1. Macri es hambre, entrega y represión
Con su política hundió en la pobreza, este año, a más de dos millones de argentinos. Y 34 de cada 100 personas activas están desocupadas o precarizadas.
Termina el año, el tercero del gobierno de Macri. Atrás quedaron las mentirosas promesas electorales. “Pobreza cero”, dijo, y este año hundió en la miseria a más de dos millones de argentinos. Hay más de 13.500.000 personas en esa situación (datos de la UCA), y si se considera el salario real para la canasta familiar total, es pobre más de la mitad de la población. Es peor con las chicas y los chicos: más de la mitad pasan hambre, o no pueden acceder a la educación y la salud pública, ni al deporte y la recreación, y menos aún a un trabajo digno.
“Trabajo de calidad”, dijo Macri. Los desocupados que buscan trabajo, o trabajan sólo 12 horas por semana y quieren trabajar más, los que trabajan 30 horas a la semana por un salario menor a $6.120, y los que dejaron de buscar trabajo porque no lo encuentran, suman 6.200.000 personas. Esto es, el 34% de la población económicamente activa: uno de cada tres.
Los precios al consumidor subieron en el año el 50%. Los salarios se derrumbaron en relación al dólar y con la suba de los precios.
En el tercer trimestre del año se agravó la crisis económica. Cayó la industria, el comercio, el consumo y la inversión. En octubre la industria cayó 6,8%, la construcción el 6,8%, en noviembre la producción automotriz bajó un 18,6%, la industria Pyme el 5%, las ventas de los comercios minoristas el 15,6%.
Para garantizar esta política de hambre y entrega, Macri y su ministra Bullrich vuelven a la carga para imponer un Protocolo represivo fascista e inconstitucional: pretenden imponer la pena de muerte.
2. Del otro lado del mostrador: bolsillos llenos
Con esta política que mata al trabajo y la producción nacional, se llenan los bolsillos los especuladores, usureros, bancos y monopolios.
La fuga de capitales en el primer semestre sumó 25.000 millones de dólares, un 63% más que el año pasado. El peso fue devaluado en un año más del 120%. En lugar de pobreza cero con trabajo de calidad, como alardeaba cuando asumió, la política macrista es una timba financiera en la que se llenan los bolsillos y se llevan ganancias fabulosas a los paraísos fiscales del mundo. Endeudaron al país colocándolo al borde de la cesación de pagos. La economía, en crisis, quedó a merced del chantaje de los centros imperialistas y cada vez que estornuda la economía mundial, la Argentina, débil, frágil, sufre una pulmonía.
De la mano del pacto reaccionario de Macri con el FMI, y la firma de acuerdos que rematan las riquezas nacionales, un puñado de monopolios imperialistas y de sus socios como los Macri (cerealeras, petroleras, mineras y energéticas), ganan fortunas, profundizando la dependencia y la concentración y extranjerización de la tierra.
Nada a favor del trabajo y la producción nacional, salvo lo que se conquista con la lucha. Esta política de especulación y usura, que ha hundido en la crisis a los sectores nacionales industriales, comerciales, y a sectores agrarios, empuja a amplios sectores de la burguesía nacional a pasar a la oposición al macrismo.
También se agudizan las disputas dentro del bloque dominante, de los monopolios, la burguesía intermediaria y los terratenientes vinculados al mercado interno: pelean los que se asocian con los yanquis contra los asociados con Europa y Rusia. Y los amigos de China tratan de aprovechar los “préstamos” que nos dan los chinos para que le compremos solamente a ellos.
3. Macri nunca pudo sacar al pueblo de las calles
El pueblo en las calles, con sus luchas, le abrió la mano a este gobierno hambreador, y marcó la cancha en el escenario político.
Desde el comienzo del gobierno de Macri crecieron las luchas, como la de Cresta Roja, la movilización de la CCC a pocos días del cambio de gobierno y la de las organizaciones sociales que dio origen a los llamados Cayetanos, con su lucha, triunfante, por la Ley de Emergencia Social. Hubo paros masivos y activos, con la participación de las centrales obreras. Y nuevas movilizaciones de los Cayetanos, por las 5 leyes que reclaman, como la masiva Marcha Federal.
Hubo luchas de las grandes empresas, como la de los trabajadores del Astillero Río Santiago, que marcó un camino, de petroleros, aceiteros, la alimentación, camioneros, bancarios, construcción y muchos gremios más. Hubo incontables luchas de docentes, estatales y trabajadores de la salud, contra los despidos y por sus salarios, y en defensa de la educación y la salud públicas.
Hubo numerosas movilizaciones de los mayores, que volvieron a la calle el martes 18, ante el fallo de la Corte Suprema por el robo macrista a sus asignaciones.
Con la Marcha Multisectorial de las Economías Regionales emergió, con fuerza, la lucha de los más pobres de las provincias, campesinos y originarios. Desde entonces, realizaron numerosas movilizaciones, como la reciente, y triunfante, Marcha en el Chaco que dijo: ¡Basta!
El movimiento de mujeres estalló en todo el país, con gigantescas movilizaciones y en sus masivos Encuentros Nacionales, luchando contra su doble opresión, contra la violencia que sufren y su derecho a decidir sobre sus cuerpos.
La juventud irrumpió en las calles, peleando por trabajo, educación y organizando sus movimientos para que no haya ni un pibe menos por la droga y por la trata.
4. ¡Viva el 50 aniversario del PCR!
En las calles y en las elecciones, acumulamos fuerzas para las tormentas sociales y políticas que hay por delante.
El PCR marcha al gran acto nacional por sus 50 años. Miles de compañeras y compañeros en todo el país se preparan, instalando el acto con pintadas, programas radiales, pegatina de afiches, conferencias de prensa, vendiendo rifas, haciendo actividades para juntar dinero para los micros, etc. ¡El viernes 21 Vamos a la cancha de All Boys!
50 años en los que el PCR se mantuvo fiel al objetivo revolucionario por el que nació. No traicionó la doctrina marxista-leninista-maoísta. Luchó contra la dictadura de Onganía. Defendió las banderas del Che Guevara. Enfrentó el golpismo y la dictadura de Videla. Y fue opositor de todas las políticas de hambre y entrega.
Sacó enseñanzas de las revoluciones triunfantes, en Rusia, China y Cuba, y también aprendió de las derrotas de esas revoluciones.
El PCR fue opositor al gobierno de Macri, desde el primer día, encabezando las luchas y promoviendo la unidad en la lucha contra la política macrista. Junto al PTP, el Movimiento Evita, Somos, UP y otras fuerzas, plantó la bandera antiimperialista en el masivo acto de Atlanta y el 30 en las calles de todo el país. Y seguimos trabajando juntos para construir un amplio frente para derrotar la política de Macri en las calles, y derrotar a Macri en las elecciones, conquistando otra política y otro gobierno, patriótico, popular y democrático.
En las calles, el pueblo le abre la mano al macrismo. En las elecciones se dan pasos en las personerías nacionales, claves para construir los frentes electorales. Como el Frente Popular Pampeano para las elecciones de Febrero, integrado por el PTP, los sectores peronistas que integran el Partido Popular Pampeano, y sectores progresistas.
En las calles y en las elecciones, acumulamos fuerzas para preparar a la clase obrera, los campesinos y originarios, las mujeres y los jóvenes, para una revolución que acabe con la dependencia y el latifundio oligárquico, abriendo el camino a la liberación nacional y social.
Escribe Ricardo Fierro