El 14 de agosto se realizaron las internas abiertas. Las clases dominantes con una ley electoral reaccionaria proscriptiva, con el manejo de poderosas maquinarias económicas y publicitarias, lograron instalar un escenario donde las opciones eran: seguir con el gobierno kirchnerista o cambiar por Alfonsín – De Narváez o por Duhalde. En ese marco de polarización, Binner hizo una buena elección.
El 14 de agosto se realizaron las internas abiertas. Las clases dominantes con una ley electoral reaccionaria proscriptiva, con el manejo de poderosas maquinarias económicas y publicitarias, lograron instalar un escenario donde las opciones eran: seguir con el gobierno kirchnerista o cambiar por Alfonsín – De Narváez o por Duhalde. En ese marco de polarización, Binner hizo una buena elección.
Cristina Kirchner logró un amplio triunfo. Avanzó en su disputa con los representantes del otro sector de las clases dominantes y se posicionó para las elecciones nacionales del próximo 23 de octubre.
Muchos de los que votaron al gobierno lo hicieron para conservar medidas que beneficiaron a distintos sectores, como jubilaciones, asignación universal por hijo, paritarias donde se aumentaban los salarios, y también porque el gobierno se presenta como el único que ha hecho algo por la gente, que defiende los derechos humanos, la ley de Medios, el matrimonio igualitario, los juicios contra los asesinos de la dictadura, entre otros.
El gobierno nacional hace una gran propaganda sobre el crecimiento económico, que repite Scioli en la provincia de Buenos Aires. Lo que no dice es que hasta ahora ese crecimiento económico relativo sirvió para beneficiar principalmente a los monopolios petroleros, mineros, etc., a los grandes pooles sojeros, a un puñado de grandes terratenientes y los banqueros. Bancos con fondos, pero sin créditos para la vivienda. Y cuando el gobierno presenta un proyecto de ley de “Democratización de la construcción y adjudicación de viviendas”, termina beneficiando a los propios bancos, las empresas constructoras, o a estafadores como Schocklender.
Este crecimiento económico relativo que lleva ocho años de gobierno K, no promovió la igualdad social, sino todo lo contrario: en una gran parte del Gran Buenos Aires se vive en condiciones de hacinamiento; faltan cloacas, redes de agua potable y gas; uno de cada dos pobres vive en nuestra provincia; el 50% de la población tiene trabajo en negro, precarizado o es desocupado.
Miles de niños y jóvenes no tienen posibilidad de concurrir a las escuelas. La salud pública está totalmente colapsada. Y junto a esto se desarrolla y está sin control la droga en todos nuestros barrios, escuelas y fábricas. Hechos negados por el gobernador Scioli.
El caso de la niña Candela conmovió a todo el país, en particular a nuestra provincia, porque saca a la luz el drama de la droga, la trata de personas y el gatillo fácil, que son moneda corriente en nuestros barrios y que están en manos de las mafias y la policía corrupta. ¿Éste es el futuro que ofrecen para millones de jóvenes en nuestra provincia y nuestro país? Queda clara la mentira de la ministra seguridad Nilda Garré que iba a resolver todo con la Prefectura y la Gendarmería. Para lo único que sirvió fue para perseguir a los jóvenes y meter presos a los perejiles, mientras la droga y la trata pasan libremente por nuestras fronteras.
No es verdad que esto es lo “único” o “lo posible” como dice el gobierno nacional y repite el gobierno de Buenos Aires, pensamos que hay que seguir la lucha para hacer posible lo necesario: resolver los graves problemas del pueblo y de la patria.
La lucha popular no se detiene
Ante, durante y luego de las elecciones las luchas obreras y populares vienen recorriendo todo el país. La lucha de los más pobres por la tierra para trabajar y para vivir se ha instalado en la Argentina. La heroica lucha del pueblo de Libertador Gral. San Martín en Jujuy fue la avanzada de la oleada de ocupaciones que sacude la provincia y conmovió al país. Lucha que acaba de arrancarle a Ledesma, de los Blaquier, 80 hectáreas para construir viviendas.
En nuestra provincia arrancó en el cinturón verde del gran Buenos Aires con la toma de tierras encabezada por Asoma (Asociación de Medieros) de La Plata. La lucha por tierra para trabajar y para vivir recorre todos los distritos de la Provincia de Buenos Aires.
Las luchas por un salario justo en las paritarias y posteriormente por reabrirlas caso estatales, alimentación, etc. Contra la superexplotación y por condiciones de trabajo dignas. La lucha por el 82% móvil para los jubilados, por trabajo genuino y aumento de los planes sociales para los desocupados. La lucha por la democracia sindical como los petroleros de Santa Cruz con su cuerpo de delegados a la cabeza, los trabajadores de Kraft, etc. La lucha nacional por la recuperación del ferrocarril, nuestro petróleo, nuestra minería, nuestra pesca y nuestras Islas Malvinas.
