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02 de octubre de 2010

La Kraft y Daer quieren quebrar la lucha de los trabajadores para descargar la crisis sobre sus espaldas. El gobierno busca ganar tiempo mientras define su pelea en los medios. El miércoles gran jornada de lucha solidaria con Terrabusi.

Vamos todos con Terrabusi

Anticipo Hoy 1288

1. Un gran Encuentro
Inmenso, más de 20.000 mujeres se reunieron en su Encuentro Nacional, en Tucumán, para abordar sus problemas, intercambiar sus experiencias y hablar de sus luchas. La Argentina real estuvo ahí mejor que cien encuestas. Fue impresionante la calidez del apoyo a las obreras de Terrabusi, que están protagonizando una lucha histórica. Se volcaron los sufrimientos que provoca la crisis, con oleadas de despidos, más desocupación, más hambre y más explotación, agravando la doble opresión de las mujeres trabajadoras y del pueblo, en numerosos talleres que abordaron en profundidad todos los problemas de género.
También volcaron su rebeldía. Las que son protagonistas en las fábricas y en sus trabajos en la ciudad y el campo, las jóvenes y las mayores. Atrás quedaron las promesas del doble discurso de Cristina K: su política descarga la crisis sobre las mujeres castigando brutalmente sus condiciones de vida; y reprime su rebeldía, como se vio en el brutal desalojo de la policía K en la Kraft, protegiendo ese enclave donde la patronal yanqui impone su ley. Y también en la cárcel de Romina Tejerina.
Defendido por “las encuentreras” –esas miles de mujeres que año a año se suman–, el Encuentro va a tonificar la lucha obrera y popular.

2. Una lucha histórica
Semana decisiva para la histórica lucha de las trabajadoras y trabajadores de la Kraft. La empresa se atrinchera en el enclave yanqui que construyó en su planta de Pacheco. Desconoce las resoluciones del gobierno: ahí gobierna la Kraft. Daer y la dirección del sindicato de la alimentación, en acuerdo con la dirección de la Kraft, maniobran para marchar a la elección fraudulenta de una nueva comisión interna, en medio de los aprietes, las patotas de “seguridad” y la policía K; y con miembros de la comisión interna, cuyo reingreso se conquistó con la lucha, sin poder ejercer sus derechos gremiales.
El gobierno quedó muy golpeado por las imágenes de la represión de su policía, y las del lunes 28/9, luego de esa represión, cuando la oleada de solidaridad colocó al país al borde del incendio.
En esa situación, el gobierno buscó reducir los frentes de conflicto que lo acosan para concentrarse en lo que considera “la madre de todas las batallas”: la ley de medios (ver pág. 3). Para eso, ganó tiempo en el conflicto agrario elevando a Ministerio la Secretaria. Tomó distancias de la Kraft, pero sin resolver la extraterritorialidad con la que se maneja la empresa.
También busca ganar tiempo frenando el movimiento de solidaridad con Terrabusi. Presiona a la Kraft para que conceda, basándose en los fallos de los jueces que ordenaron el ingreso de varios miembros de la comisión interna. Pero mantiene a la policía K adentro de la fábrica y permite que la empresa incumpla sus resoluciones funcionando como un enclave yanqui sujeto a su propia ley.
La pelea por la ley de medios volvió a ratificar que el kirchnerismo va a jugar, sin escrúpulos, hasta diciembre, para acumular poder. Lo del “capanga” Moreno en Papel Prensa no es más que una muestra. Sabiendo que es muy difícil que los yanquis le abran la canilla del FMI, a Kirchner lo atraen otras “cajas” en las que todavía no metió la mano: los encajes bancarios; o todavía no terminó de saquear, como las reservas del Banco Central. Por otra parte, el gobierno tiene a su favor la podredumbre del Senado, en el que con escasas excepciones, todo se compra y se vende.
Fracasa la línea de “controlar” al gobierno desde el Congreso ¿Cuántos de los electos opositores serán “borocotizados” antes o después de diciembre? Por otra parte, se ha visto que ni el kirchnerismo ni las derechas opositoras pueden arrastrar a las masas como tropa de maniobra de sus peleas en las alturas. De ahí que el gobierno, cada vez más desprestigiado, se encamine a empantanar al Congreso con vetos a las leyes que apruebe en su contra; y gobernará mediante decretos de necesidad y urgencia, apostando a la fidelidad de la Corte Suprema que nombró. Y las otras derechas, las rivales de los K, tratarán de empantanarlo desde el desprestigiado Congreso.

