? ¿Éstos son los que van a resolver la producción nacional?

—Ahora hay que poner los cañones en sacar el conflicto para afuera…
—El punto es sacar el conflicto para afuera. Vamos a recurrir a la solidaridad de las muchas organizaciones que nos han dado una mano. Nosotros mantenemos que el principal responsable es Pablo Rojo, y vamos a hacer la discusión con el veto de Scioli, porque es profundamente equivocada la actitud del gobernador de la provincia de Buenos Aires, y las argumentaciones que esgrimen los ministerios que recomendaron el veto. Vamos a una gran campaña, dentro de nuestras posibilidades, peleando por unir este torrente de organizaciones que acordamos que no tienen que ser los trabajadores los que paguemos la crisis.
Hemos contado hasta el día de la fecha, y esperamos que siga siendo así, con el apoyo de todos los diputados y senadores, que aprobaron por unanimidad en ambas cámaras la ley de expropiación. Si esa voluntad se ratifica cuando se trate el veto, se ratifica la ley y el veto no corre. Esto es parte de la batalla política que estamos dando.