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08 de julio de 2019

Vicentin: un monopolio explotador y represivo

Hace 2 años que en el Norte de la Provincia de Santa Fe los trabajadores del Sindicato de Desmotadores y Aceiteros iniciaron una lucha para frenar las amenazas de despidos en la empresa Vicentin. Las mismas se iniciaron en la sección de Refinería y Envasado. 80 compañeros  de un día para el otro se vieron en la calle luego de 45 años de trabajo.

Allí se inicia una batalla que hasta el día de hoy continúa, ya con otros damnificados.

En ese momento,  luego de seis meses de lucha se logra la reubicación en otras plantas de la empresa, pero con diferentes convenios laborales, afectando  así el salario de los trabajadores.

La empresa con estas maniobras busca  además,  desactivar el crecimiento del Sindicato, particularmente en esas secciones consideradas combativas y peligrosas para los intereses de la multinacional. La nueva dirección logró siempre reivindicaciones a favor de sus compañeros, sobre todo  el respeto por las paritarias. Es necesario decir que durante 28 años la conducción anterior siempre estuvo vinculada a los intereses de la patronal. Esta nueva dirección sindical y el perfil de los delegados y junta interna vinieron a desestabilizar al empresariado.

 

Un poco de Historia

En noviembre del 2018 se abre un nuevo capítulo en la lucha y luego de reubicar a 50 de los 80 trabajadores, le abren a 30 de ellos el retiro voluntario. El resto continúa con la lucha por la estabilidad laboral.

El 24 de mayo de este año se firma un acta acuerdo en el que las partes se comprometen a seguir el diálogo y mantener la paz social.

El 26 de junio, sin embargo, la empresa arbitrariamente envía a 5 trabajadores el telegrama de despido, reabriendo así el conflicto.

El jueves 27 y luego de una asamblea de los trabajadores, se decide empezar con la retención de tareas. Y se decide que el lunes 1 de julio se iniciará la medida de fuerza. La misma implicó el corte de ingreso de camiones a la planta, de modo intermitente. Provocando la reacción de la empresa, que como en los tristes años 70,  usó la fuerza policial para amedrentar a los compañeros.

En la madrugada del martes, el conflicto se agudizó cuando Vicentin impide a los obreros que querían solidarse con la huelga no ingresar en el turno de las 4 am. El Jefe de Personal, Julián Campos junto con la policía los hace ingresar a la fábrica, con la guardia policial. A la media hora, los compañeros que quisieron ejercer el derecho a huelga salieron fuera de la fábrica a solidarizarse. Esa noche se vivió una de las peores  horas en la lucha gremial. La gerencia y la policía ingresaron dentro del establecimiento para sacar a los delegados que pretendían parar.

En el transcurso de la mañana, Vicentin militarizó la fábrica, haciendo un despliegue de la fuerza de choque de la Policía de la Provincia de Santa Fe para desactivar la huelga.

 

El día después

 A las 11 am del  martes 2 y luego de una llamada telefónica del abogado de la Federación, se les comunicó que dos días después se realizaría una audiencia en el Ministerio de Trabajo con la empresa.

El día miércoles 3 Vicentin cercó todo el ingreso a la fábrica, mostrando una vez más cómo ejercen el poder.

 

Audiencia conciliatoria

Las partes se reunieron en el Ministerio de Trabajo y ante la falta de acuerdo, se dicta la conciliación obligatoria, pasando a cuarto intermedio hasta el 11 de julio.

Vemos en este conflicto que se repiten las modalidades de apriete igual que los años 70, donde Vicentin utilizó las fuerzas militares para señalar y colaborar en la desaparición de compañeros combativos que habían recuperado para el clasismo el sindicato.

Hoy, la multinacional usa la fuerza policial para lograr su objetivo atemorizando y violentando a los que luchan. La resistencia obrera frenó la ofensiva de la empresa, en un contexto donde solo algunos medios colaboraron con la difusión de la lucha. Los compañeros se mantienen firmes, con la esperanza de volver a sus puestos de trabajo.

Y son apoyados, no solo por la Federación Aceitera de la provincia, sino por una Multisectorial compuesta por CTA Autónoma Seccional Reconquista, SIPRUS, CCC entre otros.



 El grupo Vicentin es uno de los más grandes monopolios de la provincia de Santa Fe.

Su principal trabajo es la producción de aceite y la exportación de granos y subproductos.

En 2017 fue la sexta exportadora agrícola del país, con casi 7 millones de toneladas. Cuenta además con puertos propios.

Entre muchos otros rubros, posee el frigorífico FRIAR de la ciudad de Reconquista que acaba de ser beneficiado con el quinto lugar en el reparto de la cuota Hilton (carnes de altísimo valor), luego de dos frigoríficos brasileros y la Anónima de propiedad de un ministro y otros amigos de Macri.

Y ha sido sistemáticamente beneficiada con la política del gobierno nacional.


Escribe José Fort