3. Avances y amenazas
Es muy difícil la situación, pero no imposible. A favor de los trabajadores está que no han podido quebrarlos ni comprar a sus delegados. Es una lucha histórica que ha ganado el corazón y la solidaridad del movimiento obrero y amplias masas populares. Millones ven con simpatía cómo un contingente de 2.700 obreras y obreros se atrevió a defender sus puestos de trabajo, y se plantaron frente a un gigante yanqui, apoyado en las traiciones del jerarca propatronal Daer, y avalado por la represión de la policía K.
¡Basta de hacernos pagar la crisis!, están diciendo los obreros de Kraft. Y cientos de miles, en todo el país, saben que, después de Kraft, vienen por ellos. Cuántas fábricas y reparticiones de trabajo ya han hecho paros solidarios arrancados desde abajo. Es extraordinario el esfuerzo de los desocupados y jubilados en todo el país.
Es histórico el avance de la unidad obrero-campesina. Las movilizaciones solidarias de las organizaciones de la Federación Nacional Campesina. La decisión del Congreso de Federación Agraria de salir y cortar las calles en Rosario, y como dijo su presidente, Bussi, “como Cruz y Fierro, espalda contra espalda”, recordando el episodio del Martín Fierro, cuando los dos gauchos enfrentan a “la partida”. O la participación de los autoconvocados agrarios en los piquetes de apoyo a Terrabusi.
Es histórico el avance de la unidad obrero-estudiantil, con movilizaciones permanentes en todo el país. Es enorme el apoyo y el esfuerzo de fuerzas y personalidades de la izquierda, populares, patrióticas y democráticas.
La CCC, el PCR y la JCR, y las organizaciones de frente único en las que participamos estamos incondicionalmente al servicio de la lucha de los 2.700 trabajadores de Kraft. Sentimos orgullo de clase por la firmeza de la lucha de los 2.700 trabajadores, y de sus dirigentes clasistas y combativos, que se plantaron frente al monopolio yanqui, y demostraron que no todo se compra y no todo se vende.
Sabemos que en esferas del gobierno han dicho que nos van a “poner en el horno”. El verdadero horno, el grande, es el de las masas obreras y populares asqueadas de la prepotencia de la Kraf yanqui y traidores como Daer.

4. Somos todos Terrabusi
El 28/9, el lunes de Terrabusi, el país ardió en cientos de piquetes en las rutas y calles, marchas y actos. La solidaridad con los obreros de Terrabusi reunió a trabajadores de la ciudad y el campo, campesinos pobres y chacareros, originarios, estudiantes, fuerzas y dirigentes sociales y políticos de izquierda, populares, patrióticos y democráticos.
La solidaridad con los trabajadores de Terrabusi unió mucho de lo que viene en lucha en los tres meses posteriores a las elecciones de junio: grandes conflictos obreros contra los despidos y por salarios; los dos meses de acampe en el Chaco de campesinos, originarios y desocupados; jornadas nacionales de lucha contra el hambre, la desocupación y los tarifazos; la semana de paro agrario protagonizada por FAA y los autoconvocados; brotes de lucha de los estudiantes secundarios y universitarios; movilizaciones democráticas contra los juicios en los que se criminaliza la protesta social y por la aparición con vida de Julio López; movilizaciones de veteranos de Malvinas por sus reclamos, etc. Y de una u otra manera, toda esta riqueza del combate popular estuvo presente en el Encuentro Nacional de Mujeres.
En muchos casos, estas luchas fueron motorizadas por multisectoriales en las que confluyen diversos sectores sociales con sus propios reclamos, y en las que ha avanzado la presencia y el protagonismo de los contingentes obreros combativos.
Las oleada de luchas obreras están en el centro de la política nacional, y tienen como eje a la histórica lucha de los trabajadores de Terrabusi, con firmeza en sus principios clasistas y combativos; y unitarios con el combate de campesinos, chacareros, estudiantes, y las organizaciones patrióticas y democráticas.
El miércoles 14 será una jornada clave para romper la maniobra de la patronal y Daer de pudrir la negociación para quebrar la lucha. La CCC y el PCR, junto a todas las organizaciones solidarias con los compañeros de Terrabusi tenemos una cita de honor. Es una cita de honor para todo el movimiento obrero que busca un camino para hacerle pagar la crisis a estos monopolios imperialistas como la Kraft, y a los traidores como Daer. Es una cita de honor para todas las fuerzas populares que no están dispuestas a aceptar la humillación de una patronal que ha establecido un enclave yanqui y pretende someter a trabajadores argentinos al puño de hierro de la opresión imperialista.