Ya a la mañana temprano en el hospital de Santa Lucía se hizo un chocolate con la comunidad; al mediodía los trabajadores de la salud en lucha de la Maternidad cocinaron un locro para 100 personas; muestra cabal de las condiciones en las que los tucumanos esperamos al 9 de Julio, y también una cruel realidad que los anuncios de festejos cubriendo las calles querían ocultar. Ese mismo día, pero unas horas antes, nos habíamos congregado en la puerta del Tribunal Oral Federal para exigir cárcel común, perpetua y efectiva a los genocidas, entre ellos Menéndez y el “Tuerto” Albornoz y sus cómplices, responsables directos de miles de asesinatos en Tucumán durante la última dictadura militar. La sentencia, aunque tardía, fue el producto del reclamo popular durante largos años de luchas.
A la noche nos convocaban el Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia, el CERPACU de la UNT, El Redoble, las agrupaciones estudiantiles CEPA y QUNQA, la Agrupación TIERRHA, Expresión Nativa (de Monteros), la CCC.
Confluyeron en esta vigilia los Trabajadores de la Salud Autoconvocados, integrando la Intersectorial que se organizó desde distintos sectores: Jubilados de la Plaza Autoconvocados, Usuarios Autoconvocados, Autoconvocados del Campo, los partidos Unión Cívica Radical, Coalición Cívica y Social, Democracia Cristiana, Comunista Revolucionario, Socialista, Tres Banderas, Movimiento Socialista de los Trabajadores, el Sindicato Municipal de Aguilares, la Corriente Clasista y Combativa, los Trabajadores Viales Autoconvocados, la Asociación de Padres y varios sectores de peronistas disidentes.
Miles de tucumanos en plaza San Martín
Desde las 18 hs fuimos ocupando los alrededores del mástil de esa hermosa plaza que se viste de rosa con los lapachos en setiembre; plaza en homenaje al General San Martín, héroe de las luchas por la liberación de nuestro país y de los países hermanos y que por eso que nos pareció ajustada a nuestros objetivos: reivindicar la lucha de nuestro pueblo por la independencia en esas gloriosas guerras revolucionarias que comenzaron con la Revolución del 25 de Mayo de 1810.
La plaza se fue vistiendo con banderas argentinas, carteles, kioscos y música que fueron dando una idea de lo que iba a pasar en esa zona sur de la capital tucumana. Los compañeros y compañeras de la CCC fueron llegando y ubicándose, dando marco a las actividades que íbamos a desplegar. El sol había estado esplendoroso durante el día, y el avance rápido de las sombras fue alumbrado con las luces y redobles de los asistentes, y sus banderas ondeando al viento….
Vigilia cultural
La vigilia cultural comenzó con unas palabras de bienvenida de Josefina Racedo, representando al Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia. “Estamos aquí reunidos por nuestra convicción de que sólo con la lucha conseguimos resolver nuestras reivindicaciones, y es en el campo de la cultura donde más se expresa” fue la primera invitación a manifestar el arte, la música, la danza. La murga “Los Soñadores”, del barrio Antena (Alderetes), irrumpió con sus tambores y canciones acerca de la realidad cotidiana de niños y jóvenes de este barrio tucumano. Les siguió la danza árabe a cargo de la joven estudiante universitaria Ivanna. A continuación, cantores populares como Amalia del Tucumán, que llegó desde Monteros, Andrea Rico y Santiago Lamagni, que vinieron desde Salta a cantar en esta vigilia. Ellos, el Indio Cancinos, y Flavio Viera despertaron el sentimiento de lucha y de reflexión por el Bicentenario con sus trovas. En ese momento la plaza se estremeció con la combatividad de las columnas de los Autoconvocados de la Salud que llegaron marchando al son de bombos y redoblantes. Allí confluimos los luchadores: textos similares con reivindicaciones justas, las de la cultura popular que reclama leyes, protección al patrimonio cultural, respeto a las culturas originarias, junto a las denuncias de abandono de la salud pública, a los reclamos por sueldos y condiciones de trabajo dignos para todos los trabajadores de la salud.
La plaza se conmovió y emocionó con el canto a capella de Honrar la Vida, realizado por una enfermera autoconvocada.
El documento acordado por la Intersectorial, leído por la doctora Estela Di Cola, expresó los puntos de coincidencia de los sectores que vienen luchando en la provincia, desnudando el carácter entreguista y hambreador del gobierno de Alperovich. La plaza se unió en vivas y aplausos, estableciendo un puente entre la gesta patriótica de las guerras de la independencia hace doscientos años y las luchas actuales que conmueven la provincia.
