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03 de octubre de 2010

Como en el interior se hizo sentir el apoyo a la lucha de los pequeños y medianos productores y los trabajadores del campo.

Volvieron las movilizaciones, los cacerolazos y las patotas kirchneristas

Capital Federal

El discurso de la presidenta Cristina Kirchner el día martes fue, sin lugar a dudas, un gran disparador para la movilización popular. La movilización fue tan grande como las expectativas que se tenía al discurso presidencial. Decenas de miles se movilizaron a Plaza de Mayo para repudiar al gobierno.
Miles y miles de personas hicieron sentir sus cacerolas desde sus balcones o en las esquinas de los barrios principalmente de la zona norte, caballito, flores, entre otros.
Que decenas de miles se movilizaran luego a la Plaza de Mayo y el Obelisco, no quiere decir que hay un pensamiento uniforme en grandes sectores populares con respecto a la lucha agraria. Hubo y hay grandes debates, ya que el discurso presidencial y la campaña desenfrenada de los medios de comunicaciones aguijonean en la cabeza de los que vivimos en la Capital, alejada de la influencia directa de los productores agropecuarios.
Los hijos de los chacareros que están en las rutas y concurren a la universidad en ciudades como Córdoba, Rosario o aquí en la Capital Federal, encabezaron  las movilizaciones y cacerolazos la semana pasada peleándose con las patotas K dirigidas por D´Elia, Pérsico o Depetris que los tratan de oligarcas y los cagan a palos. Esto causó indignación en grandes sectores populares.
Nuestro Partido estuvo desde el primer momento junto a esos jóvenes en las calles y las marchas a Plaza de Mayo, levantando la denuncia de la política del gobierno nacional, el apoyo a los sectores pequeños y medianos, así como la Reforma Agraria, que parece haberle molestado mucho a la presidenta.
Luego impulsamos con otras fuerzas de izquierda una concentración y movilización a Plaza de Mayo con un documento unitario en a poyo a la lucha, denunciando a las patotas K y que los 12 mil millones de dólares de retenciones no van para aumento de salarios o planes sociales, sino a las arcas de testaferros del kirchnerismo como los Ezquenasi, entre otros.
Esta jornada (jueves 27/3) no se dio sin un gran debate con algunas fuerzas trozquista y de centroizquierda que no participaron de la jornada planteando que esta lucha es "interburguesa" entre la Sociedad Rural Argentina (SRA) y el gobierno nacional, dándole un rol de prescidencia a las fuerzas revolucionarias. Pero ubicando en los hechos al gobierno nacional en una posición "antioligarquica". Ven una contradicción momentánea, superficial con sectores como la SRA como contradicciones de fondo, salvando al modelo kirchnerista que ha enriquecido magníficamente las arcas de los grades terratenientes exportadores, pooles de siembra y monopolios. En desmedro de los centenares de miles de pequeños y medianos que son los protagonistas con sus familias y su pueblo de los cortes de rutas.