Estas luchas que recorren el país y nuestra provincia muestran que la clase obrera y el pueblo no están dispuestos a volver atrás, sino que quieren avanzar sobre las conquistas perdidas. Muchas de estas luchas fueron silenciadas y no estuvieron en el centro de la discusión durante la campaña electoral.
¿Hacia dónde va la Argentina?
Hay temor en las masas a la crisis, miran atrás recordando sus sufrimientos y observando lo que pasa en el mundo, y ven que con la lucha, bajo este gobierno, se pueden conseguir mejoras como en las últimas paritarias. Repudian los programas de ajustes y mano dura de la derecha opositora y cierran filas contra la represión al pueblo jujeño y a los docentes y petroleros de Santa Cruz.
El temor a que la crisis llegue aquí jugó electoralmente a favor del kirchnerismo. El gobierno de Cristina Kirchner dijo que la economía argentina “está blindada”. Ahora dice que está “encapsulada”. Pero no es así. La inflación ocultada en los números pero vivida en nuestros hogares, es síntoma de una economía enferma y que estamos a merced de los vaivenes de la crisis económica mundial que hoy tiene su centro en Europa y EEUU, y ya se empieza a sentirse en la Argentina.
Es conocido que como consecuencia de esta enfermedad el gobierno está preparando un ajuste escalonado de tarifas para después de las elecciones de octubre. Tenemos que prepararnos para resistirlo y enfrentarlo, como lo vienen haciendo las masas obreras y populares en toda Europa.
¿Por qué votar el FAP en la provincia de Buenos Aires?
Las clases dominantes, a través del gobierno kirchnerista y la oposición de derecha jugaron activamente para que no existiera un fuerte frente electoral verdaderamente nacional y popular, que desenmascare el doble discurso del gobierno nacional.
Doble discurso, porque este gobierno que dice ser “nacional y popular”, ha extendido los contratos petroleros a manos extranjeras por 40 y 50 años. La minería también la ha entregado a manos extranjeras. Lo mismo con la pesca. Esto es así con la mayoría de nuestras riquezas. Mientras veta la ley del 82% móvil para los jubilados, aprobada en el Congreso, es el gobierno que más deuda externa pagó en toda la historia argentina. Incluso paga la deuda odiosa contraída por la última dictadura militar, Denuncia los acuerdos de la década del 90y sin embargo acaba de absolver a Carlos Menem y sus amigos en la causa del contrabando de armas.
A pesar de no haber podido plasmar el reagrupamiento de todas las fuerzas posibles, se ha logrado una unidad importante en la provincia de Buenos Aires, que es el Frente Amplio Progresista (FAP), que lo conforman el GEN (Margarita Stolbizer), el Partido Socialista (Ricardo Cuccovillo), Unidad Popular (Víctor De Gennaro), Libres del Sur (Humberto Tumini y Victoria Donda), el Frente Cívico (del cordobés Luis Juez) y el Partido del Trabajo y del Pueblo (Juan Carlos Alderete). Lo nuevo para avanzar y no mirar al pasado es el FAP. Este es el principal reagrupamiento popular de la provincia. Con muchas de estas fuerzas compartimos la rebelión agraria, el paro nacional de la CTA del 8 de junio, y por la independencia de la CTA frente a las maniobras de “borocotización” del gobierno kirchnerista.
El PTP-PCR desde el frente conformado en la provincia de Buenos Aires (FAP), seguirá bregando para ampliarlo con los que hoy no lo integran.
Al mismo tiempo, el 23 de octubre, nuestro partido no vota candidatos a presidente y vice, porque nuestros candidatos nacionales del Movimiento Proyecto Sur han sido proscriptos por la nueva ley electoral reaccionaria.
Las necesidades de nuestro pueblo requieren avanzar en la confluencia de todas las fuerzas patrióticas, populares, democráticas y antiimperialistas, para conformar un centro coordinador de las luchas, para enfrentar las tormentas que están en curso en el plano internacional y sus consecuencias en nuestro país.
Llamamos a no votar por lo posible, para no perder lo ganado con la lucha. Tenemos que apostar a lo nuevo para avanzar en resolver los grandes problemas que aún tenemos de trabajo, educación, salud y tierra para trabajar y vivir.
Fortalecer este frente también en las elecciones nos creará mejores condiciones para avanzar por el camino de la lucha y las puebladas.
El camino de la lucha y las puebladas es el único camino posible para conquistar un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, para avanzar hacia la revolución de liberación nacional y social.