El Dr. Cabral, conocido profesional acercó el aporte musical a esta vigilia, que se fue nutriendo con otros cantores y cantoras, a medida que se fue leyendo el documento del Movimiento por la Segunda y Definitiva Independencia, así como las adhesiones que iban llegando. Del Sindicato Municipal de Aguilares, Grupo de Teatro “Los Soñadores”, Ojos Testigos (fotógrafos testimoniales), Asociación Civil Solidario de Alderetes, Movimiento Cultural Activo de Famaillá, Juventud Univesitaria Peronista de Medicina (Enfermería y Kinesiología), La Casa de las Mujeres Norma Nassif, La Corriente, ASANOA, ALDE, JCR. La actriz y amiga Luisa Calcumil envió desde Río Negro un afectuoso saludo y acompañamiento a la lucha del Movimiento por la cultura.
Luego llegó el turno a la Doctora Bueno, del hospital de Concepción, quien con clara convicción y la fuerza acumulada en la lucha expresó lo que todos sentimos en estos momentos: la necesidad de unirnos para lograr nuestros reclamos. Tomó como ejemplo a los Congresales de 1816 que ofrecieron sus vidas por la patria, tan distante a los que hoy en similares responsabilidades sólo buscan el bienestar individual y son indiferentes a las necesidades del pueblo.
Su encendido discurso fue interrumpido en numerosas ocasiones por los presentes, que afirmaron así que la presencia en la plaza era una prueba de que la historia la escribimos los que luchamos día a día, en palabras de Josefina Racedo.
La presencia en la Plaza de la Delegación de Salta de trabajadores de la Salud fue cálidamente recibida por el público asistente. La conocida periodista Silvia Rolandi prestó su experiencia en la conducción de momentos de las actividades programadas por la Intersectorial.
La continuación de la vigilia cultural la dio Adrián Sosa, tucumano, joven y querido intérprete de nuestro folklore trajo la lucha histórica de los pueblos originarios con su Taky Ongoy, cada interpretación fue seguida y acompañada entusiastamente por los jóvenes.
Los stands fueron muy visitados, especialmente los que vendían empanadas, alfajores y café; también en el stand del Semanario Hoy y la revista La Chispa se vendieron remeras y pines. En una esquina de la plaza, ASANOA abrió planillas para recoger firmas en defensa de los glaciares. Así fueron desarrollándose las horas en espera de la 0 hora del día 9.
El movimiento cultural Milonga Popular de la Plaza Urquiza abrió la “pista de baile” al compás de los tangos y milongas que desde hace 5 años mantienen en forma autogestionada en esa otra plaza tucumana. La rueda se hizo amplia para apreciar a los bailarines que con gran estilo aportaron a nuestra vigilia un momento de alta calidad.
Cercana ya la hora 0, la presencia de Claudio Sosa, tucumano prestado a Buenos Aires,-como lo recibió la conductora- fue recibida calurosamente por todos, quien desde la chacarera “Escalera al cielo” trajo a los obreros y campesinos del monte, a esos “Olvidaos” con que cerró su presentación entre pedidos de otras canciones.
El grupo Visajes, integrado por jóvenes universitarios demostraron que desde las nuevas generaciones sigue la lucha en defensa de nuestras riquezas. En sus voces de un rock nacional, Andalgalá, pueblo amenazado por la minería voraz, sostenida por las decisiones del gobierno nacional, reclamó justicia y respeto.
La 0 hora del 9 de julio nos encontró a todos vivando a la Patria. Las estrofas del Himno nunca fueron tan gritadas a viva voz. Parecía que así queríamos decir a los cuatro vientos que se viene la segunda y definitiva independencia. La afinada y sonora voz de Paola Tiseira acompañó el canto de todos.
Aunque el frío comenzó a sentirse, nadie se movía, cuando llegaron las jóvenes de Mujeres y Tambores, quienes al compás de sentidas canciones populares caribeñas aportaron el canto afroamericano a la vigilia. A esa altura, el sentimiento patriótico estaba en su punto máximo.
Movimientos Culturales del interior de la provincia como Movimiento Cultural Activo de Famaillá cedió su participación en vista de la hora avanzada, pero dejamos constancia de ese grupo de jóvenes que en una ciudad dominada por modelos dependientes y humillados, tienen el valor de cortar calles y realizar allí sus expresiones.
Llegó Bruno Arias, como él mismo lo expresó, a traer su canto a quienes luchan por salir de la dependencia, lucha a la que se suma desde su arte. El momento esperado por todos los jóvenes se concretó en las canciones que fueron saliendo y acompañadas por todos. “Coya en la ciudad” conmovió las fibras de los presentes, Don Quintín planteó crudamente la condición de los pueblos originarios hoy. Y así, entre comentarios, pedidos de más, mas…concluyó la vigilia. La promesa de realizarla cada año hasta el Bicentenario quedó flotando, y la de prontas acciones desde el Movimiento se materializaron en los cientos de Declaraciones Fundacionales que los jóvenes organizadores repartieron durante la noche.