El 7 de diciembre último, la presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a referirse a la polémica obra del Vial Costero al inaugurar junto al intendente saliente, Enrique García, el puente del aliviador ubicado en Laprida y Libertador.
El 7 de diciembre último, la presidenta de la nación, Cristina Fernández de Kirchner, volvió a referirse a la polémica obra del Vial Costero al inaugurar junto al intendente saliente, Enrique García, el puente del aliviador ubicado en Laprida y Libertador.
La presidenta de la nación opinó que “es increíble que se haya criticado una obra de esta envergadura y magnitud para los vecinos. Veo este paseo costero hermoso dos veces por día cuando voy de la Quinta de Olivos a la Casa Rosada, y recuerdo que era un basural, y ahora está toda la zona parquizada y con verde”.
Tal vez la presidenta comprendería las críticas al proyecto si pudiera observar en sus viajes por helicóptero desde la Quinta de Olivos a la Casa Rosada que:
a) Entre Yrigoyen y Arenales antes había dos clubes, un campo municipal de deportes y una pista nacional de bicicross, mientras que ahora hay un campo municipal abandonado, una desaparecida pista de bicicross y seis torres de lujo que sobresalen por su altura gracias a las excepciones al Código de Ordenamiento Urbano otorgadas.
b) La franja costera era un paseo costero parquizado construido con el esfuerzo de los contribuyentes y que fue abandonado en los últimos años para justificar los nuevos negociados.
c) Atrás de Carrefour hay un predio alambrado de siete hectáreas públicas listo para la construcción de un shopping y otros negocios gracias a la cesión del predio por cuarenta años al empresario Carlos de Narváez quien estaba presente en el acto del 7 de diciembre.
d) Al lado de Carrefour, antes había otro club y ahora hay dos pozos inmensos donde se están construyendo torres monumentales, gracias a los privilegios otorgados.
e) La franja verde costera resalta en un municipio superpoblado que no tiene los 10 metros cuadrados por habitante de espacio verde exigido por la Organización Mundial de la Salud.
f) Los fines de semana el Vial se llena de vida con bicis, patines, corredores y caminantes gracias a los vecinos que exigieron que el Vial construido sea peatonal.
Con estas observaciones podría concluir la presidenta que no es tan increíble que los vecinos se opongan a las obras que costaron 54 millones de pesos, que los perjudican y que benefician unicamenente a los negociados inmobiliarios proyectados en las tierras linderas al Vial Costero.
Respecto a los vecinos que se oponían disparó: “había algunos energúmenos que criticaban esto, pero energúmenos hay en todas partes. Muchas veces se mezclan prejuicios y cuestiones políticas con obras que tienen que ser para todos los vecinos como es este paseo costero, que es un orgullo para todos los habitantes de Vicente López y para mí y Néstor como presidentes”.
En mayo del año pasado eran once pocos inteligentes y ahora son algunos energúmenos. La presidenta nuevamente falta a la verdad porque los vecinos que se oponen a la entrega del patrimonio públicos no son ni once ni algunos sino que son miles que se expresaron con más de 20.000 firmas, 2.384 votos, con acampes, festivales y marchas masivas. Lo que muchas veces se mezcla es la política con los negociados y la corrupción que permiten que el dinero público no se utilice para obras que deberían servir a todos.
El orgullo de los habitantes de Vicente López es seguir luchando para que no nos impongan por la fuerza un proyecto ajeno y por el cual no hemos sido consultados ni por medio de audiencias públicas ni por medio del procedimiento de consulta ciudadana establecido en la Constitución de la provincia de Buenos Aires. Vergüenza deberían sentir todos los gobernantes que malgastaron el dinero público, que recibieron sobornos o que no les tembló el pulso en mandar a reprimir en numerosas oportunidades a los vecinos de Vicente López que se opusieron con fuerza y dignidad a un proyecto que privilegia el dinero de unos pocos por sobre la salud y los derechos de todos los ciudadanos.
Unidos por el río
