A partir de la flexibilización de las restricciones sanitarias frente al descenso de la curva de contagios de Covid-19 en nuestro país, la discusión sobre la posibilidad de un regreso a la educación presencial atravesó a toda la sociedad.
En enero del 2020, los estudiantes secundarios de la Argentina nucleados en el Movimiento de Unidad Secundaria, realizamos un Campamento Nacional de Estudiantes Secundarios, que nos permitió discutir con más de 300 estudiantes de todo el país las terribles condiciones en las que se encontraban nuestras escuelas y todos los sufrimientos que se habían profundizado luego de 4 años de golpes constantes del gobierno macrista hacia nuestro pueblo, el mismo sector que hoy se abandera en defensa de la escuela pública, en la que «caímos» y que buscaron vaciar constantemente.
Ante el triunfo del Frente de Todos, coincidimos en que nos encontramos en mejores condiciones para pelear desde cada escuela, a través de los cuerpos de delegados y asambleas de curso, por la declaración de la #EmergenciaEducativa que nos permita avanzar en estudiar en condiciones.
En marzo, la pandemia y el aislamiento social, preventivo y obligatorio de cara a la emergencia sanitaria, obligó a la sociedad en general y a la comunidad educativa en particular, adaptar el año lectivo a la virtualidad. La pandemia de Covid-19 que recorrió y recorre el mundo, desnudó y profundizó las desigualdades más crudas de nuestra sociedad. Entre esto, la brecha tecnológica que existe en nuestro país ante la falta de computadoras y acceso a internet en muchas regiones.
El 2020 fue un año muy duro para los estudiantes: fueron miles quienes se vieron obligados a abandonar la escuela por falta de dispositivos para conectarse, acceso a internet o porque tuvieron que salir a laburar para dar una mano en casa porque la comida no alcanza.
Entendemos que no podemos estar otro año con todos esos pibes fuera de las aulas, y que hay que tomar importantes medidas para que la vuelta a la presencialidad no empeore la delicada situación sanitaria en la que nos encontramos y abone al contagio del peligroso virus.
Es necesario que los estudiantes secundarios de la Argentina seamos parte del armado de los criterios unificados que van a empujar todas las escuelas del país en conjunto con toda la comunidad educativa, empujando la discusión de dónde tiene que salir el presupuesto que se destine a poner las escuelas en las mejores condiciones, para que las crisis económica, social y educativa no la sigan bancando los que menos tienen. Discusión que los estudiantes empujamos todo el año, impulsando posicionamientos desde los Centros de Estudiantes, y que nos permitió avanzar en la aprobación del Impuesto a las Grandes Fortunas.
Los estudiantes queremos volver a las escuelas pero sin contagiarnos, por esto, proponemos:
La declaración de la Emergencia Educativa, para que se destine un presupuesto extraordinario para: reacondicionamiento de las escuelas. Kits de higiene y limpieza (alcohol, lavandina, jabón, barbijos, etc.). Aulas móviles en los clubes, Centros de Educación Física y espacios al aire libre que permitan evitar la aglomeración de gente y circulación del virus. Aumentar el reparto de computadoras y garantizar el acceso a internet en cada región para mejorar las condiciones en caso de un cierre total debido al aumento de contagios. Becas para comedores y transporte. Que se implemente de manera efectiva el protocolo planteado en «Protocolo, marco y lineamientos federales para el retorno a clases presenciales en la educación obligatoria y en los institutos superiores» armado desde el Ministerio de Educación de la Nación y el Consejo Federal de Educación.
Que se permita la producción de jabón, alcohol en gel y mascarillas en los laboratorios de cada escuela. Vacunación a los docentes, no docentes y estudiantes pertenecientes a los grupos de riesgo. Apertura de todos los cargos necesarios de docentes que permitan desdoblar los cursos que sean necesarios. Apertura de todos los cargos de auxiliares/no docentes necesarios para garantizar la sanitización de las escuelas. Gabinetes psicopedagógicos en total funcionamiento que puedan atender las situaciones psicológicas afectadas durante el aislamiento y que puedan actuar, en conjunto con los docentes, en la reintegración de los estudiantes a las escuelas.
Para volver a encontrarnos en las aulas, cuidándonos entre todos: #EmergenciaEducativa.
Hoy N° 1851 10/02/2021