El 2011 la inflación arrancó sin frenos, los que volvimos de vacaciones y los que estamos contando los días para salir, sufrimos la subida de los precios en todo, alimentos, impuestos, costo de vida, y la canasta familiar llegó hasta $5.840. Claro, al no recibir nada de los 1.000 pesos que peleamos antes de fin de año, ahora se siente y nos aprieta más el cinturón.
El 2011 la inflación arrancó sin frenos, los que volvimos de vacaciones y los que estamos contando los días para salir, sufrimos la subida de los precios en todo, alimentos, impuestos, costo de vida, y la canasta familiar llegó hasta $5.840. Claro, al no recibir nada de los 1.000 pesos que peleamos antes de fin de año, ahora se siente y nos aprieta más el cinturón.
Ya los $250 que cobramos en enero (que son parte de los que $500 que dieron por única vez) y lo que vamos a cobrar el 24 febrero sólo es un paliativo, valeroso porque es mejor eso que nada. Por eso ya no se puede decir más “¿tenés cambio de 100?” como antes, porque antes el valor de $100 era importante, mientras que con eso ahora no se puede comprar nada.
Antes con $15 comías en el ARS ahora tenés que gastar $20 o más. Antes el asado era sagrado todos los viernes y ahora no, sale de vez en cuando porque necesitas $30. Esa es la inflación que se refleja en el trabajo, cuando vas hacer compras, cuando salís a comer algo o cuando cargás nafta. Por eso te da mucha bronca cuando el gobierno de CK miente cuando dice que la inflación de enero fue del 0,7% según el IndeK trucho. Y como dijo ayer la caradura que la canasta escolar está $80. Ningún sueldo puede aguantar la leche a $4,45, ni hablar del aceite, el azúcar, la yerba.
Ante esto el gobierno kirchnerista nos pide que seamos prudentes con los reclamos salariales y le ofrece a un maestro nacional con un grado pasar en marzo de cobrar $1.840 a $2.150, y en julio terminar cobrando 2.200. O sea un aumento de $360 en dos cuotas.
Por eso en todos lados las luchas rompen o enfrentan los topes salariales: los rurales y trabajadores de empaque de fruta en Río Negro con cortes y bloqueos, los de los puertos del gran Rosario que han paralizado los embarques, los maquinistas y los tercerizados ferroviarios, los choferes de larga distancia, etc. Cada lucha embarra más el intento del gobierno de imponer topes en los aumentos a través de un “pacto social”. Ni Moyano todavía aceptó los topes. Hasta Yaski, que es kirchnerista, pidió el 35% de aumento, $2.500 para el cargo docente testigo y rechazo el 17% que ofrecieron.
De hecho, el movimiento obrero está imponiendo desde abajo la reapertura de las paritarias, y conquista aumentos, como la lucha de los aceiteros rosarinos que paralizaron unas 10.000 personas durante 8 días el puerto, consiguiendo un sueldo de $5.000 para la categoría mínima.
En esta situación se agravaron las peleas del gobierno nacional con Scioli y los intendentes del Conurbano Bonaerense, y con Moyano. También se agravó la pelea interna en el peronismo federal y los radicales.
Es un buen momento para luchar por el aumento salarial
Primero porque el gobierno tiene plata. La recaudación de la provincia de Bs. As. aumentó considerablemente, un 40% más comparando enero del 2010 con enero 2011. Es decir, aumentó 847 millones de pesos (Datos del diario El Día del 11/02/11).
El gobierno provincial comenzó 2011 con una fuerte alza en sus ingresos: Impuesto Inmobiliario: 69 millones de pesos, un 193%. Ingresos Brutos: 565 millones de pesos, un 38%. Patentes: 449 millones de pesos, un 38%. Impuesto al sello: 92 millones de pesos, un 64%.
Segundo porque crece la lucha de los de abajo para no cargar con la inflación.
Y tercero, porque la pelea por las candidaturas entre los arriba, tanto dentro el gobierno como en la oposición es feroz, y como es un año electoral no quieren que haya quilombo en medio de la campaña.
Por todo esto es un buen momento para pedir lo que necesitamos un 43% de aumento, por que es un año electoral, pero ellos no van aflojar si no es como hicieron los rosarinos, con la lucha en las calles. Por eso le ofrecieron a los docentes de nación el 17%, ellos quieren llegar a un 20% cómodos para que las cuentas le cierren y puedan pagarle al Club de París y así conseguir otro préstamo que les financie la campaña. Pero la verdadera inflación de más del 40% y eso es lo que tenemos que conseguir si queremos seguir en carrera.
Por eso desde La Proa planteamos asamblea de secciones, reunión de delegados y asamblea general, para discutir con los paritarios y entre todos, cómo hacemos para arrancarle un buen aumento salarial.
