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27 de septiembre de 2017

Seguimos con la serie de notas sobre la vigencia de la obra y el pensamiento del Che, basadas en una charla de Rosa Nassif realizada el 7 de junio en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tucumán.

Vigencia del Che Guevara

A 50 años de su caída en combate

El Che se va de Cuba: fracaso, derrota y traición

El Che se va de Cuba: fracaso, derrota y traición
Es un hecho conocido que el Che siempre tuvo la idea de que triunfante y afirmada la revolución en Cuba, él quería quedar libre para ir a otro país a continuar la lucha; él tenía en la cabeza Argentina y así lo comunicó a muchos de los argentinos que se entrevistaban con él. La fracasada experiencia de Masetti en la guerrilla de Salta en cuya organización el Che participó en forma directa, lo confirmaría. Él decía que no era alguien que se conformaría con quedarse en un sillón a disfrutar los frutos de la revolución. Por lo tanto, no está en cuestión que él tenía la idea de irse en algún momento. El tema es la salida precipitada de Cuba y qué la provoca. ¿Por qué precipitada? Porque el Che se incorpora en un grupo de cubanos que se preparan hace tiempo para ir al Congo sin ninguna participación del Che. Un grupo donde han sido cuidadosamente seleccionados de modo que sean todos negros. Porque como el Che le dijo a Masetti cuando preparaba el contingente para venir a la Argentina “no van a ir ninguno de mis lugartenientes porque son negros y en Argentina no hay negros”, ¡y resulta que el Che es el único blanco que va al Congo! 
 
Fracaso en el Congo 
Es muy importante ver lo terrible que es la experiencia del Che en el Congo. El empieza su diario, que debemos decir se conoce 20 años después y con la aclaración de que hay supresiones que tienen que ver “con razones de Estado”, diciendo “esta es la historia de un fracaso”. Un hecho que deja muchísimos interrogantes abiertos es que él ha escrito una carta a Fidel luego de varios meses de experiencias desastrosas diciéndole que no hay nada más que hacer en el Congo, que no se puede hacer la revolución si un pueblo no está dispuesto a ello; le explica también que no se debe seguir mandando dinero a dirigentes que no aparecen por el Congo, ninguno está en el teatro de operaciones, viven en París, en Kinshasa, dilapidando el dinero en cabarets y juergas. Junto con esto, le manifiesta que hay un choque muy grande de culturas, el Che no sabe el idioma, se tiene que comunicar en francés que aprendió con su mamá, pero el francés es el idioma de los opresores, por lo tanto él dice “esto solo me distancia cada vez más”. A su vez, la mayoría de los cubanos están desanimados y ansiosos de volverse a Cuba.
La respuesta de Fidel le resulta muy ofensiva al Che porque lo acusa de pesimista y de que no debe bajar los brazos, que recuerde que también en la Sierra Maestra la guerrilla pasó por momentos difíciles. El Che se enfurece y le responde que lejos de lo que Fidel piensa, a él los compañeros lo acusan de tener un optimismo alarmante. Pero el hecho más grave que debemos advertir es que conociendo la apreciación que el Che tiene sobre el desarrollo de la lucha en el Congo, Fidel lee públicamente la carta de despedida del Che, cuando debe partir de Cuba. En esa carta el Che dice que renuncia a todo lo que tiene en Cuba, a su ciudadanía, a sus cargos, a su familia, a todo. Y que se va a emprender -le dice a Fidel- “lo que vos no podés hacer…” Y deja sentado que “en esta empresa se triunfa o se muere”. 
Hay que leer en el diario del Che el golpe que significa para él la lectura de esta carta; siente que los otros combatientes cubanos no lo sienten más como uno de ellos; manifiesta que nunca se sintió peor. La conducta de Fidel objetivamente le quema las naves al Che. La lucha en el Congo es insostenible en las condiciones en que se está desarrollando; cuando se decide oficialmente el operativo de sacar a los cubanos de allí el Che cree que él debe quedarse y tratar de reunirse con la guerrilla apoyada por China en el otro extremo del Congo, sabe que es casi imposible lograrlo y duda mucho porque sabe que sólo lo seguirían unos pocos cubanos por lealtad a él. Acepta ser evacuado en un estado de ánimo terrible.
¿Qué puede hacer el Che en esta situación? Hace dos cosas muy importantes. 
La primera, durante su exilio en Praga termina de escribir Apuntes críticos sobre la economía política, allí el Che hace una crítica demoledora al Manual de Economía de la URSS. Muy parecida a la que hace Mao en otros Escritos Inéditos, que nosotros publicamos hace muchos años. El Che llega a la conclusión de que todas las medidas que se han impuesto en Cuba, como terminar con la planificación, los estímulos materiales, la autonomía de las empresas, etc., son las medidas que se han tomado en la Unión Soviética y dice: “en la URSS se marcha indefectiblemente a la restauración del capitalismo”. Siempre digo que hubiera sido muy útil para los revolucionarios en el año ‘66, cuando el Che escribe esto y lo manda a Cuba, que se hiciera conocer su análisis y sus opiniones, en un momento en que la mayoría de los revolucionarios consideraban a la URSS como un país amigo, socialista. Para muchos, recién cae la máscara cuando se derrumba el muro de Berlín. Hoy China hace lo mismo que la URSS, mantiene la máscara socialista, es importante ayudar a sacársela ya que muy poco después de la muerte de Mao Tsetung, en el ‘78 emprendió el camino de la restauración capitalista liderado por Teng Xiaoping, y hoy es una gran potencia imperialista que disputa en todo el mundo como lo vemos en nuestro país.