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24 de noviembre de 2021

La Marcha de la Gorra reclamó justicia por Lucas González

“Violencia institucional nunca más”

El miércoles 17 de noviembre por la mañana Lucas González, un pibe de 17 años que jugaba en la sexta división del club Barracas Central,  fue baleado en la cabeza por un efectivo de la Policía de la Ciudad cuando circulaba con tres amigos en un auto por el barrio porteño de Barracas.

La Policía, el Gobierno de la Ciudad y el aparato judicial intentaron encubrir el hecho, en el que tres policías de civil “sin chalecos, sin chapas, sin uniformes y sin identificación», como denunció el papá de Lucas, persiguieron el auto en el que iba el joven con sus amigos, lo encerraron y le dispararon.

Los jóvenes, con su amigo herido, recurrieron a policías uniformados que en vez de asistirlos los detuvieron, y mientras Lucas era enviado al hospital con dos balas en la cabeza, fueron derivados a un juez de menores que, ratificando el accionar policial, los metió presos por más de 24 horas.

El rápido accionar de familiares, amigos y organizaciones sociales y políticas desenmascaró este terrible asesinato, y el gobierno de Larreta tuvo que separar a los policías.

Este asesinato se dio en medio de la preparación de la Quinta Marcha de la Gorra en CABA, que se realizaba al cierre de esta edición (martes 23 de noviembre), bajo la consigna “Violencia institucional nunca más. Seguridad es trabajo y educación”.

En su documento convocante, plantean las y los jóvenes: “Los pibes y las pibas seguimos peleando por nuestros derechos y por una vida digna de ser vivida, con Tierra, Techo, Trabajo, salud, educación, deporte y cultura al alcance de todos, en la que podamos hacer realidad nuestros sueños, alejada de la violencia que ejercen las instituciones del Estado en las calles y en las cárceles.

“Con mucha lucha, protagonismo y unidad, en 2019 le dijimos basta al macrismo y su modelo de hambre, ajuste y represión… A esto se le suma el apriete del Fondo Monetario Internacional para que paguemos la gigantesca deuda que tomó Macri,

“La vida en los barrios se vuelve todavía más precaria y los conflictos por derechos básicos son inevitables. Las políticas públicas para mejorar nuestras vidas no llegan, seguimos teniendo que changuear, dejar la escuela, resignar nuestros proyectos. Sufrimos la falta de salud, de vivienda. Las respuestas a estos problemas vienen siendo muy insuficientes y en muchos casos, se saldan con la represión.

“Esa seguridad de la que hablan, que aclama más policía en los barrios, es la que nos mata un pibe cada 20 horas. Es la que desapareció a Luciano a Facundo. Es la que en una razzia en Corrientes mató a Lautaro y lo tiró al río. Es la que en medio de la pandemia asesinó por la espalda a Facundo Scalzo en el Bajo Flores, Richard Gómez en Esteban Echeverría, Alejandro Arenas en la comisaría 7 de Avellaneda, Franco Cardozo en Tigre, cómo a otrxs tantxs pibes y pibas más. Es la que torturó a una familia qom en una comisaría del Chaco, es la que mató a Magalí en una comisaría de San Luis. Está claro que las fuerzas de seguridad no están para cuidarte sino para garantizar la seguridad de unos pocos.

“Mención aparte merece la situación en CABA, con la policía de Larreta, una de las más asesinas del país y la represión a la mayoría de las protestas sociales. Con mucho cinismo, mientras carteles luminosos felicitaban a la policía porteña por sus 5 años, en Barracas esa misma policía disparó a 4 chicos dejando a uno, Lucas González, gravemente herido en la cabeza.

“Pero nosotrxs, la gran mayoría de las pibas y pibes, no nos resignamos a vivir así. Por eso estamos acá, luchando por nuestros derechos: necesitamos políticas públicas que den respuesta real a nuestras necesidades de tener una vivienda digna, que se nos garantice la salud y la educación. Que se respete nuestra libertad de elegir quienes queremos ser y no sufrir la violencia y la persecución.

“Necesitamos que el proyecto contra la violencia institucional sea ley, pero además, que se tomen medidas efectivas para que las muertes de nuestros pibes y pibas dejen de ser la regla en las barriadas”.

Y el documento termina reclamando: “Basta de gatillo fácil. Nuestras vidas también valen. Seguridad es trabajo y educación, no la represión”.

 

Hoy N° 1891 24/11